26. LA BALÍSTICA COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES (Eduardo Iáñez)
Cuando le hice notar al director que los cañones tienen alma, me miró condescendiente. “No me refiero al hueco de la caña”, le aclaré, “sino a un principio dinámico, a un espíritu como el suyo o el mío.” Y aunque su mirada se tornó inquisitiva, esa noche me permitió dormir en el interior del cañón. A la mañana siguiente me negué a salir y le comuniqué mi deseo de pasar el resto de mi vida en el alma de Berta. Durante semanas intentó disuadirme, pero todo cambió en cuanto los medios se hicieron eco de las hazañas del mejor hombre bala del mundo. Ahora apenas si saco la cabeza por el bocal para asistir al homenaje de pueblos y ciudades, preocupado únicamente por que se cumplan mis indicaciones sobre la potencia de los cartuchos de pólvora. Me complace sentirlos bajo mis plantas y adivinar cómo ceban la carga, saberme envuelto en el alma de Berta y salir despedido entre ovaciones de admiración. Voy preparando así el número definitivo: la entrega amorosa de mi cuerpo, hecho jirones de estrella fugaz, hojas de palma resplandeciente.
Eduardo, que bien trasmites ese apego por la compañia de su arma de trabajo, hasta sentirse uno. Suerte y saludos
Qué maravilla de relato, Eduardo, tanto por la fantástica mente del protagonista como por un estilo ágil y sublime.
Mi sombrero, maestro.
Un saludo
JM
Unas imágenes potentísimas y que dejan huella. Me encanta el título, me parece muy acertado y acorde con el tono del personaje. Tres hurras para ti.
Eso del «espiritu dinámico(Alma), como el suyo y el mio», un autentico cañonazo literario. Me ha impactado en el corazón de la escritura.
Te felicito, Eduardo
Describes con gran acierto el apego de tu protagonista a Berta, que más que herramienta de trabajo, se ha convertido parte de sí mismo. Bella historia, Eduardo. Un abrazo. Gloria
Eduardo, me encanta tu micro. Has dotado al cañón de humanidad (o de espiritualidad) y te ha quedado magnífico.
Felicidades y suertísima.
Besazos.
Un amor incondicional entre persona y objeto. Una forma original de afrontar el tema que ahora nos ocupa. Un final precioso y de una entrega absoluta.
un abrazo.
Me parece terriblemente bello la manera como justificas a tu personaje y lo que hace. Has conseguido un punto de ternura que luce perfecto entre la perfecta redacción que le has brindado al texto. Mucha suerte 🙂
Creo que en el siglo XX se demostró que se puede hacer literatura y crear belleza con cualquier cosa hasta que instrumentos predispuestos para matar, como en este caso bella arte a través de un cañón o una profesión de tanto riesgo como el hombre bala. Un abrazo, Eduardo.
Enhorabuena, Eduardo, por esa mención. Un relato aparentemente sencillo pero que oculta una segunda historia que tendré que descifrar, ya sea la entrega al ser amado o el martirio. Suerte en la repesca.
¡Felicidades!
Gracias por esa segunda oportunidad y por los relectores que contribuís a ella. Saludos.