205. ALQUILO PRECIOSA CASA RURAL, de Oso
He heredado la casona familiar de la Colina Roja. Es lo que llaman en la región una «Casa del Bosque», es decir, que no se sabe dónde empieza la casa y dónde acaba el bosque. Y viceversa. La vivienda me trae maravillosos recuerdos de infancia, pero curiosamente ahora no me parece tan divertida. Paso los fines de semana allí y sobrellevo como puedo sus caprichos de indómito hogar de floresta. Las mesas tienen raíces, las sillas echan brotes verdes en Primavera, las ranas instalan sus nenúfares en el fregadero, las setas crecen en los pucheros, las ardillas saltan por las lámparas, el viento se esconde en los armarios, el oso hiberna en la bañera, la cascada baja por la chimenea y las arañas tejen calcetines de plata en cajones y alacenas. Incluso una vez descubrí un nido de petirrojos en mi maletín de la oficina. He pensado en transformarla en alojamiento rural para turistas. Mi paciencia ha llegado a su límite. Ni siquiera una sola de mis novias ocasionales ha querido quedarse nunca a dormir. No soportaban hacer el amor mientras un tropel de ninfas de agua nos observaban, curiosas, sentadas en el cabecero de la cama.
sencillamente genial
Me ha gustado mucho.Simpático relato.¡Suerte!
Muy original, inteligente y simpático. Felicidades.
Antonia