374. EL REENCUENTRO, de Ruiseñor
Camina despacio para no llegar. Sabe que allá lejos, donde el sendero se diluye en la niebla, comienza el bosque de las ánimas. Y tiene miedo. Aun así continúa. Algo sobrehumano le empuja a andar en esa dirección, una fuerza descomunal —y a la vez tan sutil— como la tierna voz de su madre llamándolo al oído. Un rechinar de dientes marca su paso mientras imagina, expectante, lo que le espera. Sin embargo, ese reencuentro fantasmal, amparado por el abrazo verdinegro de los árboles, no sucederá esa noche. Se quedará acurrucado en la hierba, indefenso, aguardando el milagro. Las ramas silbarán para él y acunarán su miedo. Las fierecillas salvajes merodearán a su lado demostrándole quién manda. En la tenebrosa oscuridad de la floresta, Kimbu no podrá cerrar los ojos.
Excelente, muy bueno.
Bello,completo,redondo…felicitaciones