119. Epitafio (Anna López Artiaga / Relatos de Arena)
Siempre temí que se descubriera mi falta de talento, la ausencia completa de imaginación. Que alguien señalara aquellas frases que le copié al gran Gabo para mi primer libro; o los personajes, hurtados a Lope, en la novela que me consagró como escritor. Lector voraz y aficionado a los puzles, supe encajar las descripciones precisas de Pla y el sentido del humor de Cervantes, en un argumento sacado de la telenovela de moda.
Cómo no iba a caer rendido a mis pies el mundo entero, si le daba de comer el mismo rancho que servían en televisión, vestido de etiqueta y regado con el mejor Rioja. Simpleza callejera y belleza hurtada a los clásicos olvidados.
Sí, soy un fraude, pero me ha ido tan bien que no voy a cambiar ahora. Llegada mi senectud, he comenzado a frecuentar los cementerios. Allí donde me lleva la promoción de mi última obra, visito el camposanto, paseo por sus jardines y busco las tumbas de los prohombres. Así me nutro de frases póstumas, me las pruebo, me engalano con ellas y me contemplo en el espejo. En cuanto encuentre una que me caiga bien…
Mi muerte va a ser un éxito.
Divertido, talentoso e imaginativo este micro, Anna, da gusto leerte.
Un besote y gracias por el buen ratito.
¡Suerte, escritora!
Muchas gracias, Rosy. Esa era mi intención: quitarle un poco de trascendencia al oficio de escritor, darle la vuelta al tema y hablar de un autor poco honesto, pero con sentido del humor.
Beso.
Hola, Anna.
Del fraude al pabellón de hombres ilustres. Un itinerario singular el de tu personaje, este escritor comercial y egocéntrico: hasta el final plagia y busca lustre en la obra de los demás que hace propia como un traje. Mira que si la muerte le diera esquinazo… pero qué va, seguro que es un éxito también, como él prevé. Un texto muy bien escrito, como cabe suponer siempre a los tuyos, que me ha llenado el estómago como una magnífica sopa de letras.
Un beso grande.
Muchísimas gracias, Martín, por este comentario tan entusiasta. Mi escritor es un poco caradura, sí, pero lo asume y reconoce hasta el final. No en vano, dicen que ya todo está escrito. Así que, a lo mejor, no está de más reconocer cuanto hay de otros en nosotros mismos.
Besos,
Anna, vaya un relato original y un tipo tan singular el que has creado. Genio y figura hasta la supultura. jajjaja. Suerte y saludos.
Tú lo has dicho, Calamanda: genio y figura…
Muchas gracias por tu lectura y comentario.
Besooooos
Un personaje oportunista en la vida y en la muerte. Con la magia de las letras de arena de Anna. Enhorabuena, suerte y abrazo
Muchísimas gracias, Rafa. Me halaga que te parezca que hay algo de magia en todo esto. Seguramente es solo un juego de manos, o de palabras.
Un abrazo muy grande.
Aun con diferente redacción ambos hemos recorrido un camino singular.
Esa idea del escritor de dejar plasmado su final parece ser compartida.Excelente relato Anna.
Un abrazo y suerte.
Pues voy a leerte sin falta. Por asuntos varios estoy un poco ausente del blog y no he podido todavía leeros. Por suerte el calendario ha puesto un puente en mi camino y espero poder corresponderos a todos.
Un abrazo y suerte
Un personaje que hace del plagio una actividad llena de mérito, aunque quizá no demasiado ética. Hay quien asegura que todo está escrito y no hacemos más que dar vueltas dentro de un círculo en el que, de manera voluntaria o inconsciente, de alguna forma todos nos nutrimos de todos. Tu protagonista puede ser un hombre sabio, que sabe de antemano de la inutilidad de buscar nuevas fórmulas y prefiere usar sus energías en emplear aquellas que ya existen con renovados giros, algo que lleva hasta la última línea que ha de escribir en su vida, inscrita en piedra.
Un micro divertido, creativo y fantástico, Anna.
Te mando un abrazo y te deseo suerte
Muchas gracias, Ángel. Diseccionas los pensamientos de mi personaje de una forma que… ¿le conoces, quizá? Jajaja
Creo que era de Picasso la frase que dice «Los grandes artistas, copian. Los genios, roban». Mi personaje lo lleva al extremo, fiel a sus principios hasta el final.
Besazo para ti también,
Gracias, J u a n,
hay cementerios que son auténticos jardines de inspiración. Tengo pendiente una visita guiada al de Monjuic, en Barcelona, que me han dicho que es una maravilla y, teniéndolo tan a mano, aún no he visitado. Ya te contaré.
Un abrazo.