03. MARTES EN MARTE (JAMS)
Silve y Tom suelen cenar tarde. El menú ha sido el de un día cualquiera: caldo de puerros hidroponizados, un par de filetes de gyromitras (ese hongo que Tom ha desarrollado como ingeniero de cultivos) y un pastel sonrosado cuyos ingredientes sólo conoce la cocinera. Martka es originaria de tierras del Bósforo, y en ocasiones especiales, le gusta sorprenderles con viejas recetas que viajaron con ella.
Tras la cena, Silve ocupa su sillón preferido, como los últimos diez días, para continuar con una novela ambientada en la última Guerra Mundial. Tom, en cambio, tiene reservada para esta noche la audición de la última joya de coleccionista que ha adquirido: la grabación en directo del último concierto de Sam Cooke en 1964, poco antes de morir acribillado en un motel de carretera.
La tranquilidad del momento lo rompe un escandaloso grito desde la cocina. Silve, que reconoce enseguida lo que ocurre, le hace una seña a Tom para que se quite los cascos y pueda escucharlo. Ambos sonríen al entender que se trata de otra atronadora conversación de Martka con su familia: les resulta enternecedor su ingenua y exagerada alegría. Al parecer, esta noche, en la Tierra, celebraban el Año Nuevo.
Tal como lo planteas prefiero un Año Nuevo estruendoso que uno apacible en ese mundo nuevo. Muy original Jams. Felices fiestas, esta vez terrícolas, para ti.
Muy original
No lo había pensado, cada planeta tiene su año. Bien imaginado y descrito.
Abrazos
Baja, baja, que se te va la cabeza más allá de las nubes. Vaya año marciano se te ha ocurrido pergeñar, que original. Besos terrestres.
Mira que cienciaficciónico te nos has puesto con esta crónica marciana de fin de año. Yo, como es lunes, aún estoy en la luna. Jefe, besos y suerte. Ya sé que no concursas, pero quédatela, que siempre viene bien-
Je, pues no lo veo nada disparatado. Muy aséptica la parejita esa, menos mal que la chacha le da un toque carpetovetónico a la situación. Y al menú. Pod ciedto, ¿un pastel sonrosado? Extraño adjetivo para un postre. Luego lo releo.
Beso chavalote.
Muy bueno JAMS, me ha gustado mucho, me has despistado con el final, pensé que sería una chica quizás sudamericana que llama con espectacular alegría a su familia en contraste con una pareja totalmente sobrada de navidad.
Me gustó. Abrazos
Me gusta el título y me gusta el resto. Cómo allá en Marte se siguen reproduciendo los estereotipos terrestres: el matrimonio maduro y gafapasta y la espontaneidad y alegría sencilla de la cocinera que echa de menos a los suyos.
Y seguro que era martes y 13!!! 🙂
Me ha encantado!!
Abrazo.
Muy original, aunque me quedo con la Tierra. No sé si en ese planeta no pasan los años o simplemente no se celebran el cambio de año.
Un abrazo
Hola, Jams.
Este año no me importaría salir hoy mismo para Marte y volver la segunda semana de enero.
¡Qué bueno eres narando historias, jopé!
Un abrazo.
Towi, anímate, mujer, que todo llega y todo pasa!! Y además, tienes el cariño de esta gran familia, que no se te olvide.
Abrazo.
Un toque de ciencia ficción llevada a la genialidad de tu relato, con un final que te hace sentir nostalgia… y eso que nosotros no estamos en Marte.
Un abrazo Jams
Curioso e interesante. No me convence el título, me parece un poco chiste malo, no lo veo acorde con la calidad del relato. No te votes a ti mismo.
(Esto de criticar al jefe malo no será, pero bueno seguro que tampoco.)
Abracísimos.
Jams, como casi siempre, relato inteligente y fuera de la norma.
No habrá otro parecido. Es elogio que conste.
Un abrazo
Juan, se ve que en su mundo no celebran nada especial, eso nos lo cuentas muy bien. Y tambien los sentimientos y sensaciones. Abrazos
Pues a mí me gusta ese arranque inicial de serenidad, abstraído del mundanal ruido. Se nota que está escrito e inspirado en «Senderos del Agua».
Buen relato, aunque sí, me sobra un «martes». El otro es perfecto.
Me ha gustado mucho, ¡Ingeniero!
Un abrazo.
gracias¡¡¡ como siempre, me tratáis muy bien.. ¿por qué será? ja ja ja¡¡¡¡ Porque yo lo valgo¡¡¡¡ ja ja ja Realmente el objetivo que persigo es marcar esta fiesta tan «trascendental» como un mero convencionalismo, una costumbre sin más, y lo del título, pues también lleva ese objetivo: mientras en la tierra es Año nuevo, en Marte (o donde sea) es Martes, un día cualquiera (que era el título con el que comencé, aunque me pareció demasiado explicativo) Pues gracias, y ¡¡¡feeeeeeeeeeeeeliz añoooooooo nuevoooooooo!!!! ja ja ja
Hola Juan:
Ese cultivo hidropónico ya me estaba a mi oliendo a algo raro. Esa familia hiperespacial pero con un gusto cultivado por lo antiguo te ha quedado muy bien descrita en su asepsia. Me alegro de que compartan viaje con Martka. A mi me gustaría tener la receta de ese pastel rosa.
Un beso
Una buena muestra de cómo sería el mundo (o será) si se colonizasen otros planetas).
Jams, los colonos tienen que adaptarse al año marciano, más largo, pero la añoranza nunca se pierde. Muy bueno. Abrazos.
Jams…. ahí va un cierre para dar ideas a quien aún no tenga claro un destino para estos días tan señalados. Me reserva vd. un par de billetes. Abrazos.
Que original, la noche vieja vista desde marte, quizá algún día esa escena sea real.
Un besito
Buena ambientación y estupendo desenlace, Jams. Un abrazo