JUN127. UNA VOZ, de Calamanda Nevado Cerro
En la cortina de mi cuarto vive mi amigo viento; lo invité a leer; nos divertiríamos. La primera página la ocupaba un espejo plateado; decidimos besarlo; cuando se empañó surgió otro más bonito; recordaba uno, muy brillante; como recién limpiado, que rompí a mamá al mudarnos.
Lo frotamos con la lengua y cambio. Según hicieran nuestras manos y mis guantes, sus brillos galopaban; ¡oscureciendo la habitación aparecían dibujos la mar de bonitos!
Nuestros dedos, entretenidos en él, hacían surgir escaparates, gotas de lluvia, y cielos estrellados; ¡contamos tantas estrellas que nos fatigaron los ojos! Entonces hicimos trampas. Viento es mago. Estrenó juegos de magia ocultándose las manos entre las sábanas. Ocurrían cosas preciosas cuando resolvimos mirar detrás del espejo ¡sorpresa! Alguien como papá, ¡contaba el cuento de memoria!
Viento y yo apostamos para que se trasformara. Probamos, un poquito, acariciándolo con mi flor, ¡¡¡Se volvió bosque!!! Le echamos vaho, nos gusta meter la nariz entre la niebla, y sin querer lamimos una esquina; ahí cantaba un duendecillo del cuento con la voz de papa; despacio, bajito, y ¡muchas veces! “I si sta niña, viento y espejo cierran sus ojitos, y se dan las manos”.
No nos gustaba esa canción…
Esa niña, creo yo Calamanda, tiene mucha imaginación y poco sueño. Me gusta como cuenta sus hallazgos, y su mundo de niña. Abrazos.
Angeles, gracias. En la cabeza de esta cria solo entra el juego; el reto para su padre, desea relajarla y dormirla, no es cualquier cosa. Abrazos.
El mundo de los pequeños se rodea de fantasía y amigos imaginarios, Calamanda, tu relato plasma esa vision tan particular.
Si, las imagenes que estos personajes perciben desfilan en un laberinto de formas y colores. Gracias por tu calidez y seguimiento. Abrazos.
Natalia, gracias. Cualquier objeto ellos lo consideran su tesoro; en esta niña, las sensaciones que le produce el viento la llevan a considerarlo su amigo. Saludos.
Calamanda, en la primera lectura no he entendido casi nada. ¿Un padre que abusa de su niña? Veamos. Nada, no entiendo nada.©Pm,s. Veré qué dicen los comentarios. No me aportan mucho, sí la imaginación de la niña. Ya me contarás.
Ximens, esta niña matiza a soledad con fantasía; su padre, desea tenerlo cerca, no está. Lo sustituye con sus amigos imaginarios.
Hola, Calamanda. Tengo muchas dudas respecto al relato. Creo que esconde algo y no puedo pillarlo. Espero que me ilumines 😉
Un beso fuerte.
Inés, gracias, también a ti Ximens; con la investigación de esta nueva forma de comentar se me olvidó saludarte y agradecerte; disculpa y saludos. Inés, la niña fantasea en su cuarto con lo que tiene a su alrededor, no hay personajes reales cerca de ella. Saludos.
Hola Calamanda.Muy imaginativa la niña de tu relato, pero entristece pensar que esa imaginación va acompañada de soledad y la carencia de su padre.
Suerte y un saludo para tí. Elena
Si, así es. Gracias por tu comentario y saludos.
Calamanda, está bien contado la verdad la imaginación de la niña desborda. Quizás el único pero es quizás le falta un poquito más claridad el texto. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Sotirios, gracias. Veo que si, ahi coincidis la mayoría; tema pendiente a resolver. Abrazos y hasta la próxima.
Ana, gracias por tu comentario. Las cortinas son testigos de la vida; la de fuera y dentro de las casas. Esta niña supo buscar recursos para mitigar su soledad; es optimiosta y eso le ayuda. Un beso y hasta otra.
Hola Calamanda, me pasa un poco como a los demás. La primera frase me encantó y prometía mucho, pero después me he perdido. Leyendo tus explicaciones, comprendo un poco mejor el conjunto. Un abrazo.
Calamanda, yo también he tenido esa sensación de confusión. Pero una vez leídas tus aclaraciones, todo tiene sentido: la imaginación llega donde nosotros no.
Un abrazo
Paloma, gracias. Si, efectivamente es así; la imaginación es inagotable. Abrazos