35. π
Hasta hace unas semanas firmaba como π y así se le nombra. Nadie conoce su apariencia, ni siquiera si es hombre o mujer. En su Primera Etapa escribía tuits en su perfil que nos hacían replantearnos nuestra existencia; otras veces su Obra aparecía en callejones de extrarradio con su símbolo acompañando un grafiti, tan majestuoso y trascendente que de inmediato sus seguidores expandíamos por la red. Logró su último fenómeno viral comprando cinco segundos de publicidad y utilizándolos para emitir de madrugada el primer plano del desagüe atascado de una ducha. Y aunque su firma no se mostraba en la grabación, todos sabemos que fue π. De hecho, ese corte, casi estático, se proyecta en museos del mundo entero y hay personas que sostienen haber entrado en una especie de trance tras varias horas de visionado en bucle.
Ahora debemos estar muy atentos, cualquier estímulo sensorial —por pequeño que parezca— puede ser una de sus creaciones anónimas. Su Segunda Etapa es global. Esta tarde, sin ir más lejos, un grupo de adolescentes se ha quedado mirándome fijamente mientras yo silbaba una melodía cualquiera en el vagón del metro. Luego han empezado a grabarme con sus móviles.
Impresionante Asier. Me ha encantado esa visión futurista del arte callejero. Es creíble, cercana y a la vez inquietante, en especial el final. Enhorabuena!!
Gracias por pasarte y comentar, Alberto. Me alegro mucho de que te haya gustado, en especial este relato, me ha salido un poco «rarito» 🙂
Un abrazo, Asier.
Asier, que bueno. Cuanto dices en esta historia tan bien contada. Suerte y saludos, y enhorabuena por tus exitos.
Calamanda, para bueno tu «Esperanza», es maravilloso. Enhorabuena por tu estreno ventanero y muchas gracias por tu comentario.
Un beso, Asier.
Un relato muy original, Asier. Me ha gustado cómo consigues reflejar esa necesidad social de buscar referencias, de crear ídolos que admirar, hasta da un poco de repelús ese final. Mucha suerte. Un abrazo,
Siempre ha sido así, la divinidad, el ídolo, nos gusta mirar hacia arriba buscándonos. Muchas gracias por pasarte, Esperanza.
Un beso.
¡Ídolo, tú! ¡Más que ídolo! Requetebuenísimo relato, que ya es bueno en su desarrollo y sorprende con un inesperado final, repito, muy original. ¡Muy bueno! Siempre portador de grandes ideas, de temas sorprendentes, de nuevos caminos narrativos… Soy súper fan. ¡A tope! En serio.
A tope estoy yo con comentarios como el tuyo, Salva, feliz porque te gusten mis «rarezas». Hay que arriesgar, aunque muchas veces no salga bien.
Un abrazo, compañero!
Me gustan mucho, muchísimo, porque noto el estímulo de leer un texto en el que alguien ha ejercido la necesidad de crear… la creación literaria… crear… hacer algo nuevo, no hecho. O intentarlo. Implica un riesgo, un riesgo imprescindible, necesario.
En fin, aquí termina el tema 1 de Filosofía de la creación literaria.?????
Un punto de vista distinto sobre lo que es el arte y sobre quienes son los artistas. El crear y el exponerse. Y el peso que tiene mantener el misterio. Un gran relato, Asier. ¡Mucha suerte!
Gracias, Patricia,
pues sí, está la subjetividad inherente del arte en función del momento, el prisma con el que se mire… y luego la tontería asociada. Y me inclino a pensar que hoy en día hay más de lo segundo que de lo primero. Un abrazo, compi.
Genial. Una historia sencilla, contada sin artificios y con un efecto final contundente. Al acabar, no puedes evitarlo, tienes que volver a leerlo, paladearlo. Seguramente es obra de π.
Suerte (aunque creo que no la necesitas). Un abrazo,
Gracias, Anna, siempre tan generosa con tus comentarios. Seguro que π estará disfrutando de tu doble lectura, pero yo más.
Un abrazo, Asier.
No he leído mucho este mes, pero este es el que más me ha gustado hasta ahora. Lo veo entre los diez mejores del año.
Guau, muchas gracias Lorenzo! Eso de estar entre los diez mejores va a estar complicado, pero me alegro mucho de que te guste.
Un abrazo grande!
Asier, muy original y buena historia.
Un abrazo
Gracias, Blanca, me alegro mucho de que te haya gustado.
Un beso enteciano.