35. Vuelo mecánico
Sentado en la punta del acantilado, el chico calcula la dirección del salto para esquivar las aristas de las rocas. Sin obstáculos podrá entrar directo al fondo del mar, pies y silla por delante, arrastrado como un ancla de hierro. Abajo, en las llanuras marinas sin corrientes ni luz, esperará que la fuerza de las mareas, una noche de luna llena lo arranque de nuevo como lo hizo en mala hora del vientre de su madre. Pero sin llanto.
Me gustaría haberlo escrito yo. No te digo más.
Gracias Edita, palabras muy bonitas las tuyas.
UF! Suena muy duro, bello, pero muy duro. Bonitas palabras para describir un final deseado. Un fianl sin llanto, liberador.
Enhorabuena por el relato!
Gracias Cari por tus comentarios, sí es bello y muy duro. Un abrazo.
Encoge el corazón la historia de este suicidio a punto de consumarse, sobre todo por la racionalidad con que lo enfrenta el protagonista. Creo que en la tercera frase «arranquen» e «hicieron» deberían ir en singular. Besos y suerte, Marta.
Gracias Ana, sí, la preparación y la racionalidad impactan. No sé, yo creo que está bien, la verdad es que ahora dudo. Un beso grande. Marta
Bellísimo y preciso relato de un inminente suicidio, con la imagen de la luz de la luna rielando en el interior de un mar que acoge al personaje como un nuevo seno materno. Bellísimo, insisto, en su dureza.
Pero Ana Fúster lleva razón, querida Marta: en la frase «esperará que la fuerza de las mareas, una noche de luna llena lo arranquen de nuevo como lo hicieron en mala hora del vientre de su madre», los verbos ‘arranquen’ e ‘hicieron’ deben ir en singular, porque su sujeto es «la fuerza», y no «las mareas», como puede parecer. (Es lo que en gramática se llama «concordancia ad sensum», es decir, se concuerda por el sentido de la frase, y por eso nos suena bien, pero gramaticalmente es incorrecta.
No deja de ser un detalle sin demasiada importancia, pero un relato por lo demás tan magnífico…
Enhorabuena, Marta, y suerte.
Trasmites muy bien la desesperación y la determinación del personaje. Un abrazo
De qué manera tan hermosa nos transmites la desesperación de una tragedia. Me gusta mucho, Marta. Un beso.
Gracias Eduardo Iánez, por tus comentarios, siempre es muy alentador leer opiniones de nuestros escritos. Gracias también por aclarar la duda y confirmar los comentarios de Ana. Voy a intentar corregirlos, ya que entorpecen su lectura. Un abrazo fuerte. Marta
Concha, te agradezco tu parada, tus palabras. Me encanta te hay gustado. Un abrazo.
Gracias Luisa, ahora que ya pongo cara y voz a tus comentarios, llegan con más nitidez. Un abrazo grande para ti y un besooo. Marta
El suicidio como liberación, sin llanto.
Un saludo y felicidades.
Gracias Javier, por parar y comentar. Un saludo
Marta, triste relato, no pudo elegir nacer pero sí ha elegido una muerte liberadora. Muy bueno. Abrazos y suerte.
No importa el motivo que le lleva a tomar esa decisión.
Sencillamente, él no fue dueño de su nacimiento.
Pero es dueño de su final.
Y el punto de añadir que lo hará sin llorar es antologíco.
Grande.
Un beso y enhorabuena.
Gracias Salvador, por pararte y comentar. Sí la idea era acercar la muerte a lo que fue su nacimiento pero sin vida, Un abrazo.
Preciosa crónica de un suicidio sin llanto.
Un beso Marta
Modes, muchas gracias, precioso comentario. Un abrazo
Mª Belen, me encanta te haya gustado. Un abrazo.
Gracias Ana! Volver al seno materno y elegir no nacer. Sí,es duro y triste. Un abrazo grande.
El relato es duro, pero también bonito a pesar de la historia que explica. Complicado armar esa dualidad que tu has logrado con poco pero muy bueno. Mucha suerte 🙂
Gracias Jua Antonio, poético y triste. Un abrazo.
Marta, bien contada esa dificil situacion, suerte y saludos
Gracias Calamanda, agradezco mucho tus comentarios. Un abrazo
Tremendo
Impactante.
Me ha gustado mucho, Martita.
Gracias Raúl, me sonrojas. Besos
Mª carmen, así es. Gracias por pararte y comentar. Un abrazo