Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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44. A veces el tiempo. Nunca Dios.

Su conciencia no podría soportarlo, pero continuaría con la ceremonia. El sacerdote miró fijamente los ojos tristes de la novia. Después al viejo cacique sonriente, vestido de frac. Prosiguió:
– Quien tenga alguna objeción que hable ahora o calle para siempre.
Esperó unos segundos, aunque la anciana madre del novio, tampoco el médico, los guardias civiles ni el tendero, se atrevieron a protestar.
En la calle aguardaban los familiares de la prometida. Las nubes ocultaron el sol. El cura concluía las nupcias cuando comenzó la tormenta. El primer rayo cayó sobre la espadaña.
El segundo destrozó la iglesia por completo.

13 Responses

  1. Salvador Esteve

    Pablo, el título me despista, pero para mí Dios ha actuado con sus armas preferidas, los elementos. Muy original. Abrazos.

  2. Juan, muchísimas gracias, yo no soy capaz de mejorar tu comentario. Gracias también por el poema que no lo conocía.
    Lo de los comentarios ya me doy cuenta que no se activan automáticos, que tengo que marcar permitir comentarios, así que lo siento, mis disculpas.
    Espadaña es una de mis palabras preferidas, además que de forma casi gráfica son puntiagudas y rasgan el cielo. Saludos.

  3. Eso les pasa por ser hipócritas y malos, Al final se ha hecho justicia. La verdad es que el final me gustó mucho. Buen relato, pablo y mucho cuidadin que no nos cae en la cabeza la espadaña, ja ,j aja. Un fuerte abrazo, Sotirios.

  4. Antonia

    espadaña.
    (Der. de espada).
    1. f. Campanario de una sola pared, en la que están abiertos los huecos para colocar las campanas.

  5. ¿Quién sabe si de haberse atrevido algunos de los presentes a objetar algo en contra del casorio, hubiera evitado la devastadora accíón del rayo. En cualquier caso parece que este matrimonio estaba condenado al fracaso.
    Un abrazo Pablo.

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