267. UNA CASA EN EL BOSQUE, de Tejón
Estaba haciendo un reportaje fotográfico en el bosque cuando encontré aquella casa. Allí estaba Jorge mirando fijamente al horizonte, como si esperara que fuera a aparecer alguien. Estuvimos charlando y me dijo que me presentaría a su hija.
– ¿Viven juntos aquí?- le pregunté.
– Sí, ahora está fuera pero volverá enseguida.
Me invitó a entrar en la casa. La mesa estaba puesta y de la cocina salía un magnífico olor a pollo asado. Me llevó a la habitación de su hija, estaba llena de trofeos y diplomas. En las paredes colgaban algunas fotografías de ella, pero una me llamó la atención.
– ¿Su hija es militar?
– Sí, se marchó a la guerra hace dos años y hoy vuelve, la estoy esperando. A todo esto, ¡tengo que sacar el pollo del horno!
Jorge se metió en la cocina y yo salí por la puerta trasera. Allí había cientos de bolsas de basura, todas llenas de pollos asados.
Entré de nuevo en la casa. George estaba sacando el pollo de la cazuela y se disponía a tirarlo a la basura. Le detuve, mire a sus ojos llenos de lágrimas y le dije:
-¿Le apetece que comamos juntos?