135. NO FUE UN SUEÑO, de Carrasquilla Azul
Como muchos domingos, esa tarde iría con la abuela a visitar a los parientes que vivían al otro lado del río.
Corría delante feliz canturreando con su cristalina voz infantil. Y entonces lo vio en la orilla del bosque y se frenó en seco…a él le ocurrió lo mismo y después de de un instante de asombrados ojos se perdió veloz en la espesura.
La niña volvió sobre sus pasos excitada a contarle a la abuela que había visto a un «homín colorao» muy pequeño….Ella no la creyó nunca, pero desde entonces su imagen la acompañó en los rincones de la memoria. Cuando se hizo mayor volvió al lugar y depositó un beso y un papel cuidadosamente doblado donde decía : «Te regalo mi nombre, ya soy grande y no lo necesito. Serás Mimí, el homín colorao».
Ahora que es testigo de como los humanos devoran los bosques sin piedad, no quiere volver a pasar por allí porque tiene miedo, mucho miedo a que también hayan destruido el mágico lugar donde habita Mimí.
Nunca la creyeron, pero ella jura que es verdad.