18. Don Francisco de Goya (Mª Asunción Buendía)
Había asistido con gusto a aquel anciano que se granjeó su respeto y cariño. Ingresó desde una humilde residencia del barrio de Beicon Hill de Boston. Pero allí apenas sabían de él su nombre y que un despacho de abogados pagaba puntualmente su mensualidad. El director de la residencia le visitaba todas las tardes a las 5 y acompañaba el mutismo en que Mr Frank llevaba años hundiéndose.
Sin embargo con él, el más joven médico del hospital, se había abierto como se abre un ventanal en medio de la tormenta.
Esa mañana poco antes de cerrar definitivamente sus ojos había dibujado un tosco boceto para enseñarle la que, según decía era su casa.
Su casa, pero si parecía un palacio, o una iglesia.
Esa tarde, mareado y confuso regresó a su apartamento con una copia del testamento:
Boston, March 1, 2014
“Don Francisco de Goya y Aguirre, natural de Fuendetodos, provincia de Zaragoza, España, en pleno uso de mis facultades mentales, nombro heredero universal de todos mis bienes, y especialmente de los que hoy se exponen en la que considero mi verdadera casa, el Museo del Prado de la cuidad de Madrid capital de España, a mi médico personal.”
Creo que quedarse en lo ocurrente y original de tu relato encierra el riesgo de no ver muchas otras cosas que has querido decir, y que has dicho tan bien entre líneas. Enhorabuena. Mucha suerte.
Juan Antonio, cada persona que lee un relato hace su propia interpretación.
Se trata de que este señor Mr Frank es un descendiente de Goya, que por algún motivo acabó viviendo en Boston.
A mi este se me ocurrió en la entrada del museo del Prado, la semana pasada. Lo escribí como escribo todos del tirón, y a la vez dibujé un boceto de la entrada del museo. Así que claro a mi me gusta mucho, a riesgo de que no se entienda.
Besos
En este relato juega muy bien con la fantasía versus la realidad. Me deja la sensación de que me cuenta una historia real. Muy bueno, ¡suerte!
Saludos.
Gracias Beto, así es pudiera ser real, por qué no? Pero de momento solo es fruto de mi imaginación.
Un abrazo.
De un tirón Asun? Nena tú vales mucho eh. Ya he conocido más personas que escriben que lo hacen así, yo procuro dejarlo hornear al menos una noche.Es muy curioso el relato, me gustó.
Besinos gata
Querido Bluess, tu si que vales. Casi todos los relatos me tienen que salir así, solos. Si me obligo a escribir… no hay manera. También ocurre que empiezo con una idea y acabo escribiendo algo radicalmente distinto.
Cosas que pasan.
Besos de domingo perezoso.
Asun, vengo de tu blog y te digo que me ha encantado, como la explicación que le has dado a Juan Antonio. Par mí le has dado gran valor, porque te he imaginado haciendo el voceto y el relato con el entusiasmo propio de esa fuerza repentina que nos da,cuando nos da. Suerte y felicidades.
Besicos muchos.
Gracias Nani, fue así la semana pasada en el Prado. En el blog como has visto he publicado hasta el boceto. Es que he perdido la vergüenza por lo que se ve.
Pero como se que me leéis con cariño, pues ya está.
Un beso grande.
Mª Asunción, original punbto de vista; porqúe no pudo ocurrir. Suerte y saludos
Bueno Calamanda, quién sabe si ocurrió. La realidad supera la ficción ya lo sabes.
Besos
Asun, Mr Frank me da un poco de pena, ya que tu relato refleja su falta de cariño y su soledad. Espero que el joven médico no nos prive de contemplar la obra de Goya. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Así es de alguna manera acabó en soledad. Pero el joven médico comprende que el legado que hay en sus manos debe ser, como es, patrimonio de la humanidad. Así que tenemos Meninas para rato.
Besos
Un relato que da para muchas interpretaciones, en el que se unen pasado y presente. Una historia en la que aparece el testamento más valioso que pueda imaginarse, pues incluye obras maestras que son patrimonio de la humanidad, cuyo destinatario, un médico, ha sabido hacer algo más que curar, también dar cariño. Suerte y un saludo.
Ángel tu lo has interpretado tal y como yo lo imaginé. Y en plano del gremio de los médicos, así los concibo yo, como personas ante todo y que muchas veces curan mas que el simple cuerpo físico.
Besos
Hola Asun, me parece muy original y lleno de ternura, donde el final de una vida da paso al comienzo de otra historia que parte de una herencia multimillonaria.
Mucha imaginación.
Un saludo
Rosa.
Me alegra de que veas ternura en este relato. En casi todos los míos es una constante, la gente me lo dice y me gusta transmitir esto.
Y desde luego menuda herencia verdad?
Besos
Bonito y sorprendente relato, Asun. Parece escrito por un ángel.
Buena noche. Un abrazo.
Esteban, tu me lees con ojos no ya buenos, sino más que buenos.
No te voy a discutir, me gusta tu comentario, a pesar de ponerme de todos los colores, como te puedes figurar.
Un beso grande.
Hola, Asun.
A mí me parece que has hecho un micro diferente, original, encantador… Muy bien hilado ese Francisco de Goya y muy acertada tu forma de ver la tormenta.
Me encanta.
Un beso muy grande y suertísima.
Hola guapetona, si diferente seguro que es y hasta original. Me alegro de que te guste, ya sabes lo que significa para mí.
Nos vemos.
Hola Asun, ¡Qué suerte, el Museo del Prado! No me extraña este acumulación de musas que te han inspirado el micro.
Excelente. Un abrazo
David tengo esa suerte de pasear por el Paseo del Prado madrileño todos los días, y el museo del Prado es de mis sitios favoritos.
Pero cualquier sitio es bueno para escribir, también suelo hacerlo en el metro y en la cocina de mi casa.
Besitos.
Que original tu historia Asun! Una dedicatoria muy tierna para Goya. Besos
Bueno pues sí, puede ser un pequeño homenaje a Goya.
Gracias Isabel, me alegro de que te guste.
Besos
Asun, me gusta tu relato y me acercaré a tu blog para ver tu boceto, pero que sepas (estudio Derecho) no puede ser heredero ni el médico, ni el cura de un enfermo terminal. Sino seríamos más ricos los matasanos y el porcentaje de muertes sería mayor ja ja ja.
Un beso Te paso mi nº de C/C 6969696969696
Ay como eres. Pues al principio iba a poner que era un legado, pero creo que hay diferencia entre herencia y legado y varias cosas más. Incluso lo iba a poner como últimas voluntades. Pero no quería meterme en más jardines.
Pero bueno es solo un relato, y lo del boceto no se si lo tendré que quitar. Por cierto el mes que viene creo que ilustraré esta página. Ejem, ejem.
Besos
Asún, qué cierre tan original y «pinto-resco». Ahora mismo voy a ver tu boceto (eso no me lo pierdo). Me ha gustado el desenlace pictórico y sorpresivo que has creado . Goya contagia,¿ eh?
Un abrazo grande.
Gracias Petra/Amparo, muchas veces pintura y relatos van unidos, ya lo ves.
Me estoy divirtiendo de lo lindo con vuestros comentarios.
Y sin duda Goya contagia. Recuerdo un día precioso con mi hija viendo sus Desastres de la guerra, y francamente sobrecogían.
Un beso grande.
Asun, he leído varias veces tu relato.
Yo no veo a don Francisco nada ido. Lo que tiene es tristeza de estar solo, encerrado.
Si el nuevo médico lo saca de su mutismo sin necesidad de darle medicamentos, pues veo bien que él premie esos detalles.
Los últimos días de vida de una persona tendrían que ser de lo más felices. Además el joven médico creo que no lo hace de forma interesada.
Con más motivo su legado.
Abrazos.
Claro que ese médico no tenía ninguna mala intención, te lo aseguro.
El pobre era un buen ser humano, y el anciano necesitaba de esa atención.
Como digo me estoy divirtiendo mucho con vuestros comentarios.
Muchas gracias.
Besos
Ana estoy totalmente de acuerdo, muchos ancianos requieren atención médida y también un poquito de apoyo y paciencia. Este médico no hizo mas que ocuparse de él, y es cierto que además congenió. Y no tenía ni idea de con quien hablaba, ya ves mr Frank, ni siquiera Francisco.
En fin es todo una fábula salida de mi cabeza, según tomaba el sol del mediodía la semana pasada en las puertas del Prado.
Besos
Pues muy bien ese boceto, Asun, que idea más buena, junto a la fotografía. El relato es una apuesta muy original con la emotividad de los últimos días del anciano y el soplo del buen hacer del médico.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo
Gracias Maria Elena, soy muy comedida y tímida, pero esta vez he apostado por la espontaneidad. Dibujé a la vez que escribí, y tal cual lo pues en mi blog.
Tengo que decir que fue muy divertido y más de un turista me miraba con interés mientras lo hacía.
Un abrazo grande.
Para mí es tan original y tierno que se merece ser publicado en el libro. Enhorabuena, Asun.
Bueno, bueno, eso sería ya un notición.
Muchas veces lo he dicho, participar y disfrutar con los comentarios y leyendo a todos vosotros es ya un premio.
Que algún mes me gustaría salir al menos como mencionada o fianlista, ¡pues claro!. Pero eso será lo que tenga que ser.
Muchas gracias por vuestro cariño que eso no tiene precio.
Besos
Un relato muy original y pintoresco. Me ha gustado. Un beso
Gracias Concha, encantada de que te guste.
Besitos
Asun, me ha gustado mucho este relato cargado de humanidad contando esa relación tan especial entre Goya y el joven médico. El boceto, también muy logrado. Felicidades y suerte. Saludos
Gracias Juana, en realidad este Goya sería un descendiente del verdadero.
Bueno todo figuradamente claro.
El boceto me da un poquillo de vergüenza, ya que lo hice en unos segundos en la puerta del Museo del Prado. Pero como se que sois benevolentes lo he dejado.
Besos
Coincido con algún otro comentario en que me ha dejado sensación de realidad, y creo que es porque has dibujado muy bien la soledad y aislamiento de este anciano (fíjate que he dicho dibujado) porque con apenas tres frases nos has dado a entender muuuucho sobre la situación de ese Mr Frank.
Suerte. Un abrazo
Hola Anna, no es real que duda cabe, pero en algún lugar habrá seguramente algún descendiente de Goya, y por avatares del destino pudiera ser en Boston por ejemplo.
Me gusta haber transmitido esa sensación de soledad de tantos ancianos, que a veces conectan con un desconocido, en este caso con el médico.
Gracias por tu atenta lectura.
Saludos
Asun, amiga, para mí que tu texto se desparrama. Tengo la impresión de que no está trabajado. No veo ni la tormenta ni el conflicto, seguro que es problema mío. Veré los comentarios. Efectivamente, es problema mío, no he visto lo dicen. Nos leemos.
Ximens, no entiendo tu expresión de «desparrame» referida a mi relato, ¿en qué sentido?, yo creo que es un texto correcto, no tiene salidas de tono ni en lo argumental ni en su sintaxis.
Y respecto al resto de tus observaciones:
-Tormenta si hay, se nombra exactamente en la línea 9.
-Conflicto no hay, pero es que no tenía porqué, esa no era la premisa del mes «bajo la tormenat».
-Trabajado, pues aunque no te lo parezca si está trabajado, tanto que hasta el boceto del que hablo existe (lo puedes ver en mi blog. Y el barrio de Boston existe realmente. Y hasta me documenté un poquito acerca de las diferencias entre últimas voluntdes, legado, herencia y ciertos términos legales que luego al final no utilicé.
Así que fíjate, si después de todo te pareció tan insulso, está claro que debo esforzarme más.
Y te digo como tú a mi, se aprende más de estos comentarios que del «que bonito, cuánto me gusta»
Besitos.
Al no haber un conflicto se «esparrama», toma cualquier cauce, como por ejemplo este, Goya en Boston y El Prado como su casa. Pero Asun, no te preocupes por mis comentarios, simplemente yo creo que todo relato debe tener un conflicto y un giro, creo.
Entonces con conflicto te refieres al nudo?, ya sabes introducción o planteamiento, nudo y desenlace.
Me sigue pareciendo que lo tiene todo, es decir al principio sitúo la acción en una humilde residencia de Boston,y presento a los personajes, un anciano y un médico joven. El nudo es la conexión entre ambos y el dibujo de él. Luego como desenlace,el anciano muere y el médico es citado a la lectura del testamento y descubre que era un descendiente de Goya que le ha dejado unos cuadros del Prado como herencia.
Lo sigo viendo correcto.
Y no me preocupo por tus comentarios, solo que me choca que no hayas entendido este relato, yo lo encuentro ocurrente.
Un besito Ximens.