6 RELATOS MÁS EN NUESTRO RECOPILATORIO
Creemos que las otras propuestas que tienen lugar en ENTC a lo largo del año las planteais con igual ilusión y trabajo que las convocatorias “oficiales”. El resultado en ellas es brillante, y nos parece de justicia darles la importancia que tienen. Además, nuestro recopilatorio se quedaría cojo si no recogiera algún eco de esos dos eventos que tanto nos han permitido disfrutar este 2016. Por tanto hemos decidido que (como ya hicimos el año pasado) los autores ganadores de La Copa y del Monstruoscopio se integren es nuestro recopilatorio anual.
Correspondiendo a la competición de La Copa, estos son los 3 relatos que se incluirán en el libro:
Omnívoros, de Patricia Collazo
Mi hermana Lucía se jacta de haber amaestrado a nuestros peces de colores para que muevan sus colas al verla. Lo cierto es que saben que ella les da de comer. Por cada pizca de ese hediondo alimento que les echa sobre el agua, se traga otra. Es su secreto, pero yo lo sé.
Como sé que mi hermano Luis desayuna el polvo que se acumula bajo el frigorífico, y que mi madre engulle telarañas cuando cree estar sola.
Ignoro si lo hacían antes de que papá y yo muriéramos intoxicados el último invierno. Pero supongo que no.
Mística, de Paloma Casado
Cuando entra en la capilla del convento, la novicia se siente turbada por la belleza de la escultura de San Tarsicio. Tanto, que el mártir adolescente se le aparece a medianoche en la oscuridad de su celda y ella, sin estar segura de si sus encuentros se producen en un estado de sueño o de vigilia, le abre su lecho para entregarse a un gozoso tránsito. Cada semana, confiesa sus experiencias místicas junto con sus inocentes faltas al capellán y éste la absuelve con una voz dulcemente familiar; como si fuera el propio santo quien perdonara sus pecados.
VARADA, de Santiago Eximeno
Recuerdas su mirada desconsolada, el susurro de su voz en tu oído cuando la hallaste varada entre las rocas, a los pies del acantilado. Recuerdas la humedad de sus brazos alrededor de tu cuello cuando la llevaste hasta la casa. Contemplaste su belleza quimérica mientras llenabas la bañera en la que la dejaste. Y esperaste a su lado, con su mano empapada entre las tuyas, hasta que sonrió.
Miras hacia el mar, consciente de que tu mujer no tardará en volver con los niños.
Algo tendrás que hacer con ese olor a pescado podrido que impregna toda la casa.
Asimismo, los tres relatos que se incluirán en el libro por ser ganadores a MEJOR RELATO el Monstruoscopio y son:
Los niños del sótano, de Manuel Menéndez
El cadáver de padre empieza a oler. Tendría que llevarlo al sótano, pero me aterra la idea. Temo que los niños se enfaden más todavía. Antes solo les oía murmurar algunas noches, pero desde que a padre le reventó el corazón mientras me poseía están verdaderamente furiosos. Me digo a mi misma que seguro que no quieren hacerme daño, que al fin y al cabo soy su madre, además de su hermana, que padre era el que los encerraba en el sótano después de cada parto, que yo no podía hacer nada aunque me desgarraran el corazón sus llantos famélicos, pero me paraliza el miedo. El murmullo ahora es atronador. Han debido lograr abrir la puerta del sótano. Y deben tener mucha hambre.
El hijo del demonio siempre cena a la misma hora, de M ª José Escudero
Madre dijo que nos hacía falta el dinero y, a pesar de los rumores, Mariana aceptó servir en la Casa Demonson, y nunca regresó. Entonces me tocó a mí atravesar la bruma.
La gobernanta me aconsejó que no mirara de frente al niño, que lo dejara jugar con aquel viejo reloj de pared y, sobre todo, que fuera puntual con su cena. Inquieta y obediente, yo vigilaba aquellos tirabuzones dorados que caían sobre su seductora espalda de querubín. Pero una noche me retrasé y, al entrar, los muebles de la estancia comenzaron a agitarse, como en señal de alarma. Después vi su rostro.
Esta noche mi espíritu zarandea la mecedora porque Lisa, mi hermana pequeña, llega tarde con la bandeja.
Por fin soy tuyo eternamente, de Alejandro Pozo
Haced el bien y tendréis la eternidad para estar en el Paraíso. ¡Y un pezón de teta novicia!, llevo dos lustros y un día oyendo la monserga de los vivos de arriba.
Esto es un sin vivir, huy que gracioso soy, nona, vísperas, completas y vuelta a empezar, maitines y laudes. ¡Socorroooo!, demonio, llévame contigo al infierno, alguna abadesa buenorra habrá.
Cantan fatal y me retumba en la bóveda craneal y encima esto, veintiocho frailes juntos y el Benito, trucha total, que se ponía toca alada por la noche me lo han colocado detrás, me ha hincado el colmillo en la tonsura. Antes estaba por mis huesos, ahora más.
Se frota conmigo y produce un fuego fatuo, azulado, precioso. Tócame los maitines, porfita.
Enhorabuena a tod@s.
Enhorabuena a los seis y un plus de satisfacciön por Epífisis, que hace tiempo lo merecía.
Pues me parece excelente.
Que razón tienes Rafa, no porque lo merezca sino por las ganas.
Abrazos y besos pá toos
¡Qué alegría! ¡Cuánto me alegro de haber participado! Muchísimas gracias.
Pues me he llevado un alegrón, por mí y por todos mis compañeros.
Felicidades a tod@s y abrazos.
Muy bien, alegrías extra.
Un broche de oro para el recopilatorio. Son seis textos magníficos.
Sabia decisión. Era justo y necesario. Felicidades a todos.
¡Muchísimas gracias! 🙂
Es muy emocionante poder participar en este libro.
Felicidades y enhorabuena a todos, sin duda alguna merecéis estar ahí por vuestros maravillosos relatos, engrandecerán mucho más el recopilatorio si cabe…, un saludo .
¡Una alegría extra! Muchas gracias Jams y familia Enteciana.
Sé que no soy nada original, pero aun así me uno a quienes piensan que es una buena decisión, ademas de justa. El libro quedará más enriquecido todavía.
Cada vez más jugoso y apetitoso, va a ser el orgullo de cualquier biblioteca. Bravo por la idea, jefe.