01. HARPAXOFOBIA *
Ha vuelto a notarlo. Al salir de la cocina ha intuido el salto de esa figura apenas imperceptible entrando en su cuarto. Ha decidido no ir a comprobarlo. No necesita comprobarlo. Lo ha visto cruzar el pasillo de un salto como otras tantas veces. Y sabe que cuando vaya al salón todo seguirá igual que siempre. Todo estará en su sitio. Pero en unos días volverá a darse cuenta de que falta alguno de los libros de la estantería de Julio, una foto de la repisa o una macetita de las suculentas. Todo su temor es imaginar donde va a parar todo lo que le quita: cucharillas de café, ceniceros, el mantel de flores, el candelabro de la tía Bea. El gato. Pobre Chispas. Aquella noche pudo escuchar uno de sus habituales bufidos de advertencia a quien se le acercaba más de la cuenta, y a la mañana siguiente se había esfumado para siempre. También su marido, Julio. En unos días hará ya casi un año. «Volveré tarde», dijo.