30. De cara a careta (Edita)
Nuestros diseñadores están trabajando sin descanso para que las prendas, tan demandadas, estén disponibles cuanto antes en las nuevas boutiques: en varias tallas, adaptadas a las distintas edades y proporciones de los clientes; en algodón, lino o materiales innovadores; fruncidas o con pliegues; con gomas elásticas o cintas de raso; estampadas, a cuadros, transparentes…
Zara nos lleva ventaja por su indiscutible logística, pero los artículos exclusivos que nosotros ofrecemos, la calidad de sus materias primas de estricta procedencia nacional, la pulcritud en la confección y un potencial mercado, en clara expansión, harán de este negocio un éxito. Sin duda, ha sido una idea brillante reconvertir las clínicas de estética facial en tiendas de mascarillas lujosas.
Adaptarse o desaparecer, no queda otra. En una mercado en el que imperan las leyes de la oferta y la demanda, a los fabricantes no les queda otro remedio que dar a la gente lo que quiere, aquello que en ese momento se considera poco menos que imprescindible. Utilizar mascarillas se ha convertido en una necesidad, como desde el principio de los tiempos lo fue cubrir el cuerpo para protegerse de la climatología. No es igual hacerlo de una manera que de otra. El estilo y la moda van parejas a la utilidad.
Un relato pegado a lo real, más actual imposible, dominado por un espíritu práctico, el de los emprendedores que en cada momento saben qué deben hacer, cómo responder a los retos.
Un abrazo y suerte, Edita
Muchas gracias.
Hola, menuda oportunidad de negocio. Ya te veo haciendo balances y cuentas de explotación. Muy ocurrente tu texto, desde luego.
Por cierto, ¿y a dónde dices que hay que pasarte los pedidos? 😉
1 abrazote, costureira do castro 😉
😀 Os pedidos, ó castro, claro. 😀 😀
Muchas gracias.