01 LA ETERNA FELICIDAD
Le ilusionaba conseguir que ella, algún día, pudiera disfrutar del “desayuno perfecto”. Ideaba posibilidades continuamente. Café o chocolate. Tostadas de pan de trigo, de espelta, de centeno. Pasteles horneados, rellenos. Zumos. Batidos. Fruta de temporada. Música estimulante. Y siempre, por supuesto, unas bonitas flores.
El reto era mayor porque a ella le resultaba fácil encontrar la nota discordante, valoraba cada detalle de forma exquisita. Acertar si se trataba de «un día de café» o «una mañana perfecta para el chocolate» ya suponía una probabilidad de fracaso del cincuenta por ciento. Si la fruta de temporada se repetía en el zumo «era tan monótono…» Combinar dos diferentes, un reto. El relleno de los pasteles nunca le salía igual… un día estaban «dulces», o «grumosos», o «demasiado densos…» A veces cambiaba la forma, pero los redondos «no se cocian por igual por todos lados» y los triangulares resultaban «poco apetecibles». Y las flores solo debían ser un complemento, sin protagonismo, unas rosas o unos jazmines podían «contaminar el aroma de todo lo demás», las margaritas traían «pequeños insectos repugnantes» y las violetas le transmitían «una triste nostalgia… »
Pero él no perdía la esperanza de conseguirlo: estaba tan cerca de hacerla feliz…
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La felicidad es una quimera, nunca se alcanza, al menos de forma plena y durante un tiempo razonable. Eso no quiere decir que no pueda intentarse. Tu protagonista trata de crear la atmósfera perfecta cada mañana para la persona a la que ama, algo en lo que fracasa una y otra vez, pero el solo hecho de intentarlo es lo que le ilusiona, la expectativa de poder lograrlo, o acercarse mucho.
Un relato que enseña a no perder la ilusión, a no dejarse llevar por la frustración, a no dar nada por imposible.
Un abrazo, Juan
Ay, ¡pobre enamorado! Creo que le traiciona el voopret, ya que las personas como ella nunca tienen suficiente. Se autoboicotean su propia felicidad. Quizás sería mejor que intentara olvidarla y buscar otra mujer que apreciara todos esos detalles ¡A mi con los pasteles ya me tiene conquistada!
Abrazooooo.
Vaya borde, la muchacha. Un hombre maravilloso le ofrece cada día un festín glorioso y ella le pone pegas. Un café malo y un bollo infame le pondría yo para desayunar y…Aire. Guapo, guapo, tu micro, Jams. Un besazo.
Definitivamente calificó a esta mujer como una verdadera “pija”, estoy con mis compañeras que debe dejarla, se sentirá liberado. A los hombres que actúan así, en mi pueblo los llaman “Juan brevas”. Se que es machista porque no hay otra acepción parecida cuando es la mujer quien soporta el yugo de un hombre, y eso se da con mucha frecuencia. Detrás de lla apariencia de poético y costumbrista hay una buena carga de profundidad. O así lo veo.
Me ha gustado.
Has creado dos personajes dignos de analizar psicológicamente. Él porque ansía la perfección hacia su amada de una forma enfermiza y servil. Y ella porque, como dicen mis compañeras en sus comentarios, es una borde que nunca tendrá suficiente.
Por otro lado el hecho de que centres tu narración en ese suculento desayuno de frutas, zumos, pastelitos y flores ¡hum! me ha dejado con muy buen sabor de boca.
Saludos Jams