32. Cambio climático (Susana Revuelta)
—Chica, Mariluz, vaya remolinos se te forman en la nuca. Se me ha acabado el bote de laca y no he conseguido domarlos.
—Pues abre otro. Que no se mueva un pelo en todo el día.
Mariluz se casa esta tarde y en vez de disfrutarlo se la nota de lo más estresada.
—No sabe una ni qué ropa ponerse —farfulla mientras ojea una revista de viajes.
—¿Qué? —se sorprende la peluquera—. Pues hija, el vestido de novia y por la noche el de cóctel.
—No, me refería —explica la joven, fijando su mirada en el cielo color aceituna— al viaje de bodas.
—¿Y a dónde vais?
—A mí me apetecía muchísimo ver las tormentas de arena en las Rías Baixas o las granizadas en las playas de Chiclana. ¡Para una vez que salgo de casa!
—¿Y no prefieres sol?
—Tú igual que Nacho, qué pesadez con pasar calor. Pues al final lo echamos a cara o cruz y ganó él. Nos vamos una semana al desierto de Pirineos. A ver cactus y escorpiones, mira tú qué plan. Ponme más laca en el flequillo, anda.
—No te deprimas, mujer, que igual hasta veis una aurora boreal.
Pues visto lo visto, lo mismo coleccionan cactus y se pasan el día en las piscinas pirenaicas. Un relato muy original. Suerte Susana,
Besicos muchos.
Ya que se trata de la luna de miel, algo tendrán que improvisar para que sea algo romántico.
Un beso, Nani.
Dentro de poco, si todo sigue igual, la conversación de estas dos mujeres, que parece tan disparatada, será algo corriente; habremos tenido que aprender a convivir con lo que nunca tendría que haber sucedido, con las consecuencias de los excesos y la falta de miras.
Un diálogo natural, una realidad posible, un futuro incierto y difícil, que habría que tomarse muy en serio para revertirlo.
Un abrazo y suerte, Susana
Aunque de lo gordo gordo, o sea, llenar los mares de mierda, sean culpables otros, todos tenemos hábitos que corregir en el día a día.
Un beso, Ángel.
Madre mía. Qué penita me da. Creo que no hacemos lo suficiente para que ese peligro, que dibujas tan «amable», directo y punzante, llegue a nuestras conciencias y nos haga actuar. Actuando, previniendo que se haga realidad.
Me ha gustado mucho el ritmo, la puesta en escena, el humor para lanzar ese terrible mensaje que nos incumbe a todos.
Un abrazo grande, Susana.
El humor que no falte nunca, aunque sea de tintes negros, negros oscuros, o tirando a tonos petróleo, carbonizado, y etcétera.
Un beso grande, Amparo.