Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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28. TODO ERA PROCLIVE DE . . . (Marcos Santander)

Tras aquel dulce y placentero baile sensual, rítmico y parsimonioso, pródigo en respuestas de todo ámbito sensorial disponible, convinimos en cenar en el rincón más oculto de un restaurante amigo, a la poca luz, y más generoso calor, de unas velas que nuestros cuerpos habían ayudado a encender. Podíamos seguir incrementando una tensión que, a buen seguro, su cuerpo y el mío habían sabido acumular, como energía potencial de un agua rampante en un depósito de paredes infinitas, y hacerlo, esta vez, por medio de unas bocas que no degustaban besando, sino deleitándose con texturas y acicates propios de dioses del Olimpo, cuando sus pasiones eran desatadas a nivel del gusto y tactos interiores de mucosas internas. Todo era proclive de ser mordido, sorbido y degustado; incluso el rubor y los distintos matices de aquello que se nos mostraba. Poco a poco, comenzamos a imaginar, verter y verbalizar, las mil y una posibilidades que podían existir para seguir por aquella senda deleitable y feraz que pudiéramos permitirnos después, o en vez de, un postre que aún ni tan siquiera existía. Y nos sumergimos, quizá bajo la húmeda presión de una vivífica tormenta de ideas plena de sinsentido y amor.

22 Responses

  1. Ricardo R. González Ramos

    Últimamente nos tienes obnubilados con su prosa poética. Se aprecia un gran Pilar con tu Musa.
    Sorprendente y agradable.
    Un abrazo, Marcos.

  2. Esther Gomez

    Hola Marcos! Tu relato va creciendo en pasión como una tormenta.Me gusta mucho la frase del final del relato»Y nos sumergimos, quizá bajo la húmeda presión de una vivífica tormenta de ideas plena de sin sentido y amor» Mucas Felicidades y Mucha suerte. Ha sido un p`lacer leer tu relato.
    Un beso

    1. Marcos

      Gracias Esther, me alegra que te haya gustado. Este año ha salido así, serán las sucesivas ciclogénesis explosivas que como con las mareas, también influyen en los humores internos. Salud.

  3. Nieves Martínez Menaya

    Jolín, lo que tenemos que aprender los del «Sábado y a oscuras!». Me has dejado la Olivetti paralizada. Stop.

    1. Marcos

      «la Olivetti paralizada. . . » ¡Huummm!¿De qué tipo de máquina estamos hablando? Estos que hacían máquinas de escribir se habrán diversificado. Non-Stop. Abierto hasta el amanecer. Salud.

    1. Marcos

      Gracias por tu comentario, Lorenzo. Este año vamos por esos vericuetos, aplicando lo que cada día aprendo leyendo microrrelatos, folletos de publicidad, sellos de correos, y cualquier cosa que cae en mis manos. Abrazo.

  4. Un tal Miguel

    ¡Qué quieres que te diga!, ¡Me has hecho disfrutar! Al leerte, he tenido una sensación placentera. Lo leía, sentía lo que decías pero mis neuronas me pinchaban para que disfrutase de algo que la buena lectura te procura pocas veces. Esa sensación de que estás delante de algo muy bueno, que te sobrepone, que diga lo que diga la trama, estás disfrutando con la FORMA en la que está escrito, que no quieres que se acabe porque cada frase te subyuga más y te hace flotar. Muy bueno, muy bueno.
    Esta vez te he adulado, vaya por las otras en las que te critico.

    1. Marcos

      Sean del cariz que sean, yo siempre espero y valoro tus amorosos comentarios, Miguel. Gracias por la adulación. Ya veremos cuánto me dura esta fase de mi periodo rojo, o cuándo retrocedo a mi época niebla. Salud hermano.

  5. Que placentero relato, sin duda los protagonistas tienen por delante momentos inolvidables.
    Muy buenas descripciones que enganchan, te felicito.
    Saludos

    1. Marcos

      A ver, a ver. ¡Ójala sigamos descubriendo trocitos de vida de estos dos y podamos seguir disfrutando todos! Gracias por tu comentario. Abrazo.

  6. Salvador Esteve

    Marcos, tu relato poético y sensual provoca una tormenta de sensaciones en su lectura. Abrazos y mucha suerte.

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