03. FÉLIX (Puri Rodríguez)
Era mayor. Vamos, que ya hacía tiempo que había doblado el codo del siglo. Cuando le
preguntabas, mecánicamente, qué tal estaba, el tipo iba y te lo contaba, detallando durante un rato su colección de goteras físicas: Una pierna más larga que la otra, una leve sordera, imsomnio recurrente, algo de artrosis en una rodilla… En fin, que, según él, se le adelgazaba el futuro un poco más cada día.
Así, de entrada, parecía un auténtico cenizo pero, al rato, cuando callaba y se le perdía la
mirada en el horizonte, en un objeto cualquiera, en la gente que paseaba ante él o, más
excepcionalmente, en tus propios ojos… Uffff, entonces todas sus taras, sus defectos y sus años se desvanecían y sólo tenías frente a tí a un ser excepcional, inteligente y sensible, que te regalaba la serenidad y la belleza indescriptible de los ojos más extraordinarios que nos es dado contemplar en toda una vida.
Ayer, Félix se durmió y ya no volvió a despertar. La luz de su mirada gatuna se fue y nos dejó en la más negra oscuridad.
Descansa en paz, querido amigo.
Un relato muy entrañable. sobre todo para quienes hemos tenido la suerte de compartir vida con un gatete. Escribir en segunda persona no es nada fácil pero a tí te ha quedado redondo. Muchas felicidades y suerte!
Hola Puri,
Tu relato me ha parecido precioso. Imagino que ese Félix es alguien cercano, pero lo has descrito tan bien que a todos nos viene a la memoria nuestros “ Félix”. Enhorabuena. Nos seguimos leyendo
Un abrazo
Nunca estamos (ni creo que estaremos) del todo preparados para asimilar el propio final, como tampoco el de los más cercanos, que nos recuerda el propio. Ese mundo algo más vacío y osvuro de repente resulta difícil de entender. Pese a todo y aunque no lo sea, el buen recuerdo que deja alguien es lo más parecido a lo imperecedero.
Un relato triste, más aún si es real, pero también una lla.ada al respeto, a la reflexión, a escuchar.
Un abrazo y suerte, Puri
Hola Puri, tu relato me ha recordado mucho al estilo De Santiago Lorenzo, el escritor de “los asquerosos”, un lenguaje original y a la ves sencillo, que capta al lector desde el primer momento.
Me gusta!
Gracias, Rosa, por leerme y por citarme a un escritor que no conocía pero, que sin duda, leeré. Eso de «Los asquerosos» promete mucho. No siempre escribo ficción y, en esta ocasión, tampoco lo he hecho. Félix fue muy real. Un abrazo, guapa.
Muchas gracias, Sara. Y es cierto lo que dices. Yo he tenido perro y luego gato, y esos ojos son incomparables. Y, de nuevo, mi cuento no es ficción. Fue una historia muy real. Un abrazo, guapa.
Hooola, Fernando. Sí, el Félix de mi cuento fue muy real y ciertamente extraordinario. Si tú has conocido a alguien parecido sabes bien de qué hablo. Muchas gracias por tu cariñoso comentario y…Un abrazoooo.
Gracias, Ángel, por tu siempre acertado análisis. Ese amigo que se fue, y que he tratado de describir esta vez, se marchó antes de tiempo y muy sorpresivamente. Pero sus ojos y su bondad seguirán para siempre en mi memoria. Un abrazo, querido amigo.
Estoy segura de que ese Félix fue un gran tipo, con los achaques cercándolo a medida que pasaba el tiempo, pero con esa belleza interior que perdura.
Tuviste suerte al disfrutar de su amistad.
Un abrazo y suerte.
Hoooola,guapa. En efecto, como bien dices, tuve mucha suerte. Félix era alguien excepcional en un mundo plagado de mediocres. Muchas gracias por tu cariñoso comentario, Rosalia. Un abraaaazo grandote.
Hola, Puri.
Me ha gustado mucho el estilo que utilizas para describir al protagonista y su enigmática y felina mirada. Enhorabuena.
Un cálido saludo
Gracias mil, Barceló, por tu cariñoso comentario. Al contar a Félix me salió así esta breve semblanza, apenas una pincelada de alguien complejo pero muy sencillo a la vez. Tan bello, tan puro, que quise evocarlo hoy. Un afectuoso abrazo.
Veo que Félix fue muy real, así que decirte que lo he imaginado y visto en mi mente como si siguiera aquí. Suerte y un abrazo