01. TODO LE VALE
Adolfo es un hombretón tan amable y cariñoso que, cuando murió su mujer, no dudamos en buscarle un rincón en nuestra casa. Siempre estuvo tan pendiente de ella que, tras su repentina pérdida, se sintió desolado en aquel frío caserón.
Como, desde jóvenes, habíamos mostrado pareceres y gustos afines, me pareció oportuno invitarle a probar mi sidra, nuestro queso fresco y otras cosillas de casa. A comienzos del otoño ya se había acostumbrado a visitarnos todos los días. A veces hablábamos durante horas sobre cómo acabar con algunas plagas en el huerto, del abandono del campo o de las consecuencias de la sequía del último verano. Otras, le encontraba metido en harina con mi mujer, haciendo cualquier faena del hogar: lo mismo limpiaba la chimenea que cocía un pan de maíz. Y nos daba tanta lástima verle regresar a su casa…
Además, tenerle cerca tiene sus buenas satisfacciones. Cuando Mariola, que anda muy despistada últimamente —la edad, dice ella—, me compra las camisas, los calzones o unos simples guantes, no suele atinar fácilmente con las tallas; pero se los prueba luego a él, se miran fijamente un instante, y se mueren de la risa, felices de que todo le valga.
No hacen falta más palabras para entender que, incluso sin ellas, la comunicación y la mayor complicidad son posibles. Otra cosa es que este personaje, que hace también las veces de narrador, sea un iluso, inocente y confiado, que no se da cuenta de las segundas intenciones y de que todo no vale.
Otra nueva convocatoria llena de buenas historias, como esta.
Un abrazo, Juan.
Uy, qué pillín el Adolfo, que le han abierto su casa y se ha tomado todas las confianzas. Y qué inocente el amigo, que padece de kalopsia, a pesar de que ya se ha acabado esa convocatoria.
Un abrazo.
JAJAJA….como dice Rosalía, este micro es una historia que mezcla perfectamente nuestra querida kalopsia con nuestra nueva compañera de juego «mamihlapinatapai» (cuesta trabajo hasta de escribir)
Nos leemos
Ay Adolfo, ay Mariola y ay el pobre narrador de la historia. Si es que el amor está en el aire