440. NUESTRO ÁRBOL, de Alameda
¿El mejor momento?
Tú. Siempre tú.
¿El mejor lugar?
Nuestro bosque. Nuestra ladera. Nuestro árbol… mágico.
Aún sigo volviendo a aquel árbol. Allí los recuerdos son más vivos, más frescos… casi más recientes, incluso.
Hay días que me paso horas y horas, como ausente, como sin querer nada más que estar ahí, escuchando el viento acariciar las hojas. Palpando el calor del sol, colándose entre los árboles. Respirando ese aroma tan único y especial de la tierra, cuando aún permanece impregnada por la humedad de estos inviernos que ahora, tan lentamente, pasan.
Hay días que estoy solo. Otros, sin embargo, me sorprende verte por allí, como curioseando. Como esperando a algo, o a alguien.
¿A mí, tal vez?
No hay nada que desee más que decirte que te sigo amando y que si quieres, siempre podrás volver a verme en nuestro bosque, en nuestro árbol.
Si quieres…
Pero ya no puedes escucharme. No desde aquel accidente. Ese en el que este mismo árbol me arrebató la luz con aquel maldito tropiezo. El traspié que me empujó a este eterno viaje…
Ahora sólo puedo aspirar a ser tu Ángel “de la guarda”, por siempre.
Vuelve pronto a nuestro árbol, mi amor.