Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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4. Un día de perros (Jesús Garabato)

A pesar del tiempo desapacible, caminaron hasta el Palacio de La Llana, dejando en el aire las monsergas del dueño de la fonda donde se alojaban para celebrar sus bodas de plata. De regreso, al comenzar a oscurecer y arreciar la lluvia, decidieron guarecerse en el tugurio que se toparon velando las ruinas de una ermita. Dentro, atendía un astroso carcamal secundado por su gato, que dormitaba aburrido. El viejo les informó de que las tapas del día eran morros y manitas. Aunque esas no eran sus apetencias culinarias, asintieron, pidiendo unas cervezas. Empinándolas, escucharon unas delicadas risas femeninas, de pronto solapadas por el creciente rugido de lo que les parecía una caterva de bestias embravecidas. El anciano les sorprendió, arrebatado, con una fluida serie de sartenazos mientras el gato, ufano, ronroneaba.
Cuando Eduard consiguió salir, ya sin manos, abandonando a su adorada Martina entre las ensangrentadas fauces de aquellos malditos chihuahuas, pudo vislumbrar el reclamo de semejante antesala del infierno, ahora resaltado por el límpido fulgor de la luna: “Taberna Hijas de Luz y Fer, especialidad en carne de matanza”. A su espalda, gato, vejestorio y sartén aguardaban, de nuevo, su turno. Lamentablemente.

78 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    En una taberna regentada por las hijas del maligno no puede suceder nada bueno. De ahi que no sea de extrañar que la materia prima de la que se nutre el local provenga de los mismoa clientes, con la intervención de unos chihuahuas no menos perversos.
    Feliz año, un abrazo y suerte, Jesús

  2. María José Viz Blanco

    Jesús, soy tu otro yo. La truculencia de tu relato me ha producido repelús y hasta repugnancia, con lo que ya puedes estar muy satisfecho.
    Un abrazo.

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Ah, vale. Aunque es un homenaje, no demasiado soterrado, bienvenidas sean esas opiniones. Saludos.

  3. Martín Zurita

    Hola, Jesús.
    La falta de apetito nocturno puede resultar toda una salvaguarda. Caramba con el tugurio. ¿No tendrían algo también las cervezas? Hasta las delicadas risas femeninas resultan siniestras en el texto, las de esas hijas de Luz y Fer, que juntas conforman el nombre gatuno por antonomasia. Un gran tono y una espléndida, aunque terrorífica, atmósfera los creados. Ese «lamentablemente» apunta con decisión a la pobre Martina, menuda forma de celebrar las bodas de plata con la que se han topado los maduros tortolitos. Me gusta mucho tu propuesta, levanto una cerveza, sin tósigos o adormecedores, en su favor. A ti, lo que a Paloma, feliz siempre. Un abrazote.

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Muchas gracias por tus sabrosos comentarios, Eduardo. ¿No te resulta curioso que los personajes lleven por nombre Eduard y Martina y que donde sufren su cruel martirio sea en el supongo que bello pueblo de Zurita, en Cantabria). Es un pequeño «homenaje», personalizado en ti, a ENTC y a los que mantienen viva la esencia, para mi, del blog: el leer y comentar, incluso a los que no tenemos demasiado nivel ni experiencia, luchando contra el esfuerzo que, en ocasiones, eso supone. Para mi lo es, puesto que no estoy habituado a opinar ni mucho menos a escribir. Cuando, con ilusión, envías un relato y ves que hay otra gente como tú dispuesta a compartir su tiempo «haciéndote caso» es cuando ves que verdaderamente merece la pena escribir, en este caso. Como comenté en uno de los últimos Microscopios (tienes que repasarlos, son muy instructivos) pienso que no somos demasiado ecuánimes, la mayoría, al dejar opiniones a otros compañeros. No sé tú, pero yo no creo que cambie. Para mí, todos tiene su mérito, y se merecen un cariño. Saludos.

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Pues dejemos los dos, y esparzamos unas chispitas de humor ¿negro? Esa era mi intención. Gracias y un saludo, Edita.

  4. Hola Jesús, divertido y terrorífico relato, eso pasa por entrar sin ver el nombre del local. Habrán platos vegetarianos? como la palma de la mano y la planta de los pies…
    Un gran saludo y mucho suerte.

  5. Jesús Garabato Rodríguez

    Muchas gracias, Jean, por leer y comentar. También propondría unas ramificaciones venosas y un-a flor de piel. Saludos.

  6. ¡Ufff, micro gore donde los haya, con una excelente narrativa. Vaya una imaginación, y unos sitios que me frecuentas Jesús. Apúntame en un privado la dirección.
    Suerte y un abrazo.

  7. Jesús Garabato Rodríguez

    A la salida del pueblo, al lado de la ermita en donde aquellos depravados dirigentes del Frente de Juventudes degollaron a sus pupilos, en el año 66 del pasado siglo, abducidos por un ansia de mal incontrolable. No te recomiendo acercarte. Gracias por dejarme tu opinión, Rosy. Saludos.

  8. Blanca Oteiza

    Jesús, hay que tener cuidado a qué chiringuitos se entra a tomar unas tapas. Miedo me ha dado esta tarde bajar a tomar unas cervecitas!
    Un abrazo

  9. Sencillamente genial, Jesús. ¡Qué imaginación! La frase:»Un astroso carcamal secundado por su gato» me vence, y cuando llega el menú con esas tapas de «morros y manitas» ya me atrapas completamente, aunque mejor no, mejor no entrar, menos mal que nos avisas con el nombre del local.

    Me encanta de principio a fin. Un abrazo.

  10. Jesús Garabato Rodríguez

    Es que en el fondo soy un buenazo y prefiero que os libréis de todo peligro mortal y culinario. Muchas gracias, Manoli, por comentar. Saludos.

  11. Inés Z. López

    Jesus, me encanta el nombre de la taberna jajaja. Realmente original. El relato me ha dado un poco de miedito, creo que no voy a entrar a ningún sitio a tomar algo sin mirar antes el nombre.
    Un abrazo y Feliz Año

  12. Jesús Garabato Rodríguez

    Esperemos que no sea para tanto. En este caso, puede que en el sucedido influyera la luna, así que con ir de día, ya está. Gracias por comentar, Inés. Saludos.

  13. Salvador Esteve

    Original y genial relato con tono socarrón y tintes de prosa cervantina que nos sumerge en la casquería del infierno. Abrazos, Jesús, y suerte.

  14. Menudo relato, no soy de comer manitas ni morro, pero ya desde ahora ni se me va a pasar por la cabeza. Y casi tampoco haré turismo rural, o al menos no saldré por la noche y menos si llueve. Eso sí lo de los chiuahuas ya es el remate.
    Felicidades por este derroche de imaginación y llevarnos tan lejos de lo que se espera de unos lindos y dulces gatitos y perros.
    Un abrazo

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Gracias, Asunción, por tu lectura y comentario. Me alegro mucho de que te haya gustado mi relato. Un saludo.

  15. Esperanza Tirado Jiménez

    Y de fondo se oye el eco de una voz susurrando ‘nunca más’.
    Si lo llego a leer de noche… Escalofriante.

    Enhorabuena Jesús. Y Suerte.

  16. Calamanda

    Jesús, nos llevas sabiamente por una, en principio, comida rutinaria para darle ese giro tan ritmico y original. Suerte y saludos

  17. Hola, Jesús.
    Un tugurio de mala muerte que borraría de cualquier guía gastronómica. Uf, qué escalofrí.
    El toque de humor (en mi opinión), el guiño al lector está aquí: “Taberna Hijas de Luz y Fer, especialidad en carne de matanza”. Esto me ha devuelto la sonrisa perdida en los primeros párrafos.
    Me encanta por lo diferente.
    Suertísima y un abrazo.

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Muchas gracias, Towanda. Me alegra haberte pro»bocado» una sonrisa y que digas que te parece diferente.

  18. Ana Fúster

    Nunca volveré a mirar a un chihuahua con los mismos ojos. Me ha traído un poco a la cabeza la imaginería de «Abierto hasta el amanecer», pero en versión más castiza. Besos y suerte.

  19. José Ignacio Blanco

    Terrorífico, ufff… Iba a preguntar si estaba abierto hasta el amanecer, pero la compañera se me ha adelantado.

    Me recuerda algo que escribí hace tiempo. Tu local y el mío deben ser de la misma cadena comercial, aunque en el mío no preparaban semejantes delicatessen, estaba más orientado al alcohol y la música de blues. Hace mucho ya de eso.

    Me ha gustado mucho, Jesús. Felicidades y mucha suerte!!!

  20. Una ambientación bien lograda, se intuye lo terrorífico de esa taberna. Hay que fijarse siempre en el nombre de los locales, uno nunca sabe dónde se mete. Muy bueno tu relato, suerte.
    Saludos.

  21. Jesús, bien hallado. Me alegro de leerte también aquí.
    Me ha sorprendido el relato que gira, tras una presentación sosegada, a una vorágine terrorífica como en el bar de Abierto hasta el amanecer, donde nada era lo que parecía hasta las doce de la noche. Genial, ese trío viejo, gato y sartén infernal.

    El menú para la guía Michelín, aunque ya me dirás donde queda, para no ir nunca a cenar.

    Un abrazo, Jesús.

  22. Jesús Garabato Rodríguez

    Nunca se debe decir: de esa carne no comeré, por si acaso. Gracias por tu lectura y palabras, Manuel. Un saludo.

  23. Laly Del Blanco Tejerina

    Me encanta la mezcla de humor, desazón, inquietud y hasta miedo que consigues crear.
    Qué bueno!!! Ah! y las nenas Luz y Fer…buenisimo. Muy ocurrente todo, aparte de lo bien descrito que esta el antro en cuestion y la accion. He visto al viejo y la sartén de verdad.
    Suerte y un abrazo.

  24. Jesús Garabato Rodríguez

    Muchas gracias, Laly. Me alegra que te haya parecido ocurrente el relato y que lo hayas visualizado, pues era lo que pretendía. Saludos.

  25. ¡Ostras! (y no me refiero a estas como manjar), ¡terror a la carta!
    Gracias al descanso de la expresión: Hijas de «Luz y Fer» :), con esto he sonreído y me he relajado un rato.
    Me gusta la tensión que has creado, el ansia por avanzar en la lectura y adivinar qué pasa.

    Una buena propuesta, Jesús.
    Un abrazooo

  26. MªBelén

    Un tugurio con mucho misterio y ronroneo. Cuando el menú no es de tu gusto es mejor no pedirlo pues luego pasa lo que pasa, que terminas siendo tú el plato del día, en este caso de la noche.
    Siempre es bueno fijarse en el nombre de la taberna donde entras, da más pistas de lo que uno piensa.
    Genial relato con vuelta de tuerca para dejarnos bien helados.
    Un gusto leer esta buena lluvia de palabras.
    Un abrazo Jesús

  27. Barceló Martínez

    Menuda «pesadilla en la cantina», y para postre, que a la hora de la cuenta te saquen los higadillos.
    Nunca me hubiera imaginado, de motu propio, las fauces ensangrentadas de un chihuahua, no sé qué pasará la próxima vez que vea uno, igual acabo subiéndome a una farola.
    Suerte. Un cordial saludo

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Pues yo no lo dudaría, pero no creo que haga falta que sea a una farola. Con subirse al bordillo de la acera ya está. Gracias por comentarme, Ángel. Saludos.

  28. Jesús Garabato Rodríguez

    Parece una buena idea, Carles, pero fíate tú de algunas opinones en Tripadvisor. Gracias por leer y comentar. Un saludo.

  29. Seguro que ese chiringuito estaba «abierto hasta el amanecer», Jesús. Aunque a mi me ha recordado a la taberna de aquella otra peli «Las brujas de Zumalakarregui». El gato es un espectador de lujo en toda esta historia.
    Suerte y abrazos

  30. Caramba Jesús, ¡que relato más gore! Desde luego es una forma muy poco habitual de celebrar las bodas de plata. Además Eduard abandona a Martina a su suerte… En el local, cuando les ofrecen manitas no se podían imaginar que ¡eran las suyas! Para redondear el tema tenemos a los chihuahuas enloquecidos, el nombre de la taberna, los sartenazos, ja ja ja.
    Buena locura nos dejas Jesús.
    Un abrazo.
    Carme.

  31. Olga Noya

    ¡Que horror! Hay que saber donde se mete uno de tapas. ¡Menudas bodas de plata!
    Y vaya equipo que forman, el viejo zarrapastroso, el gato y los chihuahuas.
    Muy ocurrente. Da un poco de «miedito».
    Mucha suerte y un besote, Jesus.

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Gracias, Olga, por pasarte y comentar. Me alegro mucho de que te haya parecido ocurrente mi texto. Un saludo.

  32. Martín Zurita

    Hola, Jesús.
    Ya sabes: el que mucho abarca… Perdóname. Es ahora, al releer los comentarios cuando me doy cuenta del esfuerzo extra que tuviste que hacer para personificar en mí tu particular homenaje a ENTC. Claro que todos merecemos la pena y, a nuestro modo y manera, todos somos buenos escritores. Lo demás es cuestión de matiz, de punto de vista. Está claro que comentar o no es libertad de cada uno. Pues allá cada uno con su libertad. No quiero hacerme el héroe, estoy tratando de pergeñar un libro de relatos que me está quitando la vida, el niño, el eterno niño, dentro de lo que cabe, el trabajo. Y mi música y mi gimnasia. Y mi poesía. Lo he dicho, lo mejor que he sabido, en el segundo de mis poemas para la nueva propuesta. Lo que todos significáis para mí. Hombre, no nos engañemos y seamos sinceros, algunos más que otros. Me quedo con esa hospitalidad a los foráneos, a los advenedizos, hasta a los adversarios, si me apuras, que fue la sustancia del texto anterior de Juan Pérez. Si puedo, ya ves tú quién soy yo, intento ser didáctico. Soy un buscarruidos, qué le vamos a hacer. Pero no me quejo y sigo hasta donde aguanten el cuerpo y mi capacidad cerebral. Muchas gracias, amigo. No sabes lo que daría por poder tomarme un xeito, creo que se dice así, un vinito (o varios) de ese tan guapo que tenéis, el blanquiño, en cuenquito de cerámica o de lo que fuere, contigo. Un abrazo así de grande. Tú, con Ángel Saiz, capiteles capitales de ENTC. Y Juan Pérez por su sabiduría y bonhomía a la par. Y el otro Juan, ya te imaginas, por todos.

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