348. ILLANA, de Duende
Illana se encaminó hacia el arroyo, tras el que se hallaba el bosque. Allí pensaba encontrar la planta que necesitaba.
Al pasar por donde vivía Paulo, miró al frente y no a la casa porque aquello era lo que había escuchado que debía de hacerse. Si no, algún maleficio podía caer contra quien mirara. Los moradores de aquella casa eran considerados una especie de brujos responsables de casi todas las desgracias que ocurrían en la comarca.
Illana no encontró la planta y por eso se adentró en el bosque, donde acabó perdiendo la noción del tiempo y al caer la noche se hallaba totalmente perdida.
Paulo partió en busca de la joven, sin hacer caso de los contrarios consejos de sus padres.
El caso es que pasaron los días y nadie salvo Paulo logró encontrar a Illana y traerla a casa con vida. Todos en el pueblo se alegraron muchísimo de verla en perfecto estado después de estar seis días perdida. A partir de entonces ya nadie pensó que la casa y familia de Paulo estaban embrujadas.
Paulo fue recibido por sus padres con mucha alegría, después de haber pasado siete días en el bosque buscando a Illana.