121. Manolo
Manolo termina su Vodka sentado sobre el taburete del fondo de la discoteca. Ve pasar a las chicas en grupos hacia el baño riéndose a carcajadas y sospecha que es por sus orejas que aumentan de tamaño y sus manos tan peludas.
Las uñas de los pies rebasan el zapato como garras y los dientes le sobresalen hacia fuera, cada vez más. Los ojos son tan grandes que asustan al más tranquilo.
Mira a un lado y otro de la barra como buscando a alguien o algo, no sabe lo que quiere.
Temeroso, baja la cabeza, como quien esconde un misterio, sobre todo esta noche de luna llena. El sueño se apodera de él.
Despierta con su cuerpo extendido sobre dos taburetes, le pica todo, retira la máscara y deja de ser el mismo que anoche ventiló tanto vodka que no sabe ni donde está. Este disfraz de hombre lobo no es para mí, dice cansado, con cara de no haber descansado en días.
A mí siempre me dicen que durante la luna llena la gente actúa de modo diferente, pero creo que es un mito legendario. Nada que ver con Manolo en la fiesta de disfraces del pueblo.
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Irónico y divertido, Rosa. Un abrazo
Concha gracias por tu comentario, precisamente buscaba crear un texto irónico con matices de la noche de luna llena.
Un saludo
Rosa
El pobre Manolo, salvo que no recuerde haber seducido a aquellas jovencitas, tiene motivos para cambiar de hábitos.
Un saludo
JM
Manolo tiene un hábito de beber que le hace ver cosas e imaginarse situaciones propias de leyendas.
Gracias por comentar.
Un saludo
Rosa
Divertido relato y personaje el Manolo. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio gracias por tu comentario y es cierto que Manolo es mucho Manolo, sobre todo cuando bebe.
Saludos
Rosa
A mí me ha gustado, Rosa, creo que ese tal Manolo tiene un disfraz más real de lo normal. Además, has arriesgado con el cambio de persona en el narrador en el último párrafo, quizá para quitarle hierro y darle cercanía, aunque a mí me gusta mucho cómo transcurría la narración. Hacer humor es difícil y lo has conseguido. Buen trabajo.
Lorenzo,gracias por la apreciación.
El cambio de narrador lo he meditado mucho y aún no estoy segura de que haya sido un acierto, pero en su momento lo creí así para dar una mejor representación visual de lo que realmente quería expresar.
Saludos
Rosa
Rosa, al comienzo del relato nos llevas por un camino que nos sorprende cuando llegamos a su desarrollo final, con ese giro tan original. Suerte y saludos
Calamanda, gracias por comentar.
Me alegra el giro haya sido inesperado y te haya producido esa sensación al leerlo.
Saludos
Rosa
Este Manolo soprende al personal,yo creo que debería cambiar de costumbres y en la noche de luna llena no salir ya que el resultado puede ser nefasto.
Besos .
Puri, Manolo no es mal chico, solo que beber le ha hecho ver cosas que no son…ha confundido las cosas.
Saludos
Rosa
Gracias por tu amable comentario.
Que buen relato, me gustó como nos llevas a imaginar un final que no será tal, mientras el personaje se pierde en los vahos del alcohol.
Muy bueno.
Un abrazo y suerte.
El Moli, has acertado: el alcohol le hace imaginar o vivir situaciones inesperadas pero solamente dentro de su cabeza.
Gracias por tu comentario.
Rosa
Saludos