03 Despedida
Dicen que soy un alma vieja. Que ya no necesito reencarnarme más. Que ahora he de dedicarme a instruir a las más jóvenes cuando, entre vida y vida, habitan esta colosal nada repleta de paz y silencio. Pero, prometiendo ayudar a otras almas a cumplir su misión en la Tierra, he logrado convencerles de que me dejen volver. Y por fin, tras nueve meses dentro de este tierno cuerpecito, cuando las convulsiones de la cavidad que me acoge me empujan lentamente por el estrecho tobogán, la emoción me embriaga. Me pregunto si volveré a reír hasta que me duela la tripa. Si lameré la piel de un cuerpo ajeno, cabalgando juntos hacia el éxtasis. Si escucharé el sonido del mar. Si me deleitaré con el aroma del jazmín. Si sentiré el césped húmedo bajo la planta de mis pies. Si veré a mi pelo enredarse en un tango con el viento… Y cuando llego al final del túnel y unas expertas manos me toman, la confusión me invade y ya no recuerdo quién soy ni qué hago aquí. E irremediablemente rompo a llorar mientras, sin saberlo, empiezo a cumplir mi verdadero propósito: exprimir por última vez este milagro llamado vida.
Sara, me gusta mucho tu micro, es muy original en el tema elegido y está narrado de manera magistral. Ahora que nadie me lee te diré que, si pudiera elegir, la reencarnación siempre me ha parecido una buena opción, y a ser posible, rica, para poder hacer las cosas que se quedaron sin hacer en mi vida anterior.
Lástima que no sea así…
Un abrazo y suerte.
Muchísimas gracias Rosalía, siempre tan generosa! Respecto a la reencarnación, coincido contigo en que como teoría no suena nada mal… Por cierto, si algún día se cumple tu deseo, acuérdate de mí y llévame a dar una vuelta en uno de tus yates, jeje. Un abrazo!
Está claro que «este milagro llamado vida» debe exprimirse todo lo que sea posible, como dice un amigo mío: «Lo que dé de sí la máquina». No sabemos si después habrá algo más y, si fuera el caso, cómo será, así que mejor aprovechar lo conocido. Tu protagonista empieza de nuevo, con todas las expectativas abiertas que ello supone, pero puede que con la sabiduría acumulada de otras vidas, que va a necesitar para disfrutar su nueva existencia lo más posible y puede que, de paso, para ayudar a otros a que también lo hagan. Qué mejor satisfacción que esa.
Una historia bien contada y esperanzadora. Muchos queremos creer, aunque tengamos cierto reparo en admitirlo, que la muerte no es el final.
Un abrazo y suerte, Sara
Muchas gracias Ángel, yo no sé qué nos espera tras la.muerte si es que nos espera algo, mientras solo nos queda elucubrar y exprimir la vida al máximo, como bien dice tu amigo. Un abrazo de vuelta!
Una magnífica idea encajada en una trama y una estructura muy conseguidas. Además, logras expresiones muy interesantes, entre las que personalmente destaco las pinceladas centrales con que resumes las experiencias de toda una vida. Enhorabuena y suerte, Sara.
Muchísimas gracias Eduardo, por este comentario tan alentador, que me alegra el día! Un abrazo!
Bueno este alma ya tiene sobrada experiencia en reencarnaciones. Sabe que cada vida es totalmente distinta a las anteriores, ahí está la emoción , en el factor sorpresa, Anticipar sus experiencias es inútil, aunque se lo pregunte.
Me resulta un tema interesante por las enjundia que tiene.
Buena creación.
Muchas gracias Rosa, tienes razón, el tema tiene mucha enjundia. Un abrazo y gracias por leer y comentar!
Un hermos canto a la vida. «en un tango con el viento…» Me encanta esa imagen.
Muchísimas gracias Edita por leer y comentar. Un abrazo
Si tuviera que apostar por un pecado capital de la muerte, sería el de la envidia por la vida. No somos conscientes de la rareza universal de estar vivos, dando por hecho situaciones y estados realmente extraordinarios.
Relatos como éste te hacen reflexionar sobre ello, y más si están escritos con tanto acierto y sensibilidad.
Me ha gustado mucho, Sara.
Un saludo y gracias por pasarte a comentar mi relato.
Muchísimas gracias Antonio, completamente de acuerdo en lo maravillosamente raro que es estar vivos. Gracias a tí también por tu generoso comentario, un abrazo!
Un alma a la que le premiten una reencarnación más… y vuelve para exprimir la vida. Me encantan las experiencias que se pregunta si repetirá, curiosamente están al alcance de casi todo el mundo – y es que para disfrutar de instantes de felicidad no es necesario etner dinero.
Me gusta lo que cuentas y cómo lo cuentas.
Un abrazo.
Carme.
Cuánto me alegra que te guste Carme, me hace mucha ilusión. Muchas gracias y un abrazo