111. DE SUS MANOS NACERAN
En el interior del quirófano, un hombre nacido insignificante, venido al mundo desnudo como cualquier otro, se desprende de sus guantes de látex y exhala un suspiro de profundo alivio a través de su mascarilla.
Él nunca se detiene a pensarlo, sólo hace su trabajo, aquello para lo que estaba predestinado.
Sus hábiles manos arrebatan presas de las garras de la muerte cuando ésta ya las creía ganadas, aferrándolas de nuevo a la vida con una fuerza inusitada.
De aquellos a los que salva, nacerán hijos quienes a su vez engendraran otros. Personas que de otra forma nunca llegarían a existir y que se enamorarán, lucharan por sus sueños y cambiarán en mayor o menor medida el mundo por generaciones, conformando un nuevo futuro.
¿Quién sabe cuántos disfrutarán de la luz del sol en sus rostros gracias a un niño que después de curarse, soñó con ser médico y no cesó en su empeño hasta conseguirlo?
En la sala de espera de Oncología infantil, unos angustiados padres están a punto de elevar a la categoría de superhéroe al destinatario de todas sus esperanzas, venerándolo por el resto de sus vidas.
Hoy ha logrado serlo, pero desgraciadamente, otros días no.
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Qué homenaje más hermoso para aquellos que cada día salvan vidas como si fuera lo más normal. Yo tengo mi propio héroe, el doctor Diaz Miguel, que por tres veces me salvó con sus manos certeras de un cáncer. Gracias Pablo por acordarte de ellos. Un saludo afectuoso. Gloria
Hola Gloria, gracias a ti por dejarme tu comentario. Me alegro mucho de que todo saliera bien en tan duros momentos.
Yo también tengo mi propio héroe que salvó a un familiar y me consta que a muchos otros todos los días. Nos devolvió la alegría a todos. Él fue la inspiración para este relato y espero que tenga larga vida llena de cosas buenas porque se lo merece.
Un abrazo.
Personas como las demás, igual de frágiles, pero que ponen todo su empeño en arrancar a la muerte el tributo que quiere cobrarse antes de tiempo. Personas que a veces triunfan y otras no tanto, tienen alegrías y frustraciones a partes iguales, pero hacen lo que humanamente pueden y se entregan totalmente a sus semejantes.
Un buen homenaje a unos superhéroes sin capa ni superpoderes, pero con la fuerza de la determinación que da el convencimiento de hacer lo correcto.
Un relato que habla de manera efectiva de lucha y entrega, coronado por un título que es pura esperanza.
Un abrazo grande, José Ángel. Suerte
Muchas gracias por tus palabras Ángel, me alegro de que te haya gustado el relato.
Es verdad eso que dices, todos somos frágiles y estamos aquí mientras que nuestro destino quiera.
Mientras tanto seguiremos disfrutando y escribiendo.
Un abrazo.