57. TRAMPANTOJO (Rafa Olivares)
Era media mañana, hacía muy buen día y la ventana del hotel daba a una calle muy concurrida. Por eso fueron muchos quienes lo vieron. Incluso alguien fotografió la escena. Todos coincidieron en decir que se trataba de una sirena auténtica, aunque demasiado bien sabían que esos seres míticos de la literatura clásica solo existen en la ficción. Su ofuscación les impidió aceptar, aunque fuera palmario, que se trataba de un tritón –no por divino exento de reacciones humanas– alérgico a los ácaros, quien, sintiéndose atacado, ascendió rápidamente por la pared y por la colcha estampada y se zampó a la kelly por los pies mientras sacudía el polvo de la gamuza. Ella, hasta que desapareció su mano engullida en la boca del monstruo, estuvo tratando de terminar su tarea para que le computaran los dos con cuarenta euros de aquella habitación.
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Hola Rafa, un trampantojo muy conseguido el tuyo, porque casi se confunde con el original y, sin embargo, cuando uno se acerca es algo totalmente distinto de lo que, en principio, a lo lejos, parecía representar. Felicitaciones y abrazos, caballero.
Hola, Ángel. Sí, un trampantojo buscado de forma descarada por el fotógrafo, al que hay que dar una vuelta de tuerca para sacar un relato distinto. Gracias por tu comentario.
Abrazos.
Vaya palabreja Rafa,describes a la perfección la imagen e incluso le das vida.
Excelente. Un abrazo y suerte.
La diferencia entre lo que parece y lo que es. Gracias, Moli, por tu comentario.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho este cuento fantástico con toque social. Felicidades, gemelo o mejor, trillizo.
Encantado de que te le haya gustado a mi gemela femenina.
Gracias y un besazo.
Un relato imaginativo, con una justa reivindicación de fondo. La vida suele cebarse con los que ya, de por sí, estaban desfavorecidos.
Un abrazo y suerte, Rafa
Como para ir lamentándote y que te aparezcaun tritón hambriento.
Gracias, Ángel. Abrazos.
Mi querido hecatónquiro preferido, los ojos de tus 50 cabezas te permiten alcanzar a ver lo que se nos escapa al común de los mortales. En lo que también estás acertado, aunque sin mérito, es en lo de que escribo sin despeinarme. A estas alturas no existe el elemento causante que lo haría posible. Bien claro queda en mi avatar de busto de raya ancha.
Te envío, en este lunes de Pascua, una florida corriente de gratitud y simpatía.
Con un prieto abrazo.
Qué buen trampantojo de letras, RAFA. Complementa a la perfección el de la foto (pobrecita la Kelly, tan hacendosa ella… espero que al menos póstumamente le hayan computado esos 2,40 euros…)
Con ácaros y todo, me encantó.
Un beso grande,
Mariángeles
Gracias, Mariángeles. Yo creo que sí le reconocerían el trabajo. Hay prueba gráficas de que lo terminó.
Un beso enorme.
Me gusta tu micro Rafa, desde el título hasta ese final, imaginativo y genial, en el que has echado el resto.
Felicidades.
Un abrazo y como ya le he dicho a alguien más, no te deseo suerte, pues con este texto, no creo que la necesites.
Gracias, Rosy. Aprovecho para felicitarte por tu reciente triunfo en Wonderland. Celebro que te guste y tus buenos augurios pero ya he leído relatos muy muy buenos y las posibilidades de selección se me antojan lejanas. En cualquier caso tu comentario ya es un buen premio.
Un beso.
Ese tritón alérgico a los ácaros del polvo podría ser un buen ejemplo de tu excepcional imaginación y sin par sentido del humor. Aunque hay muchos ingredientes más a destacar en este excelente relato, que en sí mismo también hace honor al título, pues se muestra como una historia costumbrista-cómico-fantástica y acaba revelándose como un irónico texto de crítica social.
Enhorabuena y suerte, Rafa.
Un abrazo
Gracias, Enrique. Eres capaz de descubrir en el texto aspectos en los que ni siquiera había reparado, lo que demuestra que eres tú mejor lector que yo escritor.
Un abrazo.