Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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29. Instinto maternal (Aurora Rapún Mombiela)

Mamá pata tiene mala memoria. Ordena a sus patitos en fila. No quiere que se le despiste ninguno.

Mamá humana recoge a su hija y emprende el viaje a la hora prevista, siempre puntual.

Mamá pata sale de su charca, seguida de cerca por 6 pompones amarillos: 1, 2, 3, 4, 5 y 6. Están todos. Empieza la excursión.

Mamá humana se asegura de que esté todo correcto: cinturones, retrovisores. Se pone en marcha.

Mamá pata mira bien antes de salir de la zona de cañas.

Mamá humana no sobrepasa el límite de velocidad.

Mamá pata y sus seis algodoncitos se balancean sobre sus patas: uno, dos, uno dos.

Mamá humana no tiene tiempo de frenar. Tras ella circulan tres coches más.

Mamá pata mira hacia atrás sobresaltada. Algo no cuadra en su perfecta fila de patitos: 1, 2, 3, 4 y 5. Repasa. Parece que están todos. 

Mamá pata y sus patitos continúan hacia el lago que hay al otro lado de la carretera. Uno, dos, uno dos.

Mamá humana se tapa la boca horrorizada. 

A través del espejo retrovisor se asegura de que su hija, dormida en el asiento de atrás, no se haya enterado de nada. 

26 Responses

  1. Vaya, ¡qué mala pata! Menos mal que los patos no saben contar y nuestra pata siguió tan tranquila . Nos cabe el consuelo de «Ojos que no ven (o aritmética que ignoras), corazón que no siente».
    Bonita y tierna historia.
    Un abrazo, amiga Aurora.

  2. ¡Ay, pobre patito! No me lo quiero ni imaginar, yo soy de las que, cuando ven algo aplastado en la carretera, miran para otro lado por si era algún animalillo.
    Muy sentido tu relato, Aurora, pero mejor que mamá pato se quede en el precioso lago y no vuelva a arriesgarse a cruzar la carretera.
    Abrazotes.

  3. Ángel Saiz Mora

    Dos historias paralelas que se entrecruzan. dos madres que cuidan lo mejor que pueden de sus retoños, pero el infortunio aparece cuando menos se espera. Mejor no darse cuenta de las consecuencias. Mejor no saber, sw sufee menos.
    Un relato con una sugerente mexcla de ternura y tragedia que deja pensando después de su lectura.
    Un abrazo y suerte, Aurora

    1. Cada una a su manera cuida de sus retoños. Desde luego que la palabra que has utilizado, «infortunio», describe muy bien la situación. Me daba pena hasta escribirlo. Muchas gracias por tu lectura atenta, Ángel. Un abrazo fuerte.

  4. Citando al gran Gabriel García Márquez, lo del patito número seis fue la «Crónica de una muerte anunciada»… Y tremendo lo de la madre humana, que mira por el espejo retrovisor a su hija para ver si sabe lo que pasó… Seguramente, de no haber tenido esos otros autos atrás, la madre humana hubiera frenado y todos, mamá pata y sus seis patitos, hubieran cruzado la ruta sin problemas… Pero esos autos vienen detrás y pueden chocarla a ella y a su hija, y su hija humana puede ser la lastimada o, peor, muerta… Justamente por instinto maternal, mamá humana sabe que frenar no es una opción…

    Tremendo relato, Aurora, y con dos finales, uno de los cuales nadie quiere que hubiese ocurrido.

    Un beso grande,
    Mariángeles

    1. Ay, Mariángeles, muchas gracias por tu comentario. Has sabido extraerle todo el meollo. Cada madre intenta hacerlo de la mejor manera, pero claro, la carretera llena de coches pasa por en medio de la naturaleza… Pobre patito. Deseo al resto de la familia una vida feliz en el lago.

  5. Javier Srroyo

    Vaya mala pata la de mamá pata, perdió dos patas y se quedó tan pata. Y todo porque mamá humana eligió esquivar la mala pata. Una tragicomedia a dos bandas
    Que tú tengas buena pata, Aurora

    1. Oye, hay que ver qué comentario tan enlazado. Pues sí, esperemos tener buena pata y no tan mala como la pobre familia de patos. La verdad es que es una historia muy triste. Me daba pena hasta escribirla. Muchas gracias, Javier. Un abrazo fuerte.

  6. Matemáticas de supervivencia.
    La madre protege a su hijo para no ser testigo de la crueldad de la vida.
    Muy bien descrito y mejor resuelto.
    Lo contrario no hubiera valido para nada.
    Enhorabuena Aurora.
    Siete.

  7. Nuria

    Ohhh!! Pobre patito.
    El otro día yo atropellé a una tortuga despistada en la autovía, y créeme si te digo que no pude dormir.
    Muy tierno. Un abrazo, Aurora.

  8. Hay que ver cómo está historia muestra las dos caras de la condición humana recreando una escena tan simpática (perdón por el chiste). Tan sin importancia y tan honda a la vez. Me ha encantado esa sencillez. Suerte, Aurora. Y un abrazo.

  9. Rosalía Guerrero

    Ay, Aurora, qué bien que mamá pata tenga mala memoria, así puede continuar maternando feliz a sus 5 patitos. Cosa que no hubiera ocurrido de darse el final alternativo. La verdad es que desde el principio se masca tragedia, pero a pesar de la penita, has elegido el mejor final.
    Un abrazo y suerte.

  10. Me encanta, Aurora, con esas dos historias paralelas que se entrecruzan trágicamente. Le veo un interesante fondo. Magistral la narración, la descripción de los patitos, la ternura… Un gran micro, mucha suerte, amiga,

  11. Jesús Navarro Lahera

    Pobre patito, o patita, que se ha quedado en la carretera. Muy tierna la historia, y realista, además de protectora, la actitud de ambas madres. Una decide no alterar la calma de su pequeña con una información que no iba a aportarle más que un disgusto; la otra decide priorizar la existencia de lo que le queda de su gran familia. Buena historia, Aurora. Un abrazo

  12. Enrique Mochón Romera

    Ojalá que esos patos no tengan que cruzar muchas veces la carretera, que ninguna fábrica contamine su charca, que no se estrellen contra el tendido eléctrico cuando vuelen, que los cazadores que les disparen tengan muy mala puntería…, pero ante todo que los humanos con los que se topen sean capaces de verlos como algodoncitos, como pompones amarillos cuya vida importa mucho a su madre, tanto como a la conductora del coche la de su hija. Precioso relato, Aurora, lleno de ternura y empatía, además de suspense. Enhorabuena y mucha suerte con él.

    1. Ay, Enrique, qué dura es la vida, ¿verdad? Pero también hay mucha belleza en ella y ya sabes que los que nos dedicamos a escribir tenemos una especial sensibilidad para verla. Muchas gracias por tu lectura generosa. Un abrazo muy fuerte.

  13. Rosa Gomez Gómez

    Una secuencia muy bien organizada hasta el suceso final. Una tensión mantenía paute desde el primer molinero se adivina la catástrofe. Aunque has sabido ocultar el desenlace.
    Me gusta!

    1. Rosa, me ha costado desentrañar tus palabras, entre las malas jugadas del corrector (imagino, jeje), pero lo he logrado. Muchas gracias por tu lectura y por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo muy fuerte.

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