276. EBRO, de Río
Me llamo Ebro y hoy voy a desobedecer a mi padre.
Salto de mi cama de hojas de castaño y marcho decidido hacia la Fuente Cristalina, la que hay en el bosquecillo, detrás de mi casa.
Mi padre tiene un aserradero y quiere mudarse a duende de madera, pero yo soy y siempre seré duende de agua.
Ya estoy en el bosque y miro hacia mi hogar por última vez. Me acerco a las fuentes, ocultas entre el follaje, y quedo fascinado por su belleza, la más bonita de todas la Cristalina, la que me tiene prohibida mi padre.
Me siento en una piedra musgosa, lanzo al aire mis chinelas y meto mis pies de duende en la Cristalina, después me recuesto sobre otra piedra.
Me envuelve la niebla, la aspiro y me embriago con su perfume. Noto fluir de mis dedos un rocío suave que se transforma en hilos de agua, que se reúnen en un arroyo, tan cristalino como la fuente.
Viene sobre mí el líquido de todas las fuentes y me dejo fluir. Soy grande y baño la tierra hasta llegar al mar salado.
Hoy se cumple mi destino.
Soy el río Ebro y duraré milenios.
es una joya poder oir al Ebro. Enhoranuena
fus
Gracias por tus palabras, Fus.
Precioso relato, muy ameno, cariñoso y bien escrito,
Felicidades Rio.
Gracias, amigo.
muy bonito
Gracias por acompañar a Ebro
Se refleja muy bien como duende del bosque y con personalidad, espero que quede en buen puesto el cuento
Entrañable relato. Muchas gracias por escribirlo …
Gracias amigo / amiga, me sirve de ayuda para continuar
maravilloso cuento…. se lo enseñaré a mis niños.
Gracias por sugerir el cuento a tus hijos
esta muy bien
Gracias, me alegro que te guste.
Precioso relato,me gusta como relatas la vida del duende en el bosque, enhorabuena
Bonita narración, Felicidades…
Río, es precioso. Para mí eres finalista.
De «Tejado».