30. FACTORES
El sonido del timbre baja las escaleras, repta por los pasillos, se mete en las taquillas y sale al patio en busca de aquellos que se retrasan vencidos por el peso que cargan a su espalda y que no está dentro de sus mochilas.
Al cerrar la puerta tras de sí, con el timbre ya dormido, Iván tropieza con los ojos del de mates chispeando un reproche. Pero no es esa la mirada que logra traspasar su piel hasta hacer nido en sus entrañas. Esa es la que viene del pupitre situado detrás de él, la que cargada de veneno va alfombrando sus pasos hasta llegar a su asiento.
Después vendrán los mensajes de WhatsApp, las macabras instrucciones, los insultos y humillaciones. Quién sabe lo que le tocará hoy… Aún tiene dentro las huellas del asco después de haber lamido las zapatillas de los tres gallitos de la clase. Mientras, en la pizarra, el profesor proclama como verdad incuestionable, que el orden de factores no altera el producto.
Hola, Yolanda.
Me ha gustado mucho la forma de contar la historia, con ese sonido del timbre que te introduce en el escenario y lo recorre hasta llegar al protagonista, ambientando con maestría el relato. Siempre me ha parecido que la ambientación es primordial y que bien hecha, como es el caso, aumenta la calidad de la lectura exponencialmente. Por otro lado, la historia de un problema enormemente complejo y sangrante, el dichoso bulling.
Te felicito y te deseo mucha suerte. Un cálido saludo.
Muchas gracias por tu comentario!
Dureza poética, así califico la forma en que lo has compuesto. Me ha gustado, un mensaje que por mucho que se repita sigue siendo necesario para despertar conciencias y alertar a todos.
Gracias, Rosa. Por desgracia es un problema que no desaparece…
El problema de este sufrido y atemorizado muchacho es, precisamente el miedo, el que le impide decir lo que le sucede, porque obviamente necesita ayuda, y no se la va a proporcionar el resto de compañeros que miran y callan, no sea que también les toque a ellos. Él vive en una realidad paralela que es un infierno, al margen de las matemáticas o de cualquier otra ciencia, al capricho de unos indeseables, por jóvenes que sean y se piense que aún podría hacerse carrera con ellos.
Un relato que mueve a revelarse contra una realidad terrible, que ojalá pudiéramos decir que solo es ficción y no existen situaciones semejantes.
Un abrazo y suerte, Yolanda.
Gracias por tu certero comentario Ángel.
Un abrazo.
Un relato muy duro narrado de una forma poética, una mezcla nada fácil que, en mi opinión, has bordado. Felicidades y un abrazo!
Gracias por leer y comentar, Sara.
Un abrazo.
Hola Yolanda,
El entendimiento silencioso entre tu protagonista y sus maltratadores en indiscutible. Por otra parte, es un micro maravillosamente contado. Enhorabuena.
Nos leemos
Muchas gracias por tu comentario, Isabel Cristina!
Yolanda, me has dejado sobrecogida. Un micro magistral, tanto en la forma, deliciosamente poética (el timbre que repta, chispear un reproche, el nido en las entrañas…) como en el mensaje que nos trasmites, tan duro como necesario.
Imposible no empatizar con ese pobre muchacho.
Un abrazo y suerte.
Muy agradecida por tu comentario.
Un abrazo