25. «0001HGB»
En motocicleta, Ana descendía el puerto contemplando la niebla que cubría el valle. Solía decir que las brumas son “ almas del bosque” que bajan a dormir al río y con el primer rayo se levantan, como hebras de algodón movidas por el aire.
Se sobresaltó al oír el ruido de un coche que circulaba a gran velocidad. Miró por el espejo y, horrorizada, vio como se le venía encima lanzándola al río. Una rama le produjo una fuerte hemorragia en un costado. Al borde del desmayo, recordó la matrícula que vio por el retrovisor.
Movida por el coraje, sacó fuerzas de flaqueza para subirse al tronco.
En su batalla por vivir había un objetivo: descubrir a su asesino.
Inconsciente la encontró el pescador que llamó al 112.
La operación duró seis horas. En la sala se encontraba su marido, hecho un mar de lágrimas, y el policía a cargo de la investigación, tranquilizándole
– “Está bien, aunque un poco débil”, les informó el médico. Pueden verla un minuto.
– “Tiene buen aspecto”, dijo el policía. Ella sonrió con los ojos cerrados
– “Hola cariño”. Al oír su voz, su respiración se agitó mientras sus ojos se ponían en blanco.
– “Queda detenido”.
Me ha recordado a escenas de cine de Chabrol. Eso es que me ha gustado.
Un saludo
JM
Aquí también se adivina la tragedia
Pese a perder la consciencia puede recordarse perfectamente una combinación de cifras y números, siempre que estos resulten curiosamente familiares. Ella sobrevivió a la batalla y él perderá la guerra.
Buen relato, María
Un saludo y suerte.
Muy original tu relato, me sorprendió. Muy bien hilvanado.
Un abrazo y suerte.
¡Caramba con el maridito! No le salió la jugada como esperaba. Muy interesante el relato,María. Especialmente me ha encantado lo de «Solía decir que las brumas son “ almas del bosque” que bajan a dormir al río y con el primer rayo se levantan, como hebras de algodón movidas por el aire». Suerte y saludos
Buen cierre para un relato que parecía tener el crimen perfecto.
Un beso maría.
Me alegro de que os haya gustado. Por desgracia, está basado en un caso real. Si ella hubiera muerto, jamás hubieran relacionado a su marido con su muerte, por lo buena persona que parecía y por lo afectado que estaba, según me contó el policía. Saludos.
Por un momento pensé que sería el médico me despistaste. Esos maridos pervesos.
Abrazos y suerte
El gran tesoro de tu relato lo he encontrado bajo la piel en la matrícula que cada uno guarda y que tú expones en el título.
María, interesantísimo relato, al principio poético y luego se bifurca hacia el género negro que me encanta. Muy bueno. Abrazos.
¡Sorprendente final! No me lo esperaba, ni el marido, claro.
Muy bueno.
Un secuencia muy bien narrada que nos lleva hasta el homicida. Hay expresiones muy bonitas que me han llegado (como la de las brumas y las hebras). Mucha suerte 🙂
Bravo por Ana. Pudo salir de la bruma y desenmascarar a tan falso personaje. Las negras intenciones no pueden quedar impunes.
Un beso y mucha suerte.