30. BRILLANTINA (Ignacio J. Borraz)
Todo empezó terminando. Estábamos rememorando el recuerdo antes incluso de dejar de vivirlo; con la intensidad que solo la juventud confiere a los sueños de verano.
El amor idealizado es bello hasta que se quiebra, en un instante fugaz, el del reencuentro en circunstancias tan inesperadas como turbadoras. Tú apenas siendo tú con esa sonrisa socarrona y esos andares de perdonavidas, recluyendo el cariño bajo capas de burla hiriente que escapan como anillos de humo de tus labios. Esos mismos labios que me besaban hace pocas noches bajo la luz de la luna.
Voy aprendiendo a andar mi nueva vida entre reuniones de damas rosas, disputas de hombría disfrazadas de carreras de bólidos, intentos de magreo en el autocine, concursos de baile con desenlaces turbios, y canciones, sobre todo, muchas canciones.
Al final me doy cuenta de que, en ocasiones, cambiar es el único modo en que pueden alcanzarse los anhelos. Me rizo el pelo, me pinto de rojo los labios, me ciño de cuero negro y se mezcla, entre sonrisas, tú eres lo que quiero con iremos juntos like rama lama lama ka dinga da dinga dong.
Cambiar no es extraño, como decía Mercedes Sosa. Da igual cómo, pero los cambios nos hacen avanzar, solos o juntos «laic rama lama lama».
Un saludo
JM
Nostalgia. Nostalgia en estado puro, y muy conseguida, Ignacio. Una propuesta muy amable pero con mensaje: «en ocasiones, cambiar es el único modo en que pueden alcanzarse los anhelos». Pues sí, señor.
Suerte.
Lindo y musical, casi te vi bailando.
Jaja, Ignacio, un final muy gracioso con esas onomatopeyas. Has escrito un relato con brillantina y con mucha gomina y tupé. Y como dice uno de los exquisitos críticos entecianos destacando el mensaje clave de que a veces cambiar te lleva a los anhelos, aunque no sé si es más difícil cambiar.
Nada que me ha gustado y has elegido una muy buena película para tu relato.
La película me trae unos recuerdos preciosos, y tú nos la re-cuentas de forma muy poética. En lo de cambiar para alcanzar los anhelos no sé si estoy de acuerdo, como decía Serrat «uno solo es lo que es y anda siempre con lo puesto». Si el cambio te obliga a ir contra tu personalidad o tu naturaleza, igual hay que revisar el anhelo. Os parece que Danny y Sandy duraron mucho juntos? Besos y suerte.
Ignacio, coincido con Ana en no cambiar esos anhelos y añado que es original tu interpretación. Suerte y saludos
Qué grande eres, Ignacio. Y escribiendo también 😛
Me gusta mucho la primera frase, ese todo empezó terminando, que dirige el tono del relato hasta el final, como la batuta de un director de orquesta.
¡Enhorabuena!
Genial desde el principio hasta el final.
Ya sabemos que se le pasaba por la cabeza a Sandy antes de ese apoteósico final lleno de ritmo y brillantina. El relato me parece muy bueno y como otros compañeros creo que has fusionado muy bien la película con el escrito. Me ha gustado mucho y el final desde luego la guinda. Un abrazo y suerte 🙂
Toma ya. Ignacio, como siempre, ma-ra-vi-llo-so. ¿Quién no ha cambiado, y ha hecho lo impensable por amor? Suerte, campeón.