Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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44. 🌕 ¡ ¡ ¡ 💎 C o n t e m p l a t i v a 💎 ! ! !🌕

Manrique y yo nos extraviamos La Luna Azul de este agosto de MMXXIII. Peregrinábamos en la vegetación, cuando nos dimos de bruces con un monje. A bastante distancia y en el plenilunio entre alerces y sauces deambulaban otros, con capucha baja y musitando.

Hizo reverencias y nos explicó que su sanctasanctórum no se podía visitar a no ser que se tomaran los votos.

Luego se escuchó un toque suavísimo y delicado de arpa de boca y el religioso solicitó nuestras excusas y se evadió.

A lo lejos, emergía un espectáculo de torres, arbotantes y puentes levadizos muy albos.

Entonces Manrique dijo afinado con el arpa:

-Hoy doy Gracias a Dios, vislumbro mi camino y vida . . .

Mi estupor fue demoledor, aunque mi carisma católico era muy arraigado. De pronto salió corriendo hacia los frailes y no vi más a Manrique ni a los otros, ni eremitorio alguno metaselénico.

A mi regreso al pueblo, el mesonero me dijo que el enclave que yo le describía, eran unas quebradas que no estaban cartografiadas.

Toda la noche he buscado sin éxito. Pero sé que las coordenadas eran las mismas, porque es el único lugar, donde se escucha entre los lucos, un arpa de boca.

5 Responses

  1. María Rojas

    Una gran alegría encontrarte en el mes de la luna azul.

    El camino del amor siempre nos lleva al mismo bosque de lucos.
    Bien sea con Manrique, o Becker o monjes con luengas barbas canosas bañados de luz de luna y vestidos con sedas viejas, azulísimas de añiles.

    Un abrazote

  2. Barceló Martínez

    Hola, Juan.
    Inconfundible como siempre desde la tipología del título hasta el final. Lo primero que se me ha venido a la cabeza nada más leer tu relato es que los caminos del Señor son inescrutables.
    Un veraniego (muy, muy caluroso) saludo.

  3. Ángel Saiz Mora

    No sabemos dónde y cuándo encontraremos nuestro camino, bajo qué recodo o en medio de qué vegetación. Sí conocemos que cada cual tenemos el nuestro y que no tiene por qué coincidir con el de otros. Seguir los pasos ajenos no es de recibo. Tu protagonista perdió un amigo, de nada le va a servir buscarlo ni lamentarse, pero sabe que está en el lugar y la compañía correcta, abrazado a un destino a medida, de vida contemplativa. El otro personaje tendrá que buscar el suyo.
    Una historia diferente y una escritura singular, marca de la casa, que aporta un vocabulario que no por poco conocido para la mayoría, es menos correcto, de hecho, le sienta como un guante a este relato singular, como todos los tuyos
    Un abrazo, suerte y buen agosto, Juan

  4. Como el flautista de Hamelín eñ compañero de camino salió disparado hacia la llamada, el otro personaje quedó con los piés más en la tierra y no se dejó llevar a la primera sensación, aunque para sensación descubrir que todo podía haber sido un espejismo una aparición. Suerte Juan, en tu línea

  5. Gloria Arcos Lado

    Singular micro, Juan, con tu marca inconfundible.Tu protagonista no tendrá más remedio que aceptar que su amigo ha encontrado su lugar, aunque sea en un monasterio, y deberá buscar el suyo. Un abrazo veraniego. Gloria

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