37. Esta lluvia (Carmen Cano)
Te marchaste de este hogar, despoblado para siempre sin tus brazos. Solo dejaste el eco de tu voz en los rincones y esta lluvia que atraviesa las paredes. A veces, en torno a mi cintura, bucean los peces erráticos de la tristeza.
Quizá algún día, cuando apenas me recuerdes, te persiga por las esquinas la sombra de la hija que no me diste.
Carmen un relato que en pocas palabras cuenta mucho. Un pareja rota, un intento olvidarse aunque siempre hay detalles que lo hacen difícil, como puede ser la lluvia. Y una frase final que casi suena a venganza.
Me ha gustado mucho, Carmen, te deseo mucha suerte.
Besos.
Muchas gracias, Javier. Una historia en pleno proceso de desamor. Y una mujer que lamenta lo que no pudo ser, esa hija que imagina como una sombra en la mente del hombre que la abandonó.
Besos.
Cuando la maternidad llama a tu puerta y no «consigues» que entre… eso creo que no se supera nunca.
Es un micro muy triste, pero con una carga poética preciosa.
Un abrazo y suerte.
La maternidad frustrada imagina esa sombra tras los pasos de quien no quiso ser padre.
Muchas gracias por tu comentario, Rosy.
Un beso.
Qué maravilla, CARMEN… En diez renglones condensaste toda una vida y no dejaste nada por contar: el abandono del marido, su recuerdo imperecedero por toda la casa, la añoranza de la mujer abandonada por esa hija que él nunca le dio, y todo eso convertido en un flashback que le surge al mirar la lluvia…
Lo dicho, una maravilla.
Cariños,
MAB
Muchas gracias, Mariángeles.
Es un texto muy breve, sí. He intentado esbozar las líneas que dibujan la tristeza de esta mujer.
Besos desde esta orilla.
Carmen, un relato muy poético para explicarnos el desamor que siente la protagonista, lamentándose de lo que no pudo ser.
Precioso. Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Muchas gracias, Pilar. Es el lamento de una mujer que no resigna a la ausencia ni a la soledad.
Besos.
Un relato escueto y, sin embargo, podemos visualizar la historia con detalle: la tristeza y el resentimiento
de esa mujer que no ha conseguido ningún fruto del amor que un día sintió. Enhorabuena y suerte.
En su tristeza se adivina el resentimiento. Su cintura no ha sido fértil, la rodean los peces de la tristeza. Por eso imagina una venganza que quizá alcance a quien la abandonó.
Muchas gracias por tu comentario? María José. Besos.
A la tristeza por el abandono de quien se quiso y se sigue amando, pese a todo, se une otro vacío igual de grande o mayor aún: la ausencia de una presencia buscada que nunca llegó, tras la que parece asomar también un reproche, como si ambos polos estuvieran conectados. Tal vez él no deseaba el compromiso que supone la descendencia, ella sí, con toda su alma, siendo ésta una discrepancia insalvable.
Un relato con tanta amargura en el fondo como elegancia en la forma.
Un abrazo, Carmen
Has llegado al fondo de la amargura de la protagonista, una mujer que se siente incompleta sin esa hija que deseó. De ahí el reproche. No ha aprendido a mirar hacia adelante.
Muchas por tu comentario, Ángel, siempre certero y profundo.
Besos.
Carmen, reproches y ausencia en tu historia de desamor. Suerte y saludos
Muchas tristeza y mucha amargura en quien no sabe cómo llenar las ausencias.
Gracias por comentar, Calamanda.
Besos.
Qué pocas palabras te han hecho falta Carmen para contarnos la ruptura, la soledad, el abandono, la añoranza y el reproche.
Mucha suerte y saludos.
Muchas gracias, Maribel. He sintetizado bastante la historia, pero veo que se entiende.
Besos.
Es una historia de resquemor y de despecho sin venganza. Hubiera sido muy diferente si el final hubiera sido: “Quizá algún día, cuando apenas me recuerdes, te persiga por las esquinas la sombra de la hija que me diste”… Éso sí que daría pie a una venganza, quizás larga y cruel, pero ya no sería un microrrelato!
El hecho de que esa hija no exista llena de amargura a la protagonista, pero no puede haber venganza, como muy bien dices, sino rencor.
Muchas gracias por pasarte por aquí y dejarme tu comentario, Joan Llu.
Besets.
Carmen, precioso. Muchos sentimientos encontrados y, particularmente, una gran infelicidad por parte de la protagonista. Poesía pura.
Besitos, guapetona.
Infelicidad. Esa palabra define muy bien a esta mujer que asocia la lluvia a la soledad.
Mil gracias por tu cariñoso comentario, María José.
Besitos también para ti.
Pura poesía, Carmen. Apenas cuatro líneas para pintar una escena de estéril tristeza, pero es en la última cuando se percibe el rencor. Duro.
Y bueno.
Suerte y abrazo,
Muchas gracias, Anna. Es un relato apenas esbozado, pero impregnado de una profunda tristeza. Esta mujer, que no puede o no quiere olvidar, se recrea en su rencor. Este sentimiento le corroe el alma, en especial los días de lluvia.
Un beso.