10. LECTURAS MADURAS (MARCOS SANTANDER)
Amainaron todas las tormentas. Tenían decidido que su siguiente correría fuera en una biblioteca ¡Era tanto el placer que experimentaban ambos leyendo y estando cerca de libros, que pensaban que sus fluidos se movilizarían a nada que comenzaran a leerse mutuamente! Sin saber cómo, se vieron intentando escamotearse en un cálido rincón entre viejas estanterías de una venerable librería del centro, pero fueron sorprendidos por el viejo librero. Dos manzanas más adelante entraron en el magnífico edificio que albergaba la biblioteca. Esta vez sí. Cuando ya estaban solos, expandieron varios cientos de los libros más señeros por encima de una mesa grande de estudio y se mezclaron. Leyeron y leyeron sin resuello a lo largo de la noche. «Muérdeme en el sumario y el prólogo» «Léeme las páginas impares de la espalda de arriba abajo» «Moja el índice aquí y pasa página» «Mira qué párrafo más potente y terso» Dicen que se les oía susurrar. Lo de menos era dónde estaba el final, lo importante, el mientras tanto, el no saber si el aroma, los tactos y los sentidos eran de sexo, papel o tinta. Pero todo transcurrió, legiblemente, entre sus largas y flexibles páginas de piel biblia.
Letras y pasión muchas veces van de la mano. Creo que tu historia lo explica muy bien. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias, Juan Antonio, celebro que te haya gustado.
Marcos, y luego dicen que el sexo no es cultura. Muy original y divertido. Abrazos.
Ah, yo sí puedo estoy todo el día culturizándome, y por las noches lo procuro. Gracias y salud.
Un relato termo-dinámico, con un índice de aceleración de
9,8: la velocidad de la sed. Porque este relato no se lee, se bebe.
Y yo que creía que después de la tormenta venía la calma….
Gracias, Nieves, por tu enriquecimiento de mi relato. Yo, es que lo bebo todo! Beso.
Marcos, un relato para leerlo despacio, releerlo, disfrutarlo, «madurarlo»…
Abrazo.
Todo es mejor hacerlo despacio y con buena letra, leer, releer, beber, rebeber, etc. Gracias y salud.
Efectivamente, Ana, este año es la maratón del sexo y la lectura. Es tan cortó todo en la vida! Gracias y salud, para leer sobre todo.
Bien intuido. Mientras pueda seguiré intentando leer en cualquier lugar apropiado o loco.
El cortó de la otra respuesta es un corto llano, es que está escritura predictiva de estos aparatos del diablo tienen estas cosas. Besos.
Me parece un relato muy bueno muy bien escrito, para guardarlo y aprender.
Saludos.
Muchas gracias, Asun, por tus palabras. Celebro que te haya gustado. Salud.
Has dado una mirada nueva a las bibliotecas. Siempre un lugar interesante ahora mas. Felicidades y suerte
Da un poco de trabajo extra, el ordenar libros y todo eso, después, pero merece la pena, a todas luces. Gracias por tu comentario. Salud.
Bebido, sentido y disfrutado. En eso de hacer cosquillas mentales eres un maestro. Otra cosa es que seamos capaces de vivir lo intuido y vivido. Yo no te llego ni a la altura de tu imaginación. Ya me gustarìa. .
Ya sabes, cuando no puedes realizar algo muy de verdad, échale imaginación al asunto. Es parecido. Gracias por tu comentario, my friend.
Sexo y literatura, la vida misma. Quizás sobre ese «dicen». Suerte.
Sobre ese, sobre e, sobre x y sobre o. Sobre todas las cosas, sexo y rock and roll.
Lo que dan de si los libros. Que gusto, que tacto, que olor. Nos activas todos los sentidos en tu historia. Oigo hasta el R&R. Veo al bedel desorientado.He disfrutado.
Un abrazo.
Hay que emplearse a fondo. Gracias Ricardo.
Hummmmm, un amante letrado. ¡Qué bien!
Felicidades
Hummmmmmm, una lectora viva. Qué requetebién!
Tu micro repleto de erotismo es un placer para los sentidos. Muy bueno. Un beso
Muchas gracias, Concha, celebro que te haya gustado. ¡Viva la vida! Besos.
Te ha faltado el tacto de lomo de vatuta. Pasión. Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, te quedan los libros por leer y por escribir. Menos mal.
Un abrazo Marcos.
Ya irán llegando, Jesús, soy tan joven! Ya sabes, nuestros placeres no pueden ser sin pecado un adorno y, mientras tanto, golpeamos la tinieblas. Abrazo handia.
la historia lo explica todo