104. CONDECORACIONES (Paloma Hidalgo)
La Cruz del mérito te la impongo por la habilidad demostrada en innumerables ocasiones para encontrar la manera de traer dinero a casa.
Ésta, al Valor, te la concedo por la enorme cantidad de años que llevas a mi lado queriéndome, y demostrándomelo.
La de los Servicios Distinguidos la lucirás en el pecho por las misiones cumplidas con éxito en el ejercicio de la crianza de nuestros hijos.
Una Estrella de plata, porque de oro no he encontrado, y una Cruz Victoria, que creo que se la otorgan a los que luchan contra el enemigo poniendo su vida en riesgo, de parte de tus suegros.
Pero te pongas como te pongas, lo que no estoy dispuesta a aceptar es que tú me cuelgues otro Corazón Púrpura. Vas a tener que prometerme que vas a cuidarte, que se acabaron la vida sedentaria y ese medio paquete de cigarrillos que te fumas a escondidas; porque cuando te repongas de este infarto, soldado, te quiero conmigo en la trinchera.
He entrado para copiar la dirección y ya habías respondido…Qué rápida Ana, y que amable, como siempre. Hay cosas que no cambian nunca, por fortuna.
Muchas gracias, un beso.
Sencillamente magistral, Paloma. Un abrazo.
Gracias Eva, por comentar así. Un abrazo,
Precioso Paloma. Que bueno tenerte de vuelta.
Gracias compañera, por partida doble!! Voy a ver si me pongo al día con vuestros relatos.
muy bonito, me ha gustado mucho
Me alegro mucho Rafa, un abrazo grande.
Como siempre Paloma talentazo, de todas maneras conmigo lo tienes fácil porque tus textos son siempre una una de mis debilidades. Me encanta como nos traes a la tierra cómo nos hablas directamente, podríamos ser cualquiera de nosotros en ese amor entregado. Impacta y llega. Perfecto.
Eres un encanto Manuel, mil gracias por comentar y hacerlo con tanto aliento. Así, seguro que las historias fluyen de nuevo sobre los «resecos documentos de word».
Un beso agradecedido.
Preciosa historia de amor.
Me alegro de que te guste, gracias por comentar.
Paloma me encanta tu relato !!! Diferente, original, tierno y derrochando amor por todos sus poros. Que bonito es tener ese nivel tan enorme de amor.
Medalla de oro para ti y tu relato.
Un beso.
Gracias M. Belén, me gusta que te parezca original y tierno, y me cuelgo con orgullo esa medalla, un beso.
No me quedan palabras. Ya las han dicho todas. Llegas directamente al corazón. Bella historia de amor en medio de la tragedia. Enhorabuena. Gloria
Mil gracias Gloria, me gusta tu comentario un montón. Un abrazo.
Buen relato, Paloma. Siempre con tu enfoque original. La Cruz Victoria tiene su cosa, mira.
Felicidades
Jaja, me parece que sí, que esa cruz tiene su cosa…Gracias por comentar Luis.
Paloma, bonita y bien contada esta historia de amor. Suerte y saludos
Las historias de amor son uno de mis temas favoritos: la propia vida nos las pone en bandeja a diario, en nuestra propia piel, o en la de ese vecino simpático que a veces coincide contigo en el ascensor. Gracias por comentar, como siempre, es agradable leer tus comentarios Calamanda.
Batallas cotidianas llenas de amor. Me encanta el relato.
Felicidades.
Gracias María, me alegro de que te haya gustado.
El amor que le pones es la mejor condecoración. ¡A la porra lo material!
Me ha gustado mucho. Abrazos.
Obras son amores y no buenas razones, con el refranero en mano, te agradezco el comentario.
Un abrazo Mercedes.
Condecoraciones que no tienen precio. Menudo relato lleno de emoción.
Felicidades y gracias, leerlo es un regalo.
Besos
El regalo me lo haces tú a mí, con un comentario tan conmovedor.
Un beso Asunción.
Hermoso de veras.
un saludo
JM
Un gracias sonriente para ti Juan M.
Hay soldados así en tantas casas, que me encanta que se les reconozca su valor en tu relato.
Batallas cotidianas que pasan desapercibidas de puro «normales».
Un relato lleno de amor.
Me gusta.
Un fuerte abrazo, soldado, 🙂
Combatir codo con codo en ese frente tiene su riesgo, pero, infartos a parte, que no diré yo tanto, es un riesgo que merece la pena correr.
Me gusta que te guste Amparo.
Otro para ti.
Hay tantas condecoraciones (y tan variadas) como vidas en la vitrina de la existencia; casi casi se podría decir que hay una para cada ocasión. Unas relucientes, otras punzantes, y algunas otras que nadie, ni siquiera un soldado, está dispuesto a aceptar…
Un enfoque de post-guerra que me ha encantado.
Felicitaciones, PALOMA.
Cariños,
Mariángeles
Es en ese momento, tras la batalla, cuando llegan los reconocimientos; nada mejor que aprovecharlo…
Y tienes razón, condecoraciones hay para casi todos los gustos!! tuve que dejar muchas en el tintero, bueno, entre las teclas, esperando otra ocasión más propicia.
Gracias por comentar Mariángeles,
Recibe los míos.
Más de una y más de dos familias hoy en día se merecerían esas medallas que mencionas y muchas más.
Precioso relato.
Enhorabuena.
Los veteranos suelen recibir homenajes…yo he intentado regalar el mío a los que siguen en la trinchera, luchando día a día juntos. A pesar de las inclemencias, de los hijos, de los trabajos; de la vida misma.
Me alegro de que te guste,
Un abrazo agradecido Esperanza.
Has conseguido ponerme el pelo de punta..¡ me ha emocinado! Un relato que hace pensar mucho sobre lo que no valoramos cada día
Tienes razón, solo cuando la cotidianidad desaparece, nos damos cuenta de lo afortunados que éramos antes de perderla.
Trasmitirte esa emoción y que me lo digas, me llena de alegría. De verdad.
Muchas gracias Reyes.
Un relato precioso, Paloma. La vida tiene sus momentos, pero también viene a ser una guerra con sus batallas diarias, la metralla que recibimos a veces sacude muy fuerte, pero no queda otra que levantarse para seguir luchando hasta el final.
Mucha suerte y un saludo
Sí Ángel, eso es vivir, que no es poco. No cabe duda de que existen conflictos a escala global que a todos los ponen los pelos de punta, pero eso no es óbice para reconocer que a nivel doméstico, hay que librar batallas que, en la mayoría de los casos, también dejan cicatrices.
Me alegro de que te haya gustado. Gracias por comentar.
Un saludo.
Precioso relato Paloma, y menuda batalla que tiene que afrontar!
Saludos
Gracias Blanca, eso es, una batalla que si no se gana, puede inclinar definitivamente el curso de sus vidas.
Un beso.
No te digo nada nuevo: emotivo, original dentro del tema del mes, tierno, y muy conmovedor ese amor incondicional, tanto que se me han humedecido los ojos. Besos y suerte.
Gracias Ana por comentar. Tras la batalla toca seguir viviendo, mejor hacerlo así, «condecorados».
Es otro de los problema de las almas sensibles, que no ganamos para pañuelos de papel!!
Besos.
Queeeeeee bonitoooooo Paloma. Un regalazo tu relato, lleno de sentimiento y amor. Me ha encantado.
Muchas gracias Reve Llyn, me alegro de que haya gustado.
🙂
Muy bonito, Paloma. Para ti el Lazo de Isabel la Católica.
Caramba! Menudo Lazo, mil gracias Patricia.
Me alegro, Paloma, de que vuelvas a escribir, una medalla de tinta para ti. Y otra medalla por escribir un relato (quizás el primero que leo en mucho tiempo) que habla de un hombre bueno que no maltrata a su mujer. Un abrazo.
Me cuelgo las dos Javier, en lugar bien visible, sobre todo la segunda. Es verdad que tendemos a buscar historias entre lo malo, pero que también nos están esperando en lo bueno. Y hombres buenos hay muchísimos.
Un abrazo.
Muy emotivo desde el principio y con el remate de la frase final. ¡Cómo no va a superar cualquier herida en el corazón con todo ese superamor reconocido en forma de medallas!
Precioso y original relato….tras la batalla.
Gracias Isabel. Me alegra leer tu comentario.
Saludos.
Cuanta originalidad hay en tus relatos, Paloma. Nos has vuelto a sorprender con otra joyita.
Mi enhorabuena, y un abrazo fuerte.
Y cuanto cariño hay en tus apreciaciones María Jesús.
Un abrazo grandote para ti.
Un lujo tus letras, gracias por volver y pir hacerlo con este pedazo texto.
Como se nota donde hay oficio…
Un abrazo!
Con comentarios como el tuyo Yolanda, da gusto volver. Ya lo creo. Muchas gracias.
Un abrazo.
Me atraen muchos tus micros por la brillante manera que tienes de cuidar la forma y por esos temas que tratas que llegan tanto al corazón.
Gracias Lorenzo, me gusta que observes el cuidado que siempre intento poner al «envolver» mis historias; y la lección de temas, un asunto harto complejo se mire como se mire. Pero qué te voy a decir que no sepas…
Qué texto tan bueno, y he estado a punto de perdérmelo!!!.
Genial, la historia con doble sentido, el humor y la historia dura que guarda. Ojalá este mes tengas las condecoraciones que te mereces. Me ha encantado.
Gracias Mel, como en la cocina, dar con las cantidades necesarias para complacer al paladar, en este caso literario, es a veces, cuestión de sutilezas; que hayas descubierto esos matices, esos sabores diversos, y que haya gustado el relato, me llena de alegría.
Un abrazo.
Sin palabras. Una genialidad más. Siempre dando un paso adelante Paloma. De maestros de la pluma. Para enmarcar, colgar y leer cada noche. Mucha suerte 🙂