24. SECRETISMO (Mariángeles Abelli Bonardi)
Allí, tras los muros que lo protegen de críticos y curiosos, se recrea observando el bloque. Imagina la vena en la mano que sostiene la piedra, la honda en el hombro contrario, los músculos en tensión y el cuerpo girado en un ligero contrapposto, con la cabeza mirando a la izquierda y el ceño fruncido. Las pupilas, fijas en su objetivo, tendrán forma de corazón para generar el reflejo en la mirada y dar profundidad. La estatua, ideal de armonía, contemplada desde todos los ángulos, simbolizará la virtud, superioridad y belleza del héroe. Dirá Miguel Ángel de su David: «He visto un ángel en el mármol y lo esculpí hasta liberarlo».
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Cuatro años de “voorpret” para Miguel Ángel. Una eternidad de admiración para el resto del mundo. Gracias por recuperar la bella imagen desde otro ángulo.
Mejor no pudiste haberlo expresado, Edita. Gracias a vos por tu amable comentario.
Besos😘😘😇😇
No solo lo imaginó, sino que lo hizo, con un resultado que, probablemente, superó sus propias expectativas. La prueba es que ahí sigue, como el primer día.
Un relato sobre la importancia de la imaginación. Ya sabemos que la ejecución puede variar las cosas, pero todo comienza con una idea, aunque aún no se haya materializado.
Un abrazo y suerte, Mariángeles
Tenés razón, Ángel. Seguramente superó sus expectativas, y más teniendo en cuenta que el bloque de mármol estaba en muy mal estado (incluso con un agujero hecho por otro escultor), así que teniendo en cuenta la maravilla que es el David (tuve oportunidad de verlo con mi mamá en Florencia, hace ya dos años) podríamos decir que vaya si Miguel Ángel supo sacarle el jugo a su voorpret a la hora de imaginarlo y de esculpirlo…
Un abrazo y suerte para vos,
Mariángeles
Genial, Mariángeles, me gusta mucho como usas la perspectiva y el voorpret del artista. El detalle de las pupilas es total-
Un abrazo y suerte.
¡Muchas gracias, Rosalía! El detalle de las pupilas es real; no es visible a simple vista pero sí a través de un zoom (flor de genio Miguel Ángel, si hasta en ese detalle pensó…)
Otro abrazo y suerte para vos,
Mariángeles
Hola, Mariángeles.
No cabe duda de que como tú la describes es como debió imaginar Miguel Ángel su obra maestra justo antes de esculpirla. Gracias por narrarlo de forma tan magistral y poética.
Un abrazo, estimada amiga.
Gracias, querido amigo, por tu amable comentario. Si logré, aunque sea mínimamente, ponerme en la mente de Miguel Ángel a la hora de imaginar a su David, me doy por bien servida.
Otro abrazo para vos,
Mariángeles
Los grandes genios son capaces de vislumbrar su obra antes de crearla. Unas descripción del David certera. Sin verlo también lo he recreado, ¿seré una artista? O más bien ¿lo serás tu?
Querida Rosa: creo que ambas lo somos; vos desde la lectura y yo desde la escritura, recreando al David, en este caso, con un mini-cincel de doscientas palabras… 😉
Me da una alegría enorme tu comentario.
Besos patagónicos,
Mariángeles
Hola, Mariángeles, lo primero que he hecho al leer tu excelente micro es contemplar una vez más la famosa y bellísima escultura que lo ha inspirado. Aunque la verdad es que la descripción que has hecho de la misma es tan estupenda, que se puede decir que la has esculpido con palabras. Además, qué bien entendemos la ilusión y la alegría que mueven al artista imaginando el hecho de «liberar a ese ángel» escondido en el bloque. Olé por tu «secretismo» y gracias por desvelárnoslo. Un beso y mucha suerte con esta joyita.
Muchas gracias, Juana, por ese «Olé» españolísimo y por tu sentido y detallado comentario, que decir que me deja contenta es poco, y qué gusto que el micro te haya llevado a ver nuevamente al David. En lo personal, me gustó asomarme a la trastienda de la obra, imaginarme a Miguel Ángel imaginándola, así que en ese sentido, plasmar el «voorpret», esta famosa palabrita holandesa que espero no se me olvide, ha representado todo un desafío…
Otro beso y suerte para vos,
Mariángeles
Es asombrosa la capacidad creativa de algunas manos, capaces de sacarle alma a la piedra y emociones al corazón. Y aquí encontramos estas últimas, en un relato que cincela con palabras la magia del arte.
Buena narración, Mariángeles.
Un saludo y gracias por pasarte a comentar mi relato.
Gracias a vos, Antonio, por pasar por aquí a comentar. Me alegra saber que el relato te parece bueno y que «cincela con palabras la magia del arte».
Otro abrazo y suerte para vos,🤗🤗
Mariángeles😇😇
El arte se retroalimenta. Gracias a ti hemos podido sentirnos en la piel del artista, viviendo las sensaciones tras descubrir en una roca aquello que solo descubren los genios.
Una preciosidad de micro, Mari Ángeles.
Un abrazo y enhorabuena
¡Muchas gracias, Alberto! Me encanta que te parezca una preciosidad de micro porque me hizo muy feliz escribirlo; esto del «voorpret», de esa emoción previa de lo bueno que está por suceder, me pareció que cazaba perfecto con la historia del David… A mí me maravilla ese poder de Miguel Ángel de extraerle una figura humana a la roca, me parece sencillamente de otro mundo…
Gracias por pasar a comentar.
Otro abrazo y suerte para vos,
Mariángeles