21. LA CUENTA ATRÁS (Rosalía Guerrero Jordán)
Tacha los días en el calendario de la pared con indisimulado deleite, recreándose en el trazo del lápiz sobre el papel. Cuando siente que su sonrisa se expande, piensa que quizás pueda hacerlo hasta el infinito, y un gozo cálido y volátil, como un buen vino, le entibia el corazón. Sin vergüenza, casi con lascivia, saborea cada instante de este preludio, de ese sendero que le conduce de manera ineludible a su anhelado destino.
A punto de finalizar la cuenta atrás hacia la dicha absoluta, apaga el ordenador, desenchufa la impresora y sale por la puerta dando saltitos de alegría.
Pero justo en el momento en que sus sandalias pisan al ardiente asfalto urbanita, siente que su felicidad se esfuma entre la polución y el caos del tráfico, dejándole un vacío negro y espeso en el lugar donde late el corazón: ha comenzado la cuenta atrás para el final de las vacaciones.
About Post Author
Un relato muy propia de la estación. Muy bien contado, va manteniendo el suspense hasta el final. Un saludo y suerte.
Muchas gracia, Antonio. Yo estoy tal cual, ¡contando los días para apagar el ordenador!
Hermosa descripción del anhelo de un tiempo feliz, aunque sea breve, y con un bello vocabulario, además. Pura poesía, Rosalía. Enhorabuena y suerte, guapa.
¡Ay, Puri, que comentario más bonito! Muchas gracias, preciosa. Me lo guardo para cuando tenga el síndrome de la impostora.
La relatividad del tiempo y del vaso medio vacío o lleno:¿empiezo las vacaciones o el descuento de los días que me faltan para volver a la rutina? Depende. Muy buen relato.
Pues sí, así es. Yo no empiezo la cuenta atrás tan pronto, pero sí la última semana, para ir haciéndome a la idea. Muchas gracias por leer y comentar.
Siempre hay una cuenta atrás, para que empiecen las vacaciones y para que terminen, para un día prometedor y para uno que sabemos será aciago. Tu protagonista ha sabido disfrutar del momento, que es lo que siempre se recomienda, pero no estaría mal tampoco detenerse y pensar un poco en lo que se viene encima, a corto, e incluso a largo plazo, así la colisión no sería tan brusca.
Un relato que anima a la reflexión. Si fuéramos conscientes de que todo se termina disfrutaríamos cada momento con mayor intensidad y los malos tragos se verían de otra manera, relativizados, pero es más fácil decirlo que hacerlo.
Un abrazo y suerte, Rosalía
Cierto, Ángel, hay que vivir el presente, y anticipar tanto lo bueno (para hacer un voopret) como lo malo (para estar preparados), pero sin obsesionarse, porque entonces no vives y el estrés se te come.
Un abrazote y muchas gracias por tus palabras.
Jajaja! Real como la vida misma! Muy bien llevado el hilo de la historia hacia ese punto álgido y muy bien asestado el mazazo final. Un micro redondo, Rosalía. Un abrazo y mucha suerte.
jajjaja pues sí, real total: yo soy muy de cuenta atrás para casi todo, una planificadora de agenda rápida, pero no tanto como mi prota.
Un besote y nos leemos.
Rosalía, ¡me encanta! Pocas emociones superan al comienzo de las vacaciones y, pese a ser la mejor sensación del mundo, es verdad que de alguna manera compiten con la certeza de saber que se van a terminar pronto… El primer párrafo es precioso, muy poético. ¡¡Muchísimas felicidades!! Y que disfrutes de las vacaciones sin pensar en su final (solo el día antes, y muy poco, jaja)
Muchas gracias, Sara. Me parece que a estas alturas ya estamos todas con la cabeza en las vacaciones. Intentaré seguir tu consejo de no pensar en la vuelta hasta el último día.
Felices vacaciones para ti también!
La protagonista da la impresión de ser lo que en Argentina llamamos «culito de pila» (pila = batería, me parece que ya son una antigüedad, que ya casi no existen,jaja) porque siempre está en negativa… En lugar de ver los hermosos días de vacaciones que tiene por delante, empieza una nueva cuenta atrás que no le permitirá disfrutarlos… Muy bien mostrado el «voorpret» en esa ceremonia de tachar la fecha en el calendario y en todas las reacciones físicas que eso le provoca, y luego ese pisar el asfalto ardiente y esa nueva y terrible cuenta atrás…
Muy bueno, Rosalía, me gustó.
Cariños,
Mariángeles
Muchas gracias Mariángeles. Es una lástima, pero el anticiparse demasiado tiene estas cosas, que a veces no te dejan disfrutar del momento.
Por cierto, me gusta lo de «culito de pila», es una expresión muy ingeniosa. Me la guardo para esas personas que abren la boca y te amargan el dia.
Mucho cariño para ti también.
Vivimos en los tiempos de las prisas, todo lo queremos ya. Deseamos exprimirlo hasta el final. Pasamos de puntillas por los sitios, los acontecimientos y las personas.
Esta personaje es fiel reflejo de nuestra sociedad: acertadamente, con las frases finales, comunicas el talante eternamente insatisfecho de nuestros días.
No tenemos arreglo!
¡Ay Rosalía! creo que has creado un personaje muy singular. Disfruta más de los preparativos que de las propias vacaciones, ya que desde el momento uno comienza la cuenta atrás. Muy de acuerdo con el tema elegido, desde luego y el título bien puesto para despistar al lector, pues hasta el final no descubrimos la verdadera naturaleza de esa «cuenta atrás».
Abrazos
Muy bien traído para la época del año en que estamos. Me gusta la forma en que nos hablas del gozo que va sintiendo la protagonista ante la inminencia de las vacaciones, que solo se desvelan en la última palabra del micro. Excelente. Mucha suerte. Un abrazo
La felicidad es efímera por naturaleza, siempre pasa y siempre llega, y eso lo has reflejado estupendamente en este retrato prevacacional.
Me ha gustado, Rosalía.
Saludos y gracias por pasarte a comentar mi relato.
Sencillo y verídico, pero con suspenso que desencadena un final realista. Enhorabuena, Rosalía. Muchas gracias, un placer leerte.
Me encanta como generas expectativas en este relato, Rosalía. Muestras muy bien el “Voorpret” y también el impacto de la dura realidad a la vuelta de vacaciones. Enhorabuena.
Un abrazo y suerte.