20. ALT CONTROL SUPR ( Paloma Hidalgo)
Ni de cinco lobitos, ni de aserrín aserrán, ella siempre fue una niña de cucú tras. Que papá chillaba a mamá, cucú tras. Que los niños se reían en el colegio de su dislexia, aunque entonces no sabía aún que su problema se llamaba así, cucú tras. Cucú tras cuando aquel amigo de papá, tan sobón, se empeñaba en cogerla en brazos. Siempre funcionaba. Al abrir los ojos, parecía que la vida se reiniciaba más amable. Sin embargo, hoy, que tanto lo necesitaba, le iba a fallar. La primera vez, en la peluquería. Cuando retiró las manos de su rostro, en el espejo seguía su yo más triste, envuelto todavía en laca. La segunda en su casa, ya vestida de novia, y la tercera, al responder un no alto y claro y echar a correr hasta la calle, donde al abrir las manos, solo vio durante un segundo el parabrisas de un autobús interurbano.
Vaya la pobre, qué vida. Como para no cerrar los ojos a su realidad. Igual el final fue liberador y ya nunca, nunca, tuvo que taparse los ojos para disfrutar de una vida mejor.
Muy original tu relato Paloma. En pocas palabras nos has contado, nunca mejor dicho, toda una vida.
Besos de octubre, con lluvia incluida.
Gracias por comentar, Mercedes. Hay personas que nacen con estrella, pero esta pobre es de las que nacen estrelladas y toda su vida sufre esa falta de luz celestial. Como bien apuntas, ya nunca más tendrá que taparse los ojos…
Abrazos de vuelta, vestidos de nubes grises.
Paloma, una triste y habitual realidad que esta pobre criatura quiso cambiar al final, solo que me he quedado un poco pillada al tropezar con el parabrisas. No sé si ahí se acabó todo para siempre o bien le dio tiempo a coger el autobús. e ha gustado mucho. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Nani, me temo que no tuvo tiempo de coger el autobús. Que en su parabrisas se acabó todo. Muchas gracias por leer y comentar.
Un beso.
Taparse los ojos cuando la realidad se pone cruda y abrirlos a una nueva, se supone que mejor. Tu protagonista mantiene en la edad adulta su costumbre de niña, lo que tantas veces le había funcionado termina por ser poco efectivo, en realidad, su perdición, aunque, quien sabe, tal vez abra los ojos en un lugar donde los problemas no existen.
A partir del gesto de la persona que aparece en la imagen compones un relato lleno de fuerza, con un título no menos impactante y original.
Un abrazo y suerte, Paloma
Como siempre, Ángel, pones el acento en el sitio exacto: la necesidad de encontrar ese lugar donde los problemas no existen. La comunicación gestual muchas veces dice más de nosotros mismos que nuestras palabras. Solo hay que prestarle atención para descubrir los universos paralelos en los que se mueven nuestros sentimientos, nuestros miedos, nuestros anhelos.
Gracias por comentar.
Un beso y un abrazo, de esos
Hola Paloma:
Qué relato tan triste por favor. Ojalá fuese todo tan fácil como el cucu trás, ojalá le hubiese funcionado mucho antes…
Suerte.
Saludos.
Nuria, gracias por comentar. Ese juego infantil que sirve, entre otras csas para que el niño se familiarice con las formas de comunicación, con la recompensa a la paciencia, pero solo funciona cuando las dos partes quieren jugar con las mismas reglas. En este caso la vida juega con ventaja. Por eso es triste.
Saludos.
Realmente triste. Tanto esconderse de la realidad y no querer verla, y justo cuando (mas o menos, en el último momento) se atreve a huir… lo hace con los ojos cerrados, como siempre, pero con fatales consecuencias.
Puf, una pena.
El cucu tras tras es un juego, algo festivo; pero tras este micro…
Es que la chica, Luisa, es fiel a sí misma hasta el final. Y sigue esperando que la vida juegue con ella, al menos una vez, como lo haría una madre con su pequeño.
Es un juego, y como en casi todos los juegos, siempre pierde alguien.
Gracias por comentar.
Solo tres palabras para resumir una historia original y triste:
ME HA ENCANTADO
Un abrazoooo grande, Paloma.
Eres buena, muy buena cuentista.
Amparo, gracias por venir a decírmelo. Tú, además de ser buena muy escribiendo, eres un sol 🙂
Un beso.
Hay situaciones de las que no se puede huir. Lástima que cuando decide hacerles frente la cosa termine mal…
Buen relato, Paloma. Mucha suerte.
Besos apretados.
Me ha gustado muchísimo, Paloma. Me encanta cómo has creado una historia tan original y hasta con toques divertidos, con un final tan crudo, que nos congela. Espero que, al menos, tu protagonista abriese los ojos en un lugar más feliz.
¡Un saludo y suerte!