17. Ángel de la Guarda (Juan Antonio Vázquez)
El tipo se apostó en la barra con cara de pocos amigos. Cantaba como una mosca en un vaso de leche: gabán largo, sombrero incrustado hasta el entrecejo y una escopeta en la mano. El camarero se le acercó con la excusa de pasar el trapo.
—¿Qué va a ser?
Aprovechó para mirarlo de arriba abajo. Debía medir, por lo menos, metro noventa.
—Morid o marchaos –contestó.
A sus palabras la cantina calló de golpe. Se fueron levantando uno por uno, muy despacio, hasta que el corro de infames criaturas lo rodeó esgrimiendo las mejores galas del bestiario: miradas denostadas, hercúleos brazos, zarpas ensangrentadas y dientes afilados.
El primer disparo es el único que has de elucubrar, porque empuja al siguiente y anticipa el final. El cazador de monstruos amartilló el arma y disparó al techo. Sumido en la oscuridad que emanó de la bombilla quebrada se sucedieron gritos, fogonazos y lamentos.
Minutos más tarde, el hombre salía del armario. Arrastraba una cuerda, y del otro extremo, como si se tratara de un petate, los cuerpos sin vida de todos ellos.
Se acercó a la cama, le dio un beso al pequeño, y le aseguró sonriente que tendría felices sueños.
Ser el hijo de Van Helsing (en cierta manera es un ángel de la guarda) debe permitirle, por lo menos, dormir tranquilo. Juan Antonio, fantástico relato. Tu imaginación no tiene límites. Muy bueno.
Hola Beto. Al final mi imaginación, de tenerla, ten por seguro que se nutre de todas las historias que con tanta generosidad compartís por aquí y que me encanta leer. Muchas gracias y un abrazo 🙂
¿Sabes si recitar tres veces el «cuatro esquinitas tiene mi cama…» actúa como antídoto?
Derroche de imaginación. Celebro leerte, ya se te echaba de menos.
Abrazo.
Hola Rafa. A ver si me pongo al día, que yo también os he echado de menos. Tantas semanas sin pasar por vuestros blogs se me han hecho bastante cuesta arriba. Es lo que tiene, os tengo por familia y si no os leo como que me falta algo. Mil gracias y un abrazo 🙂
Excelente Juan Antonio. He intentado ir adivinando el final a medida que lo iba leyendo, y no he sido capaz de conseguirlo.
Derroche de imaginación, suspense, y tu estilo (que me gusta de forma especial)muy presente.
Qué más se puede pedir.
Enhorabuena.
Hola Ton. Me alegra mucho que señales lo del estilo. Para mí eso es un misterio… yo desde mi subjetividad no sé verlo, pero si me dices que está y además te gusta…no puedo por menos que alegrarme si mi escritura aporta en positivo. Ya sea por eso, por entretenimiento… animáis a cualquiera a seguir intentándolo. Muchas gracias 🙂
Lo hay. Seguro que sí. Y sino mira lo que te ponen ahí, cuatro comentarios por debajo.
Suerte.
Sin palabras.
Espero que sea para bien XD. Muchas gracias Edita por pasarte por aquí y dedicarle un rato a esta lectura. Un abrazo 🙂
Juan antonio también tu juegas con el despiste.
«la barra» del armario, jaja´ «las mejores galas…» dando pistas al tiempo que te quedas con el lector.
Me encanta leerte.No puedes imaginar lo que aprendo.
Esto seguro que lo has practicado Gary Cooper.
Suerte y un abrazo.
Hola Virtudes. Me alegra mucho verte por aquí de nuevo. Te aseguro que para mí no hay mejor escuela que vosotros. No descartes nada… Mario te podrá decir si me ha visto salir de algún armario tirando de un buen saco de monstruos XD. Un abrazo y gracias 🙂
Juan Antonio, muy imaginativo y bien contado. La moraleja final es buena. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Por tu lectura y por tu comentario. Un abrazo 🙂
Madre del amor hermoso vaya pedazo de relato. Una del oeste, de miedo, de monstruos, de mundos paralelos, todo en uno. Y además muy visual. Tú me regalaste un adjetivo el otro día, ahora te devuelvo uno yo:
inigualable.
1. adj. Que no puede ser igualado. Ejemplo: el estilo de Juan Antonio Vázquez.
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Qué te puedo decir… cada día me causa más admiración cómo te desenvuelves con las letras. Así que me guardo muy mucho tus palabras y espero poder seguirte, aunque sea a lo lejos, para no perderle la estela de uno de los buenos. Un abrazo amigo 🙂
Magnífico. Me veía en una cantina de mala muerte, tipo la de Star Wars, donde toman copas un elenco de monstruos multiformes y de repente haces que nos chupemos el dedo. Que buena la imagen de ese sombrío personaje saliendo del armario, me ha recordado a Solomon Kane. Un relato muy original. Con la segunda lectura todo se recoloca, te quedas (en mi caso) con cara de tonto y una complaciente sonrisilla originada por tus artimañas de escritor. Genial. Enhorabuena.
Muchas gracias Sergi. Celebro que encuentres tan redondo el relato. Construir las historias y escribirlas resulta edificante, pero si además deja sensaciones tan positivas la verdad es que alegra mucho. Muchas gracias 🙂
Hala chaval, vete a echarte la siesta…
Puedes dormir tranquilo. Joe, pedazo relato te nos has marcado.
Yo no veo ningún cazador de monstruos.
Si acaso a Juan Antonio.
Mario ya puede dormir tranquilo…
( ah…Como soy un tocahuevos, yo pondría «Marchaos o morid», pero eso ya va a gusto del personal)
Hola Modes. Seguramente no andas muy desencaminado. Aunque con lo del 1.90 iba a tener que dar muchas explicaciones XD. Gracias por pasarte y por tus palabras. Son de buen aprecio. Toma nota de la rectificación que me haces. En lo de intimidar siempre he ido flojo y lo acuso al escribir. De nuevos gracias. Un abrazo 🙂
Extraordinario relato. Es una gozada leerlo y releerlo.
Felicidades.
Lo que es una pasada es poder disfrutaros a vosotros, ya sea leyendo vuestros relatos o las valoraciones que con tanto cariño me hacéis. Muchas gracias y un abrazo 🙂
Vaya menú completo, Juan, un maridaje de estilos que has aderezado a la perfección. Yo también estaba deseando volver a leerte, y ahora me he quedado con ganas de más. Un abrazo y gracias.
Este último mes he estado bastante fuera de juego Belén. A ver si vuelvo a coger ritmo y recupero las buenas costumbres, sobre todo la de pasar por vuestros blogs y comentaros. Muchas gracias y un abrazo enorme campeona 🙂
Toni, qué pasada. Despiste total con este relato que apuntaba a película y me ha hecho repasar toda mi cartelera mental hasta acabar con un hombre que sale de un armario (¿¡!?) arrastrando cadáveres. Y de repente la última frase me ha sacado del cine y me ha llevado a una realidad llena de ternura. Qué bonico. Y qué enfoque tan original. Besos.
Hola Ana. Me alegra mucho que te guste. Coincido contigo en que este sitio te cambia la vida. Es casi mágico. Y vosotros y vuestra infinita generosidad tienen mucho que ver en eso. Muchas gracias y un abrazo 🙂
A partir de la manida historia de los monstruos infantiles en el armario, armas otra a medio camino entre el western y un cazador de monstruos, para rematarlo todo al final con un lazo de sorpresa y una cinta de infinita ternura. Contigo se terminan los adjetivos, Juan Antonio, un nombre compuesto que es sinónimo de originalidad y calidad a raudales. He estado un buen rato paladeando tu texto antes de improvisar este comentario, algo que me sucede pocas veces.
Un abrazo y gracias por este regalo
Hola Ángel. Me sacas los colores. Agradezco mucho lo que me dices, y valoro sobre todo que el cariño ponga tanto de su parte para que digas tales cosas. Por aquí hay escritores increíbles de los que intento aprender siempre. Tú historias son de filigrana, así que para mí eres escuela. Muchas gracias por tus ánimos. Un abrazo 🙂
Está genial, sorprendente y bien escrito. Un ejemplo de micro.
Al final me he quedado con la figura entrañable del papá protector.
Abrazotes
Hola Javier. Me alegra que te haya gustado. Uno de los fines de escribir es que vosotros le deis sentido y lo disfrutéis. Muchas gracias y un abrazo 🙂
Muy buen relato Juan Antonio.
Con frases perfectas; «El primer disparo es el único que has de elucubrar, porque empuja al siguiente y anticipa el final.»; juegos de palabras que juegan al despiste (permíteme la redundancia)»el hombre salía del armario»; detalladas descripciones que nos visualizan las fieras «miradas denostadas, hercúleos brazos, zarpas ensangrentadas y dientes afilados.»; y un derroche de imaginación que no cabe entrecomillas.
Me ha gustado mucho.
Hola Reve Llyn. Seguramente lo que no cabe entre comillas ni en ningún otro sitio es lo agradecido que os estoy por todo el cariño, ánimos y los estupendos relatos que publicáis en este sitio y con los que tanto y tanto disfruto. Muchas gracias 🙂
Juan Antonio, ritmo de western para mostrarnos que la imaginación es poder. A medida que lees el relato te engancha, y el final te deja petrificado y con una sensación de ternura. Me ha encantado. Abrazos.
Muchas gracias Salvador. Ya espero el tuyo para disfrutarlo. Un abrazo 🙂
Espectacular Juan Antonio, ese ritmo que tiene el relato para llegar a ese final tan logrado. Me encanta ese guiño a la infancia, que no se porqué todos de pequeños hemos pensado que en el armario hay monstruos o una puerta que va a un mundo desconocido, yo al menos así lo creía…
Hay una frese en especial que me ha encantado: «El primer disparo es el único que has de elucubrar, porque empuja al siguiente y anticipa el final.» Como con tan poco se puede decir tanto.
Ojala algún día pueda escribir como tu lo haces…
Mucha suerte y un fuerte abrazo…
Hola Nicolás. Muchas gracias por tus palabras. Me vas a ruborizar, pero ten por seguro que Nicolás solo hay uno, y bien bueno que es. Poca falta le hace parecerse a nadie. Un abrazo 🙂
Hola, Juan Antonio.
Me ha pasado, como a muchos, que me he situado en una peli del oeste con ese matón de cantina dispuesto a llevarse por delante a todo bicho viviente… Pero luego era otra historia, diferente y hermosísima. Ese niño ya va a estar siempre a salvo con ese papá tan increíble.
Jó, qué bonito. ¿Qué no haríamos por librar a nuestros hijos de sus monstuos?
Felicidades, amigo.
Un fin de relato que es capaz de poner los vellos como escarpias.
Besabrazos enormísimos.
Hola Towanda. Qué te voy a contar que tú no sepas ya del muso que me fue dictando el relato (creo que incluso tienes por ahí un libro firmado por él… Felino, para más señas). Me alegra mucho que te haya gustado y me alegra saber de ti, que últimamente ando un poco fuera de juego. Un besokazo de requetechupete y un multiabrazo full HD, Towanda. 🙂
Al principio me costó divisar a ese Ángel de la Guarda tan disfrazado de cazador maldito, pero, al llegar a esa frase final, he dado un respiro y me he dejado ganar por su ternura. Hasta casi me he reconocido y he recordado aquel tiempo en el que yo también quería barrer de monstruos el sueño de mis hijos. Excelente, como siempre.
Un abrazo.
Hola María José. Muchas gracias por tus palabras. Seguro que los espantabas a todos. No me cabe duda. Un abrazo enorme 🙂
Qué bonito. A pesar de ser un poco sanguinario, está lleno de ternura.
Seguro que te ha inspirado el gran Mario.
Hola Paloma. Ojalá y pudiera acabar con todos los monstruos que se esconden en su armario. Ten por seguro que lo intento. Muchas gracias y un abrazo 🙂
Bárbaro relato. Nos llevas por una historia que creemos del oeste y acabas por contarnos que sucede en esos armarios de la habitaciones de los niños que siempre han tenido historias de monstruos que contar.
Un héroe elegante de gabán y sombrero que acaba con toda pesadilla del pequeño.
Me parece fantástica tu imaginación y como la plasmas.
Un beso grande para un grande como tú.
Hola Mª Belén. Grande, grande vosotros. Y tú, que no paras de ganar cosas y bien merecidas que son. Me alegra que te haya gustado. Otro beso para ti 🙂
Muy original, Juan Antonio. Ha sido una grata lectura.
Mucha suerte.
Gracias María Jesús. Me alegra que aporte en positivo. Un abrazo 🙂
Con ese relato tan cortito y conciso se puede hacer una película de dos horas.
Enhorabuena por tu capacidad de síntesis que nos permite desarrollar una historia tan rica.
Muchas gracias Ezequiel. Me alegra que te haya gustado esa condensación de acontecimientos y que veas en su todo una historia perdurable y que dé para más . Un abrazo 🙂
Umm los monstruos del armario, ya me hubiera gustado a mi tener un ángel de la guarda así.
Aunque en mi caso los monstruos estaban en el enorme pasillo, casualmente ahora vivo en la casa de mis padres de nuevo y ahora me parece un mini, mini pasillo.
En fin me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Hola Asunción. Sí, parece mentira el paso de los años (y de la vida) nos lleva de vuelta a sitios que en algún momento nos parecieron inquietantes y que ahora vemos de una manera muy diferente. Muchas gracias y un abrazo 🙂
¡Ah, bandido! Me has llevado al huerto pero que bien llevado.
Lo mejor que pudo decirte es que me lo he pasado muy bien leyendo tu relato.
Saludos cordiales
Pues si te lo has pasado muy bien Carles, ya sabes que doy por bueno cualquier dolor de cabeza que me haya dado el texto. Me alegra mucho cuando salen cosas que os hacen disfrutar de alguna manera o de otra. Muchas gracias y un abrazo 🙂
Me mató (no literalmente, gracias a Dios) la escena del cazador de monstruos saliendo del ropero con su petate de monstruos bien cazados y bien muertos, besando y tranquilizando a su pequeñín… Qué niño no querría tener un padre así ¿no?
Excelente el giro del final, que desestructura y reestructura todo el cuento.
Me encantó realmente, JUAN ANTONIO.
Cariños,
Mariángeles
Muchas gracias Mariángeles por tu lectura y por tus generosas palabras. Me alegra mucho que te haya gustado y hacia la reflexión que te ha llevado la visualización de esa escena. Muchas gracias 🙂
Señor JuanPérez. Como me alegra disfrutar de sus comentarios otra vez. Se le ha echado de menos, y huérfanos estamos de su magníficas letras. Espero que este mes nos complazca con alguna de sus creaciones, y que si el devenir de su historia personal se lo permite, vuelva a quedarse entre nosotros por mucho tiempo. Esperando leerle me despido enviándole un gran abrazo. 🙂
Yo era de las niñas que miraba debajo de las camas, detrás de las cortinas y dentro del armario antes de ir a dormir. ¿ y qué buscaba? Aún no tengo ni idea, pero seguro que eran los mismos monstruos que tu has cazado con tanta habilidad.
Cuando vuelva a ser pequeña te llamo.
Besos
No dudes en llamarme Isabel. Si coincide que a mí me pillas siendo pequeño también te invito a merendar y luego jugamos un rato. Muchas gracias por pasarte y comentar. Un abrazo 🙂
Es un relato interesante que presenta dos partes diferenciadas, en la primera parece un salón del oeste y está bien descrito y el paso de realista a fantástico es inesperado. La segunda parte nos trasladamos a una masacre de monstruos y apacigua los temores del hijo. Hay aspectos que quizás deban ser revisados, como esa respuesta que da el cazador al camarero que me ha despistado, no le está respondiendo a la pregunta, o sí, pero al estar en plural está referida a todos los clientes, solo en segunda vuelta lo detecto. Por otro lado la referencia al armario cuando antes era barra y cantina me chirría. Es un narrador omnisciente que no debe «mentir» al lector, si es cantina no es armario. Seguro que sabes arreglarlo. No me hagas caso. Un abrazo.
Hola Javier. Muchas gracias por la lectura y por el comentario. Creo que uno de los activos más importantes de este maravilloso espacio es vuestra generosidad con la publicación de los textos y de igual manera los comentarios que permiten ese feedback que te ayuda a ver cosas y a seguir aprendiendo, así que te concedo cualquier cosa que me pidas por el aprecio que te tengo, menos eso no de hacerte caso XD. Un abrazo grande Ximens 🙂
Muy original relato. Es lo que tiene ser padre (o ángel de la guarda).
Me ha gustado mucho.
Hola Blanca. Totalmente de acuerdo con esa dualidad a la que te refieres . Muchas gracias y un abrazo 🙂
Hola, Juan Antonio, que puedo decir que no lo dijeron los demás. Muy imaginativo con un final digno de grandes escritores. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Muchas gracias por tus palabras Sotirios. Ya tenemos aquí la bicicleta. A ver qué nos sale sobre dos ruedas. Quedo a la espera de volver a leerte. Un abrazo 🙂
Me tenías desconcertada hasta que todo ha empezado a encajar. Qué derroche de ternura y de imaginación. Enhorabuena, Juan Antonio.
Hola Lola. Esta vez tuve la mejor las musas. Más que inventar… solo tuve que explicar. Muchas gracias y un abrazo 🙂
Yo siempre lo digo y lo diré: «él único monstruo bueno es el monstruo muerto» Un viva para ese padre valiente que se mete a ese armario lleno de monstruos y sale con una ristra de muertos.
Me ha gustado mucho. Demasiado. Muchísimo más que demasiado. ¿Te digo un secreto que ya sabes? Que ese niño tiene un papá que nunca le fallará y que lo enseñará a enfrentarse a esos monstruos que viven fuera del armario.
Toño, que si no ganas el gordo, y por goleada, no tienes cuando con este precioso derroche de imaginación, creatividad y buen escribir, que quedo bien afianzado y consumado en estas doscientas palabras .
Muchas gracias Patricia. Me dices cosas muy bonitas y con tu permiso me las guardo para los momentos de menos porque hasta que ese niño no crezca no sabré si he cazado suficientes monstruos. Animas a cualquier a seguir intentándolo. Me alegra que te haya gustado. Muchas, muchas gracias 🙂
El giro final me parece muy original. Le veo detallitos a corregir pero no hacen que deje de ser un buen relato. Te deseo la más suerte que pueda tener un hombre con barba en el mundo.
Abracísimos.
Buen Barlon. No sea tímido… si ve algo fuera de lugar, sin miedo, que así aprendo :). Es un honor tenerle por aquí leyendo y comentando. A estas alturas de mes me imagino que usted cierra el hilo. Satisfacido me quedo si les hice pasar un buen rato. Un abrazo grande como un buque. 🙂