27. La creación (Susana Revuelta)
Diseñar el universo, la galaxia y el satélite ese que gira alrededor de la Tierra con una precisión tan desesperante se me estaba haciendo eterno. Y eso el lunes. Pero entonces me dio por añadir meteoritos y cometas, vi que era bueno y continué.
Los siguientes días creé el sol, decoré con nubarrones el cielo y para que hubiese tinieblas hice la noche. Llené de tiburones los mares, el aire de mosquitos y el planeta entero de animales con colmillos, aguijones, garras y cuernos. Dibujé volcanes, icebergs y desiertos con arenas movedizas y cactus. Muchos cactus. Me fascinaba rozar sus espinas sin pincharme y sorber el jugo de dentro, me pareció que estaba muy, muy bueno, y continué bebiendo.
El sexto día lo pasé saboreando aquel zumo verde. Lo llamé peyote. Y mientras gozaba del néctar y miraba las formas caprichosas de las nubes al pasar —acá la cresta de un gallo, allá una coliflor—, se escondió el sol. «Uy, qué tarde es», pensé al verme envuelto en la negrura. Entonces, deprisa y corriendo, me puse a modelar un monigote de barro. Pero no veía nada, mecachis, sin luz apenas veía.
¡Qué bueno!
Me apetecía una sonrisa. Muchísimas gracias.
Después de haber creado todo un universo y, en el centro de él (más o menos) un curioso planeta, un mundo aparte y lleno de vida, le había quedado tan atrayente que dejó para el final al personaje principal y, ya se sabe, las prisas nunca son buenas. La criatura destinada a ser su imagen y semejanza le salió bastante chapucera. Así nos va.
Muy divertido y original, Susana.
Un abrazo
Ja, ja , ja, Susana, para hacerlo todo tan mal, seguro que fue así como ese, que llaman Dios, nos construyó 😉
Al igual que Ángel, yo también pienso que es muy divertido y original.
Un brazo grande y suerte.
Qué buena esta creación apócrifa.
Suerte, Susana, y un cordial saludo.
Muy bueno!!
Jaja, ¡ya decía yo que tenía que haber una explicación!
Me ha gustado a mí está creación 🙂