28. LABERINTO CIRCULAR (Fernando da Casa)
Malebolge
Mi vida es un infierno, lleno de drogas y sexo. No te enfades, prefiero sincerarme contigo. En este octavo círculo necesito las drogas para olvidar, y el sexo para recordarte.
Malevaje
Donde vivo ahora no hay sitio para la honradez, como no la tuve cuando te perdí.
Malevo
No soy búlgaro, te dije… Qué estúpido.
Malévolo
Respondiste que te gustaban los hombres canallas, y sucumbiste a mis encantos.
Qué estúpida (te pido perdón).
Alvéolo
Mi alma posee tantos recovecos que ni yo me encuentro. Creo que me falta corazón.
Veloz
Necesitaba huir, volar, escapar, partir… Los análisis mentían, ¿portador de qué?
Valor
Es lo que me faltó. Sigo siendo un cobarde.
Amor
Cosa de beatas y maricas, pensaba. Ignoré su significado hasta que tu ausencia me llenó de él.
Moral
Invento nefasto del cristianismo, culpable de hipocresías y clases. Yo te contagié, tú no eras culpable. ¿Suicidarte? Un error.
Mortal
Tú me recuerdas que lo soy. Mi virus lo es. ¿Qué no lo es?
Matar
Vivo para ello. Moriré cuando no mate.
Malaje
En eso me he convertido desde que tú no estás.
Malebolge
Mi vida es un infierno, lleno de drogas y sexo. Con SIDA y sin ti.
Fernando me parece un relato muy poético,original y creo q es realmente bueno.
SUERTE!
Muchas gracias, Bluess. Este mes me apetecía experimentar nuevas cosas. Me alegro que te guste.
Fernando, su formato ya es laberintico y el tema tambien. Suerte y saludos
Exacto, Calamanda. Todo nos lleva a un laberinto. Un abrazo.
Un texto circular que juega con una estructura similar a la de un diccionario. Realmente sorprende por su originalidad.
Suerte y un saludo.
Amigo Ángel, si he conseguido escribir un relato original me doy por satisfecho. Gracias por pasarte por aquí.
Fernando, muy original, en la forma de presentarlo y en el fondo, y en cierta forma poético.
Un abrazo
Gracias por tus elogios, Blanca. Aprovecho para darte las gracias por tu magnífico dibujo de la «Ciudad Literatura». Un beso.
Gracias Fernando,
Me alegro que te haya gustado mi ilustración, el texto es mágnifico también, lleno de poesia.
Un beso
Voy de sincero. La historia es tan cruda, como posible, como bien elegida. Las frases adecuadas, la impresión ética brillante. El relato tiene fondo, está bien urdido, y dice cosas. Pero el uso de esa tipografía añadida -aunque contenga una segunda historia-, de esa llamada a la desatención en letras grandes…,… al relato, lo jode.
Perdón: si hablo es porque considero que merece la pena.
Te agradezco enormemente tu comentario, Daniel. Es posible que tengas razón, a mí tampoco me ha convencido mucho el resultado estético. No obstante, esto no deja de ser un experimento, y tiene fácil solución… Te prometo que si recibo otro comentario que no le guste el juego de tamaño de letras, lo cambio y las pongo todas iguales. Así de fácil.
Un abrazo.
Fernando, tu relato me ha estremecido y me ha encantado. En este laberinto circular sí que no hay salida. Abrazos y suerte.
Me alegro mucho de que te haya encantado, Salvador. Es un tema duro y crudo, que creo no ha sido muy tocado por aquí, en ENTC. He querido mostrarlo de una manera más o menos original, no sé si del todo acertada. Un abrazo.
Original y contudente no deja indiferente. Me gusto mucho. Felicidades
Un beso
Gracias por tus comentarios, Esther. Un abrazo y un beso.
Transgresora y poética visión del tema. Hay expresiones que me han gustado mucho. Además con un final potente. Mucha suerte 🙂
Tus alabanzas suenan a gloria, Juan Antonio. Muchas gracias.
Hola, Fernando, así se hace tirarse a la piscina a probar cosas nuevas ahora que viene el verano. Un fondo recurrente necesita de una forma novedosa y has cumplido. Suerte.
Al menos eso intento, amigo Lorenzo: mi reto personal en ENTC es crear algo original y diferente cada mes. Si este mes de junio lo he conseguido, me doy por satisfecho. Un abrazo.
Desde luego sin amor la vida se convierte en un infierno. Me gusta los micros que dejan un mensaje y lo tuyo lo tiene. La última frase lo dice todo. Hay veces que me asusto con mis amigos parece que tengo telepatía con ellos. En mi relato de julio mi protagonista de tando sexo se muere de sida. Espero que no digas que he copiado tu tema,JA ,JA ,JA, estoy bromeando amigo, voy a visitar tu blog para deleitarme con otro cuento tuyo. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Amigo Sotirios, tendré que visitar a tu muerto de sida el mes que viene, por supuesto. Siempre es un placer leer tus relatos, consigues sacar una sonrisa aun cuando tocas temas escabrosos. Un abrazo.
Hola, Fernando.
Me encanta el laberinto tan original que has creado para este mes. Laberinto que inicias y terminas con la misma palabra «Malebolge». Cerrando el círculo.
Apuesta arriesgada, pero que me encantaría que se me hubiera ocurrido a mí.
Un besazo, pero grande.
Towanda, si tú tienes imaginación para dar y regalar… Me alegro mucho de tu mención de este mes. Mereces eso y mucho más, ya los sabes.
Lo de «Malebolge» es un pequeño homenaje a Dante y su laberinto infernal, compuesto de círculos viciosos, nunca mejor dicho.
Terrible. De esas realidades de las que una no quisiera saber nunca. Pero ahí están y tu excelente relato transmite perfectamente la angustia y el dolor. Sólo tengo una duda, ¿es la moral culpable de todo lo que le achacas? Tenía entendido que, por ejemplo, en las sociedades caníbales, no comerse al enemigo, cuando se debe, es inmoral. ¿O no? Igual, ¡Felicidades!
Hola María, me halaga que te haya impactado el relato. Respecto a las digresiones filosóficas que contiene, como el tema de la moral, es tan solo una libertad literaria que le he concedido al personaje. No significa que sus afirmaciones las haga mías, faltaría más. Pero me envanece tu duda, ya que si he conseguido que el personaje traspase la frontera de las doscientas palabras, tenga vida propia y pueda llegar a confundirse conmigo, he conseguido mucho.
Te aseguro que yo pienso de manera muy distinta a este personaje atrapado en un laberinto circular. Aunque nunca se sabe…
Gracias por tus apreciaciones, Ana. Cierto es que los alvéolos se relacionan (anatómicamente hablando)con los pulmones, aunque aquí he pretendido darle un significado más poético, de «cavidad, hueco», el mismo que él tiene en el lugar del corazón… Poéticamente hablando, claro: el «peaso carne» lo mantiene, porque (de no tenerlo) estaría muerto o sería un zombi. Y, claro, de ser un zombi, el significado de la historia sería otro, porque los zombis no puede tener sida, ¿o sí?
A veces es mejor no dar explicaciones, en qué lío me he metido yo solito…
Original en fondo y forma, en ocasiones he jugado a hacer formas con las palabras y tu me lo has recordado.
Me gusta mucho este tipo de iniciativas y además en tu caso tiene la profundidad del texto también.
Felicidades
Muchas gracias, Asun. Ahora estoy pensando en qué me voy a inventar para el mes que viene…
Amigo Juan, no dejo de aprender cosas gracias a ti… No se me había ocurrido comparar el «experimento» este con un «Via Crucis», pero tiene sentido, sí señor. Aunque no llegue a las quince estaciones (te juro que eliminé dos, por eso de las doscientas palabras) guarda semejanzas interesantes. Y yo, ignorante, sin darme cuenta. Si Jeremías levantara la cabeza, me condenaba al infierno babilónico de cabeza. Seguro.
Muy bueno tu personal círculo del infierno.
Muchas gracias, María José. Un abrazo.
Hola Fernando:
Lo que más me ha gustado es la estructura del relato. Su fragmentación en esa sucesión de palabras, a modo de definición, como herramienta que ayuda a narrar la historia.
Es como subir una escalera, eso sí, de caracol.
Y el final perfecto en esta historia de amor desesperado.
Me ha parecido muy muy original.
Muchas gracias por tu disección del relato, Isabel. Me ha gustado eso de la escalera de caracol. Un abrazo.
Cómo kamikaze confeso que soy y amante irreductible del riesgo, sabrás perfectamente que la estructura de tu relato me ha hecho salivar como el perro de Pavlov.
Todo lo que sea innovación, búsqueda de nuevas formas, me parece tremendamente meritorio.
Luego nos puede salir bien, mal o peor, pero el mundo es de los audaces.
Además, en tu caso, la historia encaja con el formato elegido como un guante.
De diez.
Un abrazo gordo y enhorabuena
Vaya, muchas gracias Modes. ¡Cómo has elevado mi moral! Si te tuviera delante te daba un beso en los morros. Bueno, con permiso de algún otro, que sé yo que hay cola…
Por cierto, en tu última frase, ¿te faltan las comas? Es que el mensaje cambia mucho si se las ponemos: «Un abrazo, gordo, y enhorabuena».
Si no le faltan, otro para ti, gordo. Y si le faltan, pues lo mismo.
Bien, bien, bien, Fernando.
Confieso mi ignorancia. Leí tu relato hace tiempo y no entendí el formato. Si el contenido, por supuesto. Aún así, algo se me quedaba cojo. Hoy acudo a mi amigo Internet y descubro y me descubro. ¡Ah, que listo eres! ¡Ahora si!!
Abrazo.
Bienvenida a mi laberinto, Aurora. Me alegro de que te haya gustado, aunque el mérito de la existencia de «La Divina Comedia» se remonte a muchos, muchos siglos atrás. Un amigo (escritor) dice que todo está escrito, solo cambian las formas y el estilo. Y que leyendo a los clásicos encuentras más historias que contar que en mil vidas que puedas vivir…
Yo no estoy muy de acuerdo con él, no creo que todo esté escrito. Pero es verdad que la influencia de ciertas obras y autores (además de a Dante, bastante más actual, podemos incluir a otros más antiguos como Homero, Virgilio, Heródoto, Horacio, Sófocles…) nos acompañará siempre.
Pero basta ya de rollos. ¿Sabes cómo llaman en mi pueblo al que se le llena la boca hablando de las maravillas de Dante? PEDANTE.
Y yo no quiero parecértelo, perla del Cantábrico… Un beso.
Es un relato que me cuesta mucho leer, entender por el recurso que has utilizado, que no llego a apreciar. Literatura experimental. En fin, difícil opinar sobre lo que no se entiende. Suerte.
Entre tu laberinto y el mío nos vamos a volver locos, jeje
Qué razón tienes, Ximens, este laberíntico mes va a traer de cabeza al jurado… Reconozco que no es un texto fácil, sobre todo si no se ha leído a Dante. Imagínate, Jorge Luis Borges recomendaba leer «La Divina Comedia» ¡en italiano arcaico, tal y como la había escrito e ideado el maestro Alighieri! Decía que era la única forma de apreciar la riqueza de matices, la sutileza de los versos y los giros poéticos de ciertas expresiones. Yo me conformo con haberla entendido un poquito, en castellano actual y con glosas en los márgenes. Y, aun así, contiene pasajes que me siguen pareciendo un laberinto indescifrable. Menos mal que a Joyce no le dio por reinterpretarla.
Lo que más me gusta en tu relato es su carácter esférico, de principio a fin se mantiene rodando en esa línea, y no tropieza. Muy curiosa la forma que has tenido de redondearlo.
Mucha suerte.
Saludos.
Muchas gracias, Paloma, por tus palabras. Un besazo.