03. MI BIBLIOTECA (Mariángeles Abelli Bonardi)
Lágrimas en la lluvia: el bloqueo de escritor es La historia interminable de mi vida. Salgo a despejarme: Los autonautas de la cosmopista me invitan a ir con ellos. Cultiva tu talento literario, me dicen, sin Orgullo y Prejuicio, con mucha Sensatez y Sentimientos. Sigo el consejo: Papeles inesperados me llevan, Más allá de las ilusiones, a dar La vuelta al día en ochenta mundos.
Ni puedo ni quiero prescindir de mi Casa de palabras; Grandes esperanzas alivianan El peso del corazón, un Corazón del Tártaro que hace de mí La loca de la casa; esa misma que, apenas puede, se va a su Jardín secreto a jugar a la Rayuela.
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Curioso el catálogo de libros perfectamente hilvanado que nos dejas y que anima a buscar información sobre los que no aún conocemos. Suerte, Mariángeles. Saludos.
Qué bueno que anime a buscar info sobre los libros que no conocen, JESÚS, porque estuve a punto de agregar enlaces a sinopsis y reseñas, pero después lo pensé mejor y no lo hice porque eso le quitaba parte de su magia y juego al relato. Son todos libros muy buenos y dignos de leer, sin duda.
Gracias por la suerte, que te retribuyo.
Cariños,
MAB
Muchas veces he pensado en la importancia de los títulos de las obras y, ahora, al leer la relación de los mismos que colocas, de manera magistral, formando un relato, me reafirmo en lo que pienso. Te felicito, Mariángeles.
Besos.
Soy de tu misma opinión, MARÍA JOSÉ: los títulos de las obras vienen a ser la frutillita de la torta o la cereza del postre, lo que te guste más. Me alegra que mi aporte de este mes haya sido de tu agrado.
Besos para vos,
Mariángeles
Jugar a la rayuela… no me parece casualidad que tu relato termine precisamente con esa palabra.
Para quien no lo sepa, ‘Rayuela’ es una obra de Julio Cortázar que requiere de un tablero de dirección para poder leer los capítulos en el orden correcto. Correcto según Cortázar, claro está, porque el libro también se pueden leer de la manera habitual. Pero no es lo mismo.
Felicidades por el relato y muy especialmente por ese matiz.
Por cierto que Cortázar era un fantástico narrador de cuentos breves…
Por cierto que sí, J.IGNACIO; amo a Cortázar y a sus cronopios, y entre mis libros preferidos de él están «Los autonautas de la cosmopista» (racconto de su viaje por Francia en una van con su mujer, que era fotógrafa, y complementó con imágenes todo el periplo que hicieron).
De Rayuela, tenés razón: no es casualidad que corone el final del relato. Ahí tengo mi ejemplar, en su lugar en los estantes, esperando a que me decida de una buena vez a retomar la lectura. Y como sé que lo buenos y pacientes que son los libros, estoy segura de que me va a esperar. 🙂
Cariños,
Mariángeles
Hola, Mariángeles.
Pues sí, el título no es casual ni el hecho de que termines con la Rayuela, con el iluminado matiz que señala J. Ignacio. El bloqueo del escritor. Quién tuviera la llave maestra contra semejante lacra. Una forma de desbloqueo que utilizo es dejar la mente a carro libre y dejar que acuda una palabra, una sola. Y a partir de ahí. Buenos libros los que citas, como aseguran mis predecesores comentaristas. Y como se nota que eres de allá de acá. A mí, siendo un cuento, como el mismo Borges reconoce, de entonación orillera, me pirria «Hombre de la esquina rosada». Me encanta tu texto. Un beso muy grande muy grande de acá para allá, que es casi lo mismo, entiendo, que de acá para acá.
Hola, MARTÍN. Me gustó eso de «dejar la mente a carro libre»; voy a probar. Mi forma de vencer el bloqueo, en este caso, fue ir haciendo una lista de los ejemplares que tengo en mi biblioteca y ahí fue saliendo el relato, que me da la sensación de que más que escribirlo yo, se fue escribiendo él solito.
Tomo nota del cuento de Borges; a mí «me pirrian» sus poemas del ajedrez 😉
Va otro beso de acá para allá.
Cariños,
Mariángeles
Los tomos de una biblioteca son parte significativa de una existencia, dicen tanto de una persona que perfectamente podrían hilarse hasta conformar lo que somos, como tú has planteado en este relato, un puzzle bien ensamblado que conforma un todo.
No exagero nada si digo aquí y ahora que los «Ecos del decir» de cierta autora que yo conozco forman parte de la «Armadura de valor» con la que ha enriquecido a muchas personas.
Un abrazo desde el afecto que sabes que te tengo. Suerte, Mariángeles
Lo que más me gusta de tus comentarios, ÁNGEL, aparte del placer de leerlos, es que me descubren cosas de mi propia escritura que nunca hubiera imaginado que podía llegar a transmitir, y una vez más, éste ha sido el caso.
Gracias, amigo, por tus palabras, siempre tan generosas.
Cariños,
Mariángeles
Mariángeles, este paseo por titulos tan caracteristicos conforman tu relato de originalidad y personalidad. Suerte y saludos
¡Muchas gracias, CALAMANDA! ¡Qué gusto!
Suerte para vos también.
Un beso,
MAB
Buen relato nos dejas con títulos de obras enlazados con mucho sentido. Además jugando con algunos de ellos (cosmopistas y vuelta al día) y acabando con una obra maestra.
¡Saludos!
Carme.
Gracias, M.CARME MARI. A veces siento que, si no juego, no puedo escribir.
Respecto a «vuelta al día» y «cosmopista», esos juegos de Cortázar que yo tomé prestados junto a su «Rayuela».
Vayan saludos para vos,
Mariángeles
Corrijo errata: esos SON juegos de Cortázar que yo tomé prestados ;).
MAB
Títulos que se entrelazan para crear una ilusión de surtimientos de amor a las letras y a su proceso creativo. Enhorabuena por tu relato y por tan magnífica biblioteca. Abrazos y suerte.
Perdón, Mariángeles, quise decir «una ilusión de sentimientos», ja, ja, ja.
Ilusión de sentimientos que también son realidad, SALVADOR, porque lo cierto es que amo a mi biblioteca (ella crece y mi departamento se empequeñece, jaja).
Gracias por ese enhorabuena 🙂
Cariños,
Mariángeles
Fantástica biblioteca puebla tu original relato.
Los títulos dicen tanto… son el resumen de la vida interior de los libros, y tú has logrado crear una historia con ellos.
Una lectura tras otra y como estrella la tuya.
Me encanta esta locura.
Un beso Mariángeles
«Los títulos son el resumen de la vida interior de los libros». Un pensamiento muy bello muy certero porque, parafraseando a Jane Austen, si hay una verdad universalmente reconocida es ésa: para nadie están más vivos los libros que para quien los lee y/o escribe.
Qué gusto que esta locura te encante, BELÉN.
Otro beso para vos,
Mariángeles
Curiosa manera de tejer un relato: usando títulos de libros en vez de palabras.
Sí, EDITA… Curiosa y la mar de divertida y, sobre todo, efectiva, para vencer el mentado bloqueo de escritor… 😉
Un beso,
Mariángeles