AGO50. FALSA IDENTIDAD, de Concha García Ros
¡Pero qué asco de comida! ¡Qué manía de ofrecerme esa masa pringosa! Y luego… dale que dale con lanzar cosas. ¿Por qué me mira extrañada?... Read More
AGO49. LA CONQUISTA SILENCIOSA, de Adrián Pérez Avendaño
Cada noche, ejércitos de polillas, carcomas y pececillos de plata se cuelan sutilmente en las grandes bibliotecas del mundo. Dentro, devoran con paciencia un libro... Read More
AGO48. ESPERO QUE TE GUSTEN LOS INSECTOS, de Mikel Aboitiz
Ha dejado la margarita calva de tanto deshojarla —me llama, no me llama— y se siente nervioso como un mosquito en medio de un vendaval,... Read More
AGO47. LA CARTA, de Javier Palanca
Enfiló la entrada de los tribunales erguido sobre sus patas traseras. Lo frenaron dos malencarados soldados. Les mostró, contento y orgulloso, la carta en la... Read More
AGO46. LEYENDAS DEL PUTUMAYO, de Fernando da Casa de Cantos
El calor pegajoso del Caribe invitaba a pasar la noche en vela. El viejo abanico traído de España apenas cumplía con su rancia función relajante.... Read More
AGO45. HAM EL LIMPIO, de María del Carmen Guzmán
Miles de cucarachas invadían aquel edificio cuyas terrazas repletas de macetones con plantas eran los únicos puntos bellos que resaltaban sobre la descascarillada corteza del... Read More
AGO44. ARICIA MORRONENSIS, de María Sergia Martín (Towanda )
Él escudriñaba cabañuelas, recostado y absorto, cuando la vio aparecer. Morena y regia, su anatomía simulaba una figura de vidrio y le confería un aspecto... Read More
AGO43. ETIQUETAS, de Sara Lew
Te desperezas despacio. Desentumeces las piernas. Estiras los brazos hacia arriba como queriendo llegar a ese techo blanco y redondo que, efectivamente, tocas. No eres... Read More
AGO42. LA PRUEBA FINAL, de Raquel Ruiz-Moreno
El momento había llegado y con él, el útimo tormento. Sin vuelta atrás, sólo quedaba proseguir con aquella sádica prueba. Mi sudor estaba a punto... Read More
AGO41. EVERCLEAR NOVENTA Y CINCO GRADOS, de Esther Gomez
No es un sueño. Levanto mis párpados y la pesadilla no termina. Sin embargo es al abrir los ojos cuando, con una espeluznante claridad, puedo... Read More