288. HOJAS DE OTOÑO, de Petirrojo
Esta noche te cuento que he soñado con volver a verte, y al despertar he recordado el tiempo compartido en aquel bosque, donde cualquier paisaje al alcance de nuestros ojos era idílico.
No pensaba volver a mirar por el retrovisor imágenes pasadas de nuestra vida, pero la nostalgia se hizo un hueco a mi lado y una sonrisa se convirtió en cómplice de la memoria.
Siempre nos gustó pasear juntos por aquellos senderos llenos de vida y de silencio. Caminábamos entrelazando las manos mientras escuchábamos el sonoro crujir de la hojarasca. Nos sentíamos acariciados por aquel sol de otoño mientras árboles frondosos guardaban nuestros secretos.
De regreso hacia el molino de agua, nos despedimos con un cálido abrazo. Decidimos vaciar nuestros miedos y ser valientes en nuestra relación: Separamos nuestros caminos.
Desde entonces, cada vez que regreso a contemplar el paraje que fue testigo de nuestra historia, me persigue la melodía de un bolero: Nosotros, que fuimos tan felices…En ese instante, por un intervalo de segundo, me siento vulnerable y mi corazón se siembra de dudas. La duda es un interrogante sin respuesta que llama a deshoras. Como a deshora ha sido soñar contigo.