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Le tiré a dar, encañoné su figura y la mandé a la sepultura. No se dejaba caer, endiablada como posesa, tenía la virtud de descolocarme, de hacerme naufragar hasta sin agua, de tocarme las narices sin dedos, de hacer palidecer mis testículos sin rozarme y de volverme cuerdo en un minusculo instante.
El primer intento fue baldío, el segundo murió de parada cardioneuronal. Al fin la había dejado entre adoquines, adosada a su propio desierto, ese que enfilaba sobre mi cabeza.
Atrás te quedas, mala pecora, ni un pensamiento tendrá tu genésis, ni una caída tu responsabilidad, ni un tumulto tu presencia. Mi locura será el engendro de haberte perdido de vista
Carlos me encanta el ritmo, estaba deseando leer una palabra para ver cual era la siguiente. Genial !!!
Muy terrible el relato, respira mucho odio contenido.
Un saludo
Sí se nota que tú protagonista odiaba terriblemente a la víctima. Dejas al lector que le ponga cara:?una amante de la que quiere vengarse?
Yo al principio creí que bis sorprenderías con un giro inesperado y que finalmente te referirías a una pulga, un piojo, una cucaracha, o cualquier tipo de insecto. Está claro que estaba equivocada. Suerte. Gloria
carlos, muy buen ritmo para un drama tan enorme. Nos dejas que trabajemos la imaginaciony le pongamos cara a la victima. Suerte y saludos
Me encanta el ritmo. Pero he de decir que no comprendo el relato ¿?
Si al menos hubiera un título como pista…
Un saludo.
Me parece un relato trepidante de los que te atrapan, y me parece fantástico como consigues sugerir un poco para que los demás pongamos el resto. Mucha suerte 🙂