01 – LA META (JAMS)
Ya ha contado 56 dorsales rojos. Cuando ha entrado en meta la primera mujer de la prueba, a María, que se encuentra entre el público apiñado en la última curva, le ha sorprendido no encontrar en ella ninguna muestra de dolor. Después de 42 kilómetros de esfuerzo esperaba ver reflejada la satisfacción, pero ha cruzado la meta, se ha sentado en el suelo, y ha tirado las deportivas con un gesto de hastío, de quien se deshace de una molesta obligación.
María espera que Valeria llegue pronto. Y espera más, espera que cumpla lo acordado. Nunca ha creído en la existencia de las soluciones rápidas y afortunadas, pero se cree con meritos suficientes para merecerlo.
– Está bien -le respondió Valeria un mes antes -, este año correré la San Silvestre, y si entro entre los 100 primeros de la prueba… nos casamos en primavera.
Confiaba mucho en su palabra. Sólo bastaba esperar.
Ya ha contado 85 dorsales rojos. Le crecen, por momentos, unas inmensas ganas de llorar, por el calor del público que recibe a cada participante como un héroe, y porque desde hace un momento le ha parecido escuchar el lamento, muy lejano, de una ambulancia.
Duro el maraton para correrlo y para la vida, retos fuertes que pueden caer en la camilla de una ambulancia, buena Jams, saludos
El deporte como paradigma de reto y superación, equiparable a la vida, con el exigente maratón como símbolo. Cuando el esfuerzo recibe su fruto y la épica se corona con éxito todo está justificado. El problema se produce cuando las circunstancias aplastan los deseos y parecen volver inalcanzables los sueños. Sólo queda pedir que esta atleta pueda reponerse del percance y cumplir sus planes, con la satisfacción de que el intento ya es en sí una victoria.
Un micro que pone alto el listón.
Un abrazo, Jams
Juan, has elegido un buen tema, las lesiones se dan mucho en este ambito, y te dejan fuera despues de poner todas las ilusiones. Suerte y saludos
Triste historia y depender de la entrada en meta para casarse un sin sentido, pues podría ir despacito a propósito. Por poner un final feliz, que corra al km. 10(San Silvestre), ella está allí, esperándola.
Un abrazo
Hola, Jams.
Como cada mes, o bimes, inicias el marcador poniendo el listón alto. María y Valeria demuestran que son luchadoras y no solo por el esfuerzo físico de esa prueba tan dura.
Eres un grande, aunque seas pequeñito, jajaja… que no, que es broma.
Un abrazo inmenso.
Hola, Juan. De acuerdo con los comentarios precedentes de los compañeros. La ambulancia es la que marca el cambio y la posible ruptura de planes. La vida es una tómbola. De cualquier forma, encuentro detestables los matrimonios condicionados. Un abrazo.
Un esfuerzo, una promesa que facilitará una importante y valiente decisión. Una carrera a la felicidad, pero ese sonido nos deja sin aliento. Gran relato; Jams. Abrazos.
Un relato con una intrahistoria muy rica y que diversifica la interpretaciones que el lector quiera darle a ese condicionante sobre el que haces girar el destino de sus protagonistas. Un abrazo 🙂
Pues yo me pongo en positivo, aún faltan 15 y la ambulancia vete a saber para quien es.
Abrazotes
Cuando la promesas se hacen un dolor patente en la carrera que dura la vida.
Buen comienzo de carrera, ahora nos toca seguirle la pista.
Un abrazo jams.
Muy buena historia, Juan. No le falta un detalle…
Me encanta ese final abierto, con posibilidad de triple interpretación (desde mi punto de vista):
1.- Valeria está en la ambulancia.
2.- Valeria ha abandonado la carrera y no piensa llegar entre las 100 primeras. 3.- La ambulancia es para María…
¡Enhorabuena!
Y una cuarta: la que dice Javier.
Nos dejas pensando más allá de lo que puede haber pasado, como no lo sabemos seguiremos esperando a Valeria que a lo mejor solo se retrase.
Un gran abrazo Jams.
Un texto con un montón de imágenes. Me quedo con la chica que se deshace de sus deportivas con el gesto de hastío.
Ha pasado ya una semana, ¿aún no se sabe nada de Valeria?
Saludos, Jams.
vaya final inesperado Jams!! Los maratones que la vida nos presenta a veces son cuesta arriba y la meta se hace de rogar.
Besicos muchos.
Me gusta sobre todo cómo has hecho un perfil de las dos protagonistas de forma indirecta. La focalización en la ganadora me hizo pensar que era Valeria. No obstante, en esa ganadora están las claves del relato, creo. Ninguna muestra de dolor, hastío, molesta obligación. Bien.
Quizá se marcó como objetivo estar en los 100 primeros por demostrar ser capaz de esforzarse, pero sólo con correr la maratón ya se da prueba de ello. De hecho, aún es mayor muestra de valentía hacer públicos sus sentimientos. Desde aquí animamos a Valeria a que se case (y que no sea nada lo de la ambulancia).
Buena historia para inaugurar el nuevo tema.
Un beso.
Carme.
Una absurda promesa. Como la mayoría de las que hacemos. Me gusta esta historia con más historias dentro. Enhorabuena, Jams
Nos dejas un natural y hermoso texto con varias interpretaciones a gusto del lector. Enhorabuena.
Gracias por mantener este lugar de encuentro que sirve para que unos cuantos se suelten la melena literaria (me incluyo).