328. CALMA, de Amanita Muscaria 2
Camino lentamente, absorta en mis pensamientos, alejándome poco a poco del caos bullicioso de la ciudad, sus prisas, sus rutinas, hasta perder por completo la noción del tiempo. Levanto la mirada hacia el horizonte y a lo lejos diviso un frondoso bosque, su color y aroma invitan a adentrarse en él. Una bella mariposa de suaves tonos azulados dirige mis pasos con su vuelo lento y suave hechizándome hasta arrastrarme hacia el interior de un hermoso espectáculo multicolor, adornado de innumerables especies de plantas y flores y un aroma que emborracha hasta perder el sentido. Unos cánticos melodiosos despiertan mi ensoñación, este mágico lugar hace que mi mente se habrá a otra dimensión, a otro mundo. Me dejo llevar por mis sentidos. Mi corazón late lentamente, mi respiración se ralentiza y mi rostro esboza una sonrisa. Dejan de existir por unos instantes las prisas, las tristezas y la desesperación para dejar paso a los sueños, las ilusiones y el amor, dejando a un lado el odio y el rencor. Este es mi rincón secreto, donde sólo existe la calma, donde aún esperan los sueños…