54. SOMBRAS HASTA LA LUZ
Yo hacía castillos en el aire y tú en la arena. Paseamos de mano por la ciudad y cruzamos a nado la bahía. Te escribí cartas, te leí poemas, acaricié tus dedos y me empapé en tu olor. Embelesada, te vestí y desvestí muchas veces y ensayé canciones, bailes y colores. Oí palabras que solo tú podías estrenar y susurré otras que no había dicho antes. Fuiste mujer y a veces hombre, y en tus infinitas combinaciones te quise y sobre todo aprendí a querer.
Pero, de repente tu imagen se tiñó de rojo y se diluyeron en sangre todos los nombres que guardaba para ti. Mis castillos volaron por los aires y una marea de llanto arrastró la arena de los tuyos. Y de nuevo me quedé sin saber si tendrás mis ojos, mis rizos o mi forma de reír, pero con las mismas ganas de empezar mil veces, hasta que tú te decidas a nacer.
Y nacerá, seguro que sí!! Qué bonito el deseo de toda madre y padre, cuando no se hacer realidad y la espera se hace eterna. Me ha gustado mucho Elena. Suerte y feicidades.
Besicos muchos.
Gracias, Nani, muchas gracias por pasarte a comentar y por tus palabras siempre amables.
Un abrazo grande.
Sabemos que la vida no es justa. Una buena prueba de ello son los embarazos no deseados, frente a los anhelos de ser madre que no llegan a fructificar. No perder la esperanza y mantener la ilusión de generar una vida a la que dedicarse en cuerpo y alma es un hermoso reto. Los niños no nacen con un manual de instrucciones, es cierto; traer un hijo al mundo es una aventura tan compleja como apasionante, pero seguro que la predisposición a ello es capaz de anular cualquier dificultad.
Un relato sobre ilusiones y superación.
Un abrazo, Elena. Suerte
Gracias, Ángel, tienes arte hasta para comentar:-)
Lo que me gusta de los micros es que están sujetos a más de una interpretación o así me gusta verlos a mí, al igual que un cuadro de un pintor, que adquiere una tonalidad diferente según los ojos y el bagaje personal del que lo mira. Yo he visto más cosas que bebés en este texto, Elena, aunque el sentido del bebé que no llega a término esté ahí. Un bebé, un proyecto, un amor, cosas que la vida lleva y trae y esperamos, en fin.
Buen texto.
Gracias, Manoli. Tal como apuntas podría referirse a otras situaciones, aunque para mí tenga un solo significado. Pero sí es cierto que diferentes personas han entendido cosas distintas. 🙂
Lo que sí está claro es que tú has sido muy amable por venir a comentar 🙂
Un abrazo
Una maravilla de texto, breve, denso, con un final imprevisto. Enhorabuena.
Gracias, Manuela, me alegro de que te haya llegado el texto.
Saludos y muchas gracias por comentar.
Elena, un relato lleno del amor y de la ilusión de una mujer que ha visto malogrados sus embarazos, pero que, a pesar del dolor que le produce la pérdida, no se rinde y sigue luchando por ser madre.
Percibo tristeza envuelta de esperanza. ¡Enhorabuena, Elena! Mucha suerte.
Besos.
Sí, has percibido perfectamente. Creo que a las mujeres nos llega más esta historia. Un abrazo Pilar, y gracias por comentar.