3. LA FIESTA (JAMS)
Aunque la romería se repita cada diez de agosto, la tradición señala celebrar el Martirio solo cuando la luna llena coincide con la noche de San Lorenzo. Suben de todo el valle. El lugar siempre es el mismo, la ermita del santo en la Braña de la Lumbre; un claro amplio y llano en medio de un monte de viejos castaños. En un extremo se delimita un espacio con cuatro postes que soportan guirnaldas, luces de colores y banderolas de países desconocidos.
Debajo se instala un escenario pequeño, con un toldo de lona verde, en el que se aprietan tres músicos. Están tocando un pasodoble instrumental que reconocería cualquiera. Nadie les escucha. En la pradera solo hay una docena de niños dándole patadas a un balón. Los demás están en el otro extremo; aplauden y jalean frente al atrio de la ermita, congregados en torno a la hoguera.
Gabriel desciende por la pista con su todoterreno. Llega tarde. Viene reprochando a su mujer que le haya entretenido con una estúpida oveja recién parida.
-Espero que aguante vivo más que el último -le dice. Baja la ventanilla, mujer, y escucha. Chilla como un cerdo el muy cabrón…
Juan, casi hemos coincidido en el tema, cuando leas el mío, te vas a quedar sorprendido por las pequeñas coincidencias. Tu la fiesta del Martirio y yo la de las Hachas. A mí las coincidencias me dan miedo, ja, ja. Un abrazo fiestero.
Si, la verdad. Acabo de leeros y me he quedado con un regusto amargo. Me han venido a la cabeza los cuadros de Gutierrez Solana sobre la España profunda y también los cuadros negros de Goya.
Peo sois buenos, jodíos…
Y es que no hay nada tan piadoso como una romería, con sus músicas, sus juegos, su fe, y su quemadito a la parrilla. Pero hay que ser civilizados, mirad que el fuego no se extienda.
Muy bueno JAMS, perfecta presentación y mejor lo que sutilmente callas.
Venga, te premio sin que me hayas enviado el jamón. Un abrazo y feliz verano de lunas llenas, o no.
!UFF! madre mía…
Jams, retrato costumbrista, del folclore de un pueblo, y al final ¡zas!, tradición macabra. Solo espero que el cerdo se lo mereciera, hay mucho donde elegir, jajaja. Muy bueno. Abrazos.
Muy bien retratado el ambiente: las guirnaldas, las banderolas, los músicos. Me gusta que lo más «interesante» sea lo que no nos cuentas.
Feliz verano Juan. Y cuidado con las Fiestas!!
Qué buena la ambientación de relato costumbrista, tan buena que me ha llevado a pensar que estabas contándonos una fiesta auténtica de algún pueblo, de las típicas de estas fechas. Y de repente la barbacoa. Uff, qué mal rollo, pero de eso se trataba. Logrado 100%. Un abrazo, jefe.
Uffffffff Juanan, yo ya no voy a tus barbacoas, tio!!
Me encanta este Templo de Upsala a lo castizo!!
Abrazo
Ya me parecía a mí que con tanta guirnalda y tanto ambiente campestre no iba a acabar bien la cosa, no…
Si es que Georgie Dann era un visionario…
Joe, como nos has llevado mansamente al redil.
Pero no te voy a decir que me gusta mucho, porque luego crees que te hago la pelota…
Jams que bien nos has sabido llevar con tus palabras por un camino que nada tienen que ver con el final tan brutal. De lo bucólico has pasado, casi sin que nos diéramos cuenta, a un remate escalofriante. Genial.
Un abrazo.
¡¡¡De fiesta nada!!! ¡Qué bien me has engañado!
Jams, dibujas la celebración, con todos esos detalles que nos hacen verla. Y me encanta ese final salvaje que nos pilla tan de sorpresa. Un abrazo.
Desde luego el final se las trae. Coincido con Susana, no parecía que tanta banderíta y tanta fiestuqui trajera nada bueno. Me ha gustado y hasta miedo he sentido solo de imaginármelo.
Juan, la luna testigo de tradiciones. Bien contado. Suerte y saludos
Gracias por llevarnos de la mano a disfrutar de ese folklore tan bien explicado. Al final quieres aguar la fiesta y vaya si lo consigues. Un abrazo 🙂
Se dice que en medio del martirio, exclamó: Assum est, inqüit, versa et manduca.
¡Tremenda historia!, ¡Cuidado con esas barbacoas!
¡Sigue sorprendiéndonos con tus relatos!
Un beso
…al pobre San Lorenzo le pasaron por la parrilla en una fiesta de este tipo, en otros tiempos y con «otras tradiciones»; pero ya sabéis lo que pasa con estas cosas, si es «tradicional»… es «de interés», ignorantes o ignorando que «cualquier tiempo pasado… fue peor»; muchas veces confundimos «guardar la memomria» con «recrear o revivir» y lo que entendemos por cultura es mero «paletismo»… ¡¡…y vivan las fiestas de san Lorenzo!!
Joé que yuyu, vaya final. Buen texto JAMS. Abrazos y me pensaré ir a la próxima romería.
Leo con atención una vez más tu relato LA FIESTA . Tiene ese sello inconfundible de la no entrega al relato plano, pues resuelve con quiebro, reminiscencias de la novela negra . Tras ese comienzo inocentemente descriptivo, nos encontramos con un suceso que aporta de repente todo el enigma que no había aparecido antes. Eres un maestro de las historias con doble fondo. Y nosotros, mientras, nos enteramos cuando ya estamos dentro de la red.
un abrazo
Hola Jams, no me gustaría estar en esa «fiesta» que te has inventado.
Espero que ningún pueblo tome ejemplo je je
Fiesta y violencia aúnan muchos pueblos. Buen relato.
Abrazos.
Uy pero esa celebración de San Lorenzo me parece muy literal, quien estaba en la parrilla?
Buena historia de uno de esos pueblos recónditos donde todos los vecinos participan de tradiciones macabras.
Sinceramente me ha dado algo de miedillo, por que encima lo pintas como algo natural, los niños jugando…
Como siempre, no has defraudado.
Besos
¿Van a sacrificar a alguien? Jope, qué bíblicos. Miedo me va a dar ir al Sendero.
Qué poco me gustan las sorpresa finales en los relatos breves. En el caso de este tuyo, sin embargo, no había otra opción para redondearlo. Y lo has conseguido. Muy bueno.